"Armstrong dijo que se dopaba"
'Le Monde' ataca al ciclista, que tacha de "rancias, falsas e infundadas" sus acusaciones
Indiana Hospital, de Indian¨¢polis. ?ltimo domingo de octubre de 1996. Sala de televisi¨®n. En la pantalla, los Dallas Cowboys juegan un partido de f¨²tbol americano. Lance Armstrong, un ciclista que a¨²n no ha ganado ning¨²n Tour, se recupera de una operaci¨®n en la que le han limpiado el cerebro de las met¨¢stasis provocadas por el c¨¢ncer de test¨ªculos que sufre. Le rodean diez personas, familiares y amigos. Un m¨¦dico se acerca a su butaca y le dice que para prescribirle el tratamiento postoperatorio necesita saber si se ha dopado alguna vez. "Y Lance responde: s¨ª, EPO, hormonas de crecimiento, testosterona...".
Las comillas encierran palabras dichas bajo juramento por Betsy Andreu el 17 de enero pasado ante un tribunal de Dallas. Betsy es la esposa de Frankie Andreu, ex ciclista norteamericano y gran amigo de Armstrong hasta que en 1999 una disputa sobre una canguro los separ¨® irremediablemente, y testifica ante un juez que debe arbitrar sobre el caso que opone a Armstrong a la compa?¨ªa de seguros SCA Promotions, a la que reclama cinco millones de d¨®lares pactados en una p¨®liza por haber ganado en 2004 su sexto Tour. Dos publicaciones francesas, Le Monde y L'?quipe Magazine, reproducen hoy, una semana antes de que comience en Estrasburgo el Tour y en extra?a sinton¨ªa, la frase pronunciada por la esposa de Andreu, calificada por Armstrong, en un comunicado, de "rancia y falsa".
"La se?ora Andreu confes¨® su ignorancia acerca de la EPO y los esteroides prescritos"
"Aquel domingo ya llevaba 11 d¨ªas en el hospital", contin¨²a Armstrong; "ya hab¨ªa dado numerosas historias cl¨ªnicas, hab¨ªa sufrido previamente un r¨¦gimen de quimioterapia intensiva y el jueves me hab¨ªa sometido a una operaci¨®n en el cerebro. [En el proceso], la se?ora Andreu confes¨® su ignorancia acerca de los esteroides que me hab¨ªan prescrito como parte de mi proceso postoperatorio y acerca de la EPO, que tambi¨¦n figuraba en mi tratamiento para despu¨¦s de la intervenci¨®n, dos temas que, evidentemente, surgieron en la conversaci¨®n".
El origen de la pol¨¦mica se puede remontar a hechos acaecidos hace dos a?os. Junio de 2004. El periodista brit¨¢nico del Times David Walsh y el franc¨¦s, ex trabajador de L?'Equipe, Pierre Ballester publican dos semanas antes del comienzo del Tour L.A Confidential, un libro demoledor contra el ciclista que ya hab¨ªa ganado cuatro Tours. En ¨¦l, y bas¨¢ndose en las declaraciones de gente que hab¨ªa pertenecido al c¨ªrculo del tejano y que hab¨ªa roto con ¨¦l por diversos motivos, se acusa a Armstrong de ser un bluff, un mentiroso que se ha dopado conscientemente y que negaba pese a todo cualquier insinuaci¨®n en tal sentido.
Despu¨¦s de publicarse el libro, la aseguradora SCA Promotions decidi¨® congelar la bolsa de cinco millones de d¨®lares hasta que se aclarara la veracidad de las acusaciones.
El proceso, que dur¨® tres semanas, lo gan¨® Armstrong. "Pero", dice L'?quipe, "eso fue porque la aseguradora comprendi¨® que, aunque se probara el dopaje, nunca conseguir¨ªa que la UCI le revocara la victoria". "Ja", responde Armstrong; "gan¨¦ el arbitrio y desmont¨¦ las acusaciones de dopaje. Y no s¨®lo eso. La aseguradora tuvo que pagarme no cinco millones de d¨®lares, sino 7,5. Eso confirma que las acusaciones no ten¨ªan fundamento".
Entre los testimonios acusatorios del libro destacan los de la masajista irlandesa Emma O'Reilly. Entre ellos tambi¨¦n figuran los de Greg LeMond, primer ciclista estadounidense que gan¨® el Tour -lo consigui¨® tres veces a finales de los a?os 80-, cuyas relaciones con el joven Armstrong, demasiado rebelde, demasiado individualista, para seguir sus consejos, no eran precisamente buenas. "S¨ª", dijo LeMond en L. A. Confidential; "Lance reconoci¨® en el hospital de Indiana ante varios testigos, en octubre de 1996, haber recurrido a la EPO y a la hormona del crecimiento". La misma acusaci¨®n que ante el tribunal repiti¨® Betsy Andreu dos a?os despu¨¦s y que ha servido para organizar un nuevo revuelo alrededor de un corredor envuelto repetidamente en la sombra de la duda pese a todos sus esfuerzos para demostrar lo contrario, pese a su trabajo actual como recaudador de fondos para la investigaci¨®n y la lucha contra el c¨¢ncer.
"Pero, aparte del testimonio jurado en sentido contrario a lo pronunciado por la se?ora Andreu por otras personas presentes entonces", dice Armstrong, "el panel arbitral y la compa?¨ªa de seguros recibieron copias certificadas de todos los registros del hospital". "Y mi m¨¦dico tambi¨¦n testific¨® que yo no hab¨ªa hecho tal declaraci¨®n. Y no figura en ning¨²n documento porque no se produjo", contin¨²a Armstrong, que se guarda la artiller¨ªa dura para el pen¨²ltimo p¨¢rrafo: "Vamos a investigar qui¨¦n ha filtrado los documentos. Ir¨®nica, pero previsiblemente, nuestra investigaci¨®n ha revelado que la ¨²nica persona que recibi¨® documentos por parte de alg¨²n participante en el proceso es Dick Pound, de la AMA. Y, claro, es s¨®lo coincidencia que salgan a la superficie poco despu¨¦s de que la UCI me haya exculpado".
![Lance Armstrong.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4XDMHS6HWASU57WQS52PE5J4E4.jpg?auth=209ba24d3dfc31b27a1e51a00e5643ba6c9365e0f45d3dc548514453bf9ef975&width=414)
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