Los reyes de la casa
Rita y Miguel demuestran, con su comportamiento, que tener dos mam¨¢s o dos pap¨¢s puede ser de lo m¨¢s normal
"Pinta a Maman". "Y a Mam¨¢". A sus dos a?os, Rita sabe lo que quiere. Maman -mam¨¢ en franc¨¦s- es Karine, una cocinera francesa de 36 a?os. Mam¨¢ es Luc¨ªa, madrile?a de 33, que intenta poner en marcha una editorial de cuentos. Son pareja desde hace 11 a?os y adoptaron a Rita hace 16 meses.
La ni?a est¨¢ aprendiendo a dibujar, y los monigotes que hab¨ªa pintado el periodista est¨¢n sepultados por capas de colores. Luc¨ªa lleva la voz cantante, siempre matizada por Karine. Ellas ya sab¨ªan lo que es ser madres. Antes que a Rita tuvieron, por inseminaci¨®n artificial, a Manuel. Lo dicen en plural, como si el imperativo biol¨®gico de que s¨®lo una de ellas fuera la embarazada sea solamente un accidente necesario. Pero Manuel muri¨® a los cuatro a?os en un accidente de coche.
La familia vive en Robledo de Chavela, un pueblo de 4.000 habitantes a 75 kil¨®metros de Madrid. "Quer¨ªamos vivir en el campo, y esta casa es lo que pod¨ªamos pagar", dice Karine. "La terraza la hemos hecho nosotras. Yo soy de tacones", bromea Luc¨ªa, "pero si hay que coger el taladro, se coge", sigue Karine.
Vivir en un pueblo no las ha aislado. Reciben o visitan todas las semanas a familiares o amigos. "Acaba de pasar con nosotras unos d¨ªas el abuelo de Rita. Ella estaba feliz y ¨¦l le consinti¨® todo lo que pudo", dice Karine. Adem¨¢s, Rita tiene sus amigos en la guarder¨ªa, aunque V¨ªctor la haya mordido, como recuerda la ni?a, enfadada.
Est¨¢ claro que a Rita no le tose nadie. ?A qui¨¦n ha salido? Maman y Mam¨¢ se r¨ªen: "A las dos. Aqu¨ª no hay roles. Vamos las dos a las reuniones de padres, al pediatra". ?Y la falta de una figura paterna? "Yo no creo en Freud", salta como un resorte Luc¨ªa. "Puede que las mujeres de Viena del siglo XIX tuvieran envidia del pene. Te aseguro que ahora no es as¨ª".
La clave de esta familia es la normalidad. "No creemos en las revelaciones melodram¨¢ticas. Las dos llevamos a?os fuera del armario". Y Rita ayuda a hacer visible su familia. "Un d¨ªa que fui yo sola a recogerla a la guarder¨ªa se me acerc¨® uno de sus amigos y me dijo: '?D¨®nde est¨¢ Maman?", cuenta Luc¨ªa.
"Rita tiene una peque?a discapacidad -que ya ha superado casi por completo- y lo importante es que est¨¦ bien atendida. Cuando fuimos a la guarder¨ªa les dijimos: '?sta es Rita. Es biling¨¹e [la ni?a mezcla franc¨¦s y espa?ol con soltura] y tiene necesidades educativas especiales. Y dos madres, pero para eso no necesita ning¨²n tratamiento", cuentan con iron¨ªa. "Muchas veces los heterosexuales piensan que los homosexuales vivimos en un gueto. Y es al rev¨¦s. Nosotros tratamos continuamente con heterosexuales. Ellos son los que no tratan con gays", a?aden.
Miguel, un p¨ªcaro rubio de cuatro a?os, vive con Juan (un ingeniero de 34 a?os) y Diego (comercial de 33) desde hace dos. Son pareja desde hace 10 a?os y esperan casarse en 2007. "Cuando tienes un hijo sales completamente del armario. No hay manera de esconder que somos pareja. Pero a la vez nos ha reafirmado como el proyecto familiar que ya ¨¦ramos", afirman. Ellos no han llegado a ning¨²n sitio proclamando que son gays y con un hijo. "Pero todos se acaban dando cuenta. Al contratarte no les importa que tengas un hijo porque piensan que se va a ocupar la madre. Cuando t¨² faltas para llevarlo al m¨¦dico, empiezan a sospechar", dice Diego. Miguel tambi¨¦n ha mejorado la relaci¨®n con sus familias. "Las abuelas est¨¢n deseando que vaya a su casa. Ahora somos una familia m¨¢s respetable para ellas, no s¨®lo dos chicos que viven juntos", se?ala.
En el colegio -un centro p¨²blico del centro de Madrid-, la suya es la ¨²nica familia homoparental, indica Juan. "Esper¨¢bamos con curiosidad qu¨¦ iba a pasar el d¨ªa del padre o de la madre. Pero es un colegio en el que hay de todo: ni?os de otras razas, hu¨¦rfanos, de madres solteras, de padres divorciados, as¨ª que decidieron que lo mejor era no celebrar nada".
Diego no ha tenido problemas de integraci¨®n. "M¨¢s raro es el ni?o que llega a mitad de curso y no sabe ni una palabra de espa?ol", dice Juan. ?Y no se hace l¨ªo para llamarles? "?l mismo lo solucion¨®. Cuando est¨¢ con uno solo de nosotros, nos llama pap¨¢. Si estamos los dos, dice pap¨¢ Juan o pap¨¢ Diego. Es lo que hacen todos los ni?os con sus abuelos", explica Juan.
Viendo a Rita y a Miguel hay cosas que quedan claras aunque sus padres no lo digan: no tienen problemas para relacionarse, saben re¨ªrse y trastear con ganas y son, con todos los honores, los reyes de la casa.

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