Javier Mar¨ªas entra en la Academia
El autor de 'Tu rostro ma?ana' fue elegido en la primera votaci¨®n y ocupar¨¢ el sill¨®n R
Javier Mar¨ªas (Madrid, 1951) fue elegido ayer para ocupar el sill¨®n R de la Real Academia Espa?ola en la primera votaci¨®n por m¨¢s de dos tercios de los miembros en posesi¨®n de plaza. Hab¨ªa sido propuesto por Gregorio Salvador, Arturo P¨¦rez-Reverte y Claudio Guill¨¦n y ocupar¨¢ la vacante que dej¨® Fernando L¨¢zaro Carreter al morir en marzo de 2004. Fue Guillermo Rojo, secretario de la RAE, el que dio la noticia y coment¨® que fueron 31 los acad¨¦micos los que asistieron a la cita, que seis enviaron su voto por correo y que, al ser favorables al ingreso dos tercios del total de miembros, no hizo falta una segunda votaci¨®n. Celebr¨®, adem¨¢s, que un escritor "tan le¨ªdo" y "tan traducido" (a 34 lenguas y publicado en 44 pa¨ªses) vaya a enriquecer los m¨²ltiples desaf¨ªos en los que est¨¢ inmersa la instituci¨®n.
"No ser¨¦ menos chinche ni menos 'pest¨ªfero', como dicen los italianos"
"En la RAE hay pocas mujeres, y espero que eso cambie poquito a poco"
Justo una hora despu¨¦s de producirse la votaci¨®n, Javier Mar¨ªas se encontr¨® con los periodistas en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. "Es un verdadero honor que una instituci¨®n laica, culta e independiente me acoja como miembro. Tiene tres siglos de antig¨¹edad y en toda su historia ha dado numeros¨ªsimos motivos de satisfacci¨®n. Ha sido independiente durante todo el franquismo. Mi padre, muerto hace seis meses, permaneci¨® en la Academia durante 40 a?os. Por eso es para m¨ª un honor por partida doble".
El nuevo acad¨¦mico cont¨® que la primera propuesta le lleg¨® hace 12 a?os, "lo agradec¨ª pero estando mi padre consider¨¦ que no era correcto. No quer¨ªa que nadie le acusara de nepotismo, algo que ¨¦l aborrec¨ªa con todas sus fuerzas. Dije entonces que mientras estuviera ¨¦l vivo hab¨ªa suficientes Mar¨ªas en la Academia".
Con Mar¨ªas, la Academia incorpora a un maestro del estilo, a un escritor que ha hecho de la frase, de su construcci¨®n y de sus ritmos internos, un arma de primer orden para provocar el discurso, para convocar los fantasmas de cada lector, para hurgar las heridas morales de una ¨¦poca desnortada, para celebrar la aventura o el sexo o el amor o el riesgo, para reconstruir y recuperar la memoria torcida de nuestra historia m¨¢s reciente, acaso simplemente para encandilar.
Sobre el discurso que tendr¨¢ que pronunciar cuando formalmente pase a ser miembro de derecho, y sobre el trabajo que desarrollar¨¢ en la instituci¨®n, explic¨® que no ha pensado a¨²n gran cosa. "Voy a ver qu¨¦ tipo de trabajo me piden. En la Academia hay muchos expertos en diferentes campos y los escritores somos los menos ¨²tiles. Pero s¨ª adelanto que estar¨¦ muy atento a los anglicismos innecesarios. Y s¨¦ que el plazo para el discurso es muy extenso. No ser¨¢ nunca antes de que concluya el tercer volumen de Tu rostro ma?ana".
El ocupante del sill¨®n R a?adi¨® que de este tercer volumen lleva escrito la mitad y que ¨¦ste ser¨¢ el m¨¢s largo de los tres, y que no sabe c¨®mo se titular¨¢ pero que llevar¨¢ incluida la palabra veneno.
Mar¨ªas dijo que ni le agrada ni le desagrada ser elegido el mismo d¨ªa que Zapatero ha anunciado las conversaciones de paz con ETA. "Tambi¨¦n es el d¨ªa de san Pedro y san Pablo. Son todo coincidencias".
Cont¨® que supo el resultado de la votaci¨®n por el director de la Academia, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, quien le explic¨® que hab¨ªa sido elegido en la primera votaci¨®n por dos tercios de los asistentes. A?adi¨® que hab¨ªa pasado el d¨ªa tranquilo tratando de escribir una nueva p¨¢gina de la novela. "Pero no he podido terminarla porque me he tenido que afeitar para estar con ustedes, cosa que hubiera hecho aunque no hubiera salido elegido y porque como vivo cerca del Ayuntamiento me he encontrado con una de las m¨²ltiples y ruidos¨ªsimas manifestaciones que cada d¨ªa hay contra el alcalde Ruiz-Gallard¨®n".
A la pregunta de si la elecci¨®n como acad¨¦mico afectar¨¢ al reino de Redonda y a su vida en general, dijo que no. "No creo que me afecte. No ser¨¦ menos chinche ni menos pest¨ªfero, como dicen los italianos. Me han aceptado como soy y no cambiar¨¦. S¨¦ de algunos que incluso se han casado pero no creo que me d¨¦ ning¨²n ataque de ese tipo".
Concluy¨® con un elogio de la libertad que siempre ha presidido la Academia. Le contaron que cuando en 1963 el secretario de entonces le coment¨® a Franco que se iba a presentar Juli¨¢n Mar¨ªas, ¨¦ste respondi¨® que lamentaba esa candidatura pero que no pod¨ªa hacer nada. Y es que la Academia guard¨® incluso las plazas de los exiliados, como fueron Madariaga o Ayala. ?Algo malo de la Academia? "Pues que nunca fuera miembro de ella Mar¨ªa Moliner, autora individual de uno de los mejores diccionarios del espa?ol. Hay pocas mujeres y espero que eso cambie poquito a poco".
El director de la RAE, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, coment¨® que Mar¨ªas es uno de los escritores que forman parte del canon y que sus aportaciones ser¨¢n riqu¨ªsimas. Preguntado por un periodista si no hab¨ªa habido presiones del grupo PRISA para el ingreso de Mar¨ªas, De la Concha contest¨® rotundamente: "Esa pregunta es casi un insulto, los acad¨¦micos que han votado son muy heterog¨¦neos".
Actualmente son 42 los acad¨¦micos en posesi¨®n de su plaza, hay uno que est¨¢ pendiente de pronunciar su discurso de ingreso (el m¨¦dico Pedro Garc¨ªa Barreno) y, desde ayer, se ha cubierto una de las tres que estaban vacantes (faltan por hacerlo las de Alonso Zamora Vicente y Juli¨¢n Mar¨ªas).
Javier Mar¨ªas public¨® en 1971 su primera novela, Los dominios del lobo (dedicada a Juan Benet), cuando ten¨ªa 19 a?os. Desde entonces forma parte del paisaje de la narrativa espa?ola y ha otorgado a ese paisaje una profundidad llena de matices, una hondura y densidad poco frecuentes, una originalidad en los tratamientos y las perspectivas, y una singular consistencia.
Todas las almas (1989), Coraz¨®n tan blanco (1993) y Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª (1996) llevaron la riqueza de la escritura de Mar¨ªas al gran p¨²blico. En 1998, en uno de los momentos de mayor ¨¦xito de su carrera, no dud¨® en aventurarse por nuevos caminos y public¨® Negra espalda del tiempo, donde ensayaba nuevos recursos. Es lo que ha continuado haciendo en Tu rostro ma?ana, esa larga narraci¨®n en la que todav¨ªa est¨¢ embarcado.
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