Barcelona y Madrid

Este a?o el Festival Grec de Barcelona abre su apartado teatral apostando sobre seguro. Tres de los cuatro espect¨¢culos inaugurales han sido probados y homologados. El Peer Gynt que dirige Calixto Bieito viene precedido del ¨¦xito de su estreno en Noruega. Bieito y sus actores conectaron con el p¨²blico de Bergen. Nada en su montaje pareci¨® excesivo o fuera de tono: los excesos le van al pelo al h¨¦roe ibseniano. El aire libre del Teatro Griego debe sentarle bien. El Cirque Tsigane de Alexandre Roman¨¨s es una maravilla. Lo vi hace dos veranos en el F¨®rum. Tiene una carpa min¨²scula donde los artistas trabajan todos a una, a un palmo del p¨²blico y sin abandonar la pista un minuto. Es un circo musical, ambulante y canalla de los que ya no quedan. S¨¦ que ha cambiado alguno de sus miembros, pero su esp¨ªritu colectivo permanece. La felicitat, ¨²ltima comedia de Javier Daulte, pinta tan interesante como todas las suyas. Esta vez tiene en escena a Ana Maria Barbany, Clara Segura, Jordi Rico y Daniel Grao, y el equipo del Teatre Romea a su disposici¨®n.

Hamlet, de The Wooster Group (en el Mercat de les Flors), es una coproducci¨®n del Grec, que ah¨ª se arriesga con un estreno absoluto. El p¨²blico tiene otra versi¨®n de Hamlet para contrastar: la que dirige Llu¨ªs Pasqual en el Lliure, en alternancia con La tempestad. Trece de los veinte montajes teatrales del Grec son de producci¨®n propia o coproducciones. Es el caso de Vells temps (Viejos tiempos), de Harold Pinter, dirigido y protagonizado por Rosa Novell. Entre los autores de casa figuran los j¨®venes Pau Mir¨® y Josep Julien, y un cl¨¢sico, Joan Maragall, puesto en escena por Hermann Bonnin. Por encargo de ?lex Rigola, Paco Zarzoso estrena Arbusht, parodia de George Bush y su pol¨ªtica. Tambi¨¦n hay un shakespeare y un valle-incl¨¢n, Divinas palabras, dirigido por Gerardo Vera.

No puede pasar inadvertido El eco de la sombra, de Enrique Vargas y el Teatro de los Sentidos. Inspir¨¢ndose en un relato popular recogido por Andersen, el director colombiano invita a los espectadores a emprender, uno por uno, un viaje a trav¨¦s de un laberinto donde la propia sombra se pierde y se vuelve a encontrar. Este trabajo, hecho en Barcelona pero estrenado en Copenhague y en Italia, viaja al Zomer von Antwerpen, festival de verano de Amberes.

La programaci¨®n teatral de Los Veranos de la Villa, festival de verano de Madrid, es austera. Incluye una puesta en escena de El lindo Don Diego, dirigida por Denis Rafter; Cuatro corazones con freno y marcha atr¨¢s, de Jardiel, con direcci¨®n de Manuel Canseco; tres producciones de bolsillo en el teatro al aire libre que monta la sala El Canto de la Cabra, las zarzuelas Do?a Francisquita, Adi¨®s a la bohemia y Black, el payaso, y La revista negra, un musical de J¨¦r¨°me Savary. El Grec y Los Veranos tienen un punto en com¨²n: The Changeling, de Middleton y Rowley.