Gran precedente africano
Hace tan solo unos pocos a?os habr¨ªa parecido una quimera plantear la imagen del expresidente de Liberia, Charles Taylor, esposado y escoltado, acusado de grandes cr¨ªmenes, bajando de un avi¨®n en La Haya, para enfrentarse a un Tribunal Internacional. La escena no produce tranquilidad porque son muchos los que en ?frica merecer¨ªan este protagonismo lacerante. Pero s¨ª consuelo y esperanza. Porque es un gran precedente. Finalmente, uno de los m¨¢s b¨¢rbaros caudillos africanos de las ¨²ltimas d¨¦cadas, no va a gozar hasta el fin de sus d¨ªas en alguna magn¨ªfica mansi¨®n europea con vistas al mar de las riquezas que son producto directo de salvajes cr¨ªmenes y expolios en su tierra natal.
Charles Taylor fue deportado desde Sierra Leona a Holanda y se enfrenta a 11 cargos de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad. Que el Gobierno de Sierra Leona haya accedido a entregarlo al tribunal de La Haya poniendo as¨ª fin a la huida de Taylor es una excelente se?al tanto para la comunidad internacional y las sociedades africanas en general como para los l¨ªderes criminales potenciales o consumados en ?frica.
Muy pocos han cometido tantas barbaridades sinti¨¦ndose tan impunes en un pasado reciente como Taylor en Liberia. Arm¨® e incit¨® a la matanza sistem¨¢tica a ej¨¦rcitos de ni?os que, sometidos a sus ¨®rdenes y drogados, cometieron algunas de las peores atrocidades que se recuerdan en el traumatizado continente. Lejos est¨¢ la estabilidad de los Estados africanos y siempre amenazan conflictos que otorguen poder a criminales como Taylor. Pero el mensaje de que tambi¨¦n para ¨¦l ha acabado la impunidad tiene en ?frica quiz¨¢s m¨¢s valor que 100 batallas justas.
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