El celo del juez Marlaska

Dos autos dictados en las ¨²ltimas 48 horas por el juez Fernando Grande-Marlaska prohibiendo la participaci¨®n de Arnaldo Otegi en un foro de debate ma?ana en Barcelona y la detenci¨®n de dos empresarios navarros por pagar el llamado impuesto revolucionario exigido por ETA en 2001 han suscitado pol¨¦mica y cr¨ªticas hacia este magistrado, que el pr¨®ximo 1 de julio ceder¨¢ la titularidad del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional a Baltasar Garz¨®n, tras el regreso de ¨¦ste a Espa?a despu¨¦s de m¨¢s de un a?o en Nueva York. A esas dos decisiones del magistrado se sum¨® anoche otra que, sin duda, causar¨¢ revuelo: la citaci¨®n para el pr¨®ximo martes de Gorka Aguirre, miembro de la ejecutiva del PNV, como imputado por presunta colaboraci¨®n con ETA, medida que se incluye en la operaci¨®n de desarticulaci¨®n del aparato de extorsi¨®n de la banda. Otra figura relevante de la formaci¨®n nacionalista, su ex presidente Xabier Arzalluz, tambi¨¦n debe acudir ante Grande-Marlaska, pero como testigo.

Ni las pol¨¦micas ni las cr¨ªticas son buenas para la serenidad que debe rodear a la justicia; menos ahora, en v¨ªsperas de que el jefe del Gobierno anuncie en el Parlamento el comienzo del di¨¢logo con los etarras cuando se cumplen tres meses del inicio del alto el fuego permanente. Sin embargo, respetando cualquier decisi¨®n que emane de la judicatura, los dos autos de Grande-Marlaska son controvertidos. Puede que obedezcan a un exceso de celo en la aplicaci¨®n de la ley desatendiendo, en el caso de los empresarios, la posibilidad l¨®gica de citarles previamente como imputados y el eximente que significa ser v¨ªctima de un delito de extorsi¨®n; y de una interpretaci¨®n discutible de la suspensi¨®n de actividades de Batasuna. En el caso del acto al que hab¨ªa sido invitado su portavoz, Otegi, el juez ni siquiera esper¨® a escuchar la opini¨®n contraria del fiscal, extremo que ya se repiti¨® cuando desautoriz¨® hace una semana una manifestaci¨®n del grupo ilegalizado en Pamplona.

El acto al que hab¨ªa sido invitado Otegi junto a otros pol¨ªticos vascos est¨¢ organizado por el foro jur¨ªdico Tribuna de Barcelona, una asociaci¨®n legal, vinculada a El Peri¨®dico de Catalunya. Evidentemente, Otegi acud¨ªa como miembro de la izquierda abertzale, pero ni el juez Grande-Marlaska ni ning¨²n otro pueden impedirle por ahora ejercer el derecho de libertad de expresi¨®n contemplado en la Constituci¨®n, dado que la ilegalizaci¨®n y suspensi¨®n de las actividades de Batasuna no anula los derechos individuales. La justicia no est¨¢ en tregua. Sin embargo, sin desmerecer la labor de los jueces, ¨¦stos deben actuar con prudencia y conscientes de la realidad social. Sobre todo cuando est¨¢ en juego la posibilidad de un di¨¢logo hacia la paz que ponga fin a d¨¦cadas de violencia.