Una rompedora de estereotipos

"El principal reto de la mujer gitana es su participaci¨®n social real; las asociaciones juegan un papel esencial de mediaci¨®n entre las familias y la Administraci¨®n y para trabajar en la integraci¨®n de la mujer gitana respetando sus se?as de identidad". Mari Carmen Carrillo Losada (Palma del R¨ªo, C¨®rdoba, 1959) lleg¨® a Ja¨¦n en 1990 con un contrato de un a?o como coordinadora de un programa de educaci¨®n infantil, pero los sucesos racistas de Mancha Real de 1991 motivaron que la Federaci¨®n de Asociaciones Roman¨ªes de Andaluc¨ªa considerase esencial su continuidad en la provincia. Desde entonces, Carrillo, madre de tres hijos y abuela de un nieto, se ha convertido en un referente del movimiento asociativo de las gitanas en toda Espa?a.

En 1992 cre¨® en Ja¨¦n, junto a otras cuatro mujeres, la asociaci¨®n Sinando Kal¨ª. De las cinco socias "aventureras" de entonces se ha pasado a casi 600 mujeres que ahora ven en este colectivo una v¨¢lvula para salir del cerrado entorno familiar y convertirse en "gitanas del siglo XXI". Hasta una decena de proyectos lleva a cabo Sinando Kal¨ª con el objetivo de acabar con la discriminaci¨®n de las gitanas.

Carrillo, que compagina su labor en Sinando Kal¨ª con su trabajo en el Servicio de Orientaci¨®n Laboral de la Junta de Andaluc¨ªa, destaca el programa Equal Ja¨¦n-Concilia, encaminado a la conciliaci¨®n de la vida profesional y familiar, que se destina tambi¨¦n a hombres, empresarios y pol¨ªticos. Sin embargo, la asociaci¨®n ha tenido que recabar el apoyo de la C¨¢mara de Comercio de Ja¨¦n ante las situaciones de "racismo" que se han encontrado en varios empresarios a la hora de tramitar las pr¨¢cticas de las mujeres gitanas que participan en los talleres. "La mujer ha sido el sector m¨¢s desfavorecido de la poblaci¨®n gitana por el papel de transmisora de la cultura y valores que ejerce de una forma integral en el seno del hogar, la familia y el pueblo", comenta Carrillo, que admite que la mujer gitana "ha sufrido doblemente el machismo imperante, por ser mujer y por ser gitana".

Sinando Kal¨ª organiza cada a?o tambi¨¦n el tradicional encuentro de mujeres gitanas, donde se incide principalmente en la educaci¨®n de los hijos. Y es que, la poblaci¨®n gitana soporta un 80% de abandono escolar, y buena parte tiene rostro femenino. ?Las causas? Mari Carmen Carrillo no cree que se deba solamente a los roles tradicionales de la cultura gitana (entre ellos las bodas a edades muy tempranas de las chicas), sino que lo achaca tambi¨¦n al alto porcentaje de exclusi¨®n social (que ella cifra en el 30%) que soportan las familias. Para intentar corregir esa situaci¨®n, la asociaci¨®n lleva a cabo programas de normalizaci¨®n en la educaci¨®n de las ni?as en los barrios de la periferia de Ja¨¦n, de mediaci¨®n en salud y de intermediaci¨®n familiar.

Aunque la presidenta de Sinando Kal¨ª tambi¨¦n se cas¨® muy joven (con 17 a?os), su trayectoria no responde a los estereotipos . Estudi¨® auxiliar de enfermer¨ªa y, antes de trasladarse a Ja¨¦n, trabaj¨® en el hospital Reina Sof¨ªa de C¨®rdoba. Su incesante actividad en el movimiento asociativo gitano hizo que en 1999 se convirtiera en la primera concejal gitana de un Ayuntamiento importante de Andaluc¨ªa, el de Ja¨¦n. Estuvo s¨®lo una legislatura (en el grupo socialista, aunque como independiente), pero dice que la experiencia fue "muy positiva".