Rock japon¨¦s y l¨ªos de familia en la jornada de Cinema Jove

La calidad de un filme tiene mucho que ver con sus intenciones. Apostar por el entretenimiento y conseguir divertir al espectador puede ser mucho m¨¢s interesante que hacer una pel¨ªcula sesuda y caer en el cepo de la pedanter¨ªa. Algo as¨ª sucedi¨® ayer con las dos pel¨ªculas que entraron en competici¨®n en Cinema Jove.

La japonesa Linda, Linda, Linda, de Nobuhiro Yamashita, es una pel¨ªcula que s¨®lo invita a pasar un buen rato. No lo consigue, en su mayor parte, pero no es por voluntad, sino porque va dirigida a un p¨²blico -el adolescente japon¨¦s- que est¨¢ lejos de la mentalidad occidental. Sin embargo, el relato de los esfuerzos de cuatro amigas por formar un grupo de rock es suficientemente honesto como para no defraudar.

El caso de Vier Fenster, de Christian Moris M¨¹ller, es el contrario. Es de esas pel¨ªculas en las que el realizador pretende convencer a los cr¨ªticos de que se encuentran ante un genio, un futuro gur¨² del cine. M¨¹ller no lo logra porque sus piruetas formales terminan por desdibujar el retrato de una at¨ªpica familia germana, en el que hay pinceladas incestuosas, homenajes velados al cine de Goddard y una enfermiza obsesi¨®n por ser original. Una pena porque sus personajes daban mucho m¨¢s juego.