El Tour tendr¨¢ que admitir al Astan¨¢
El tribunal de arbitraje estima que no hay pruebas oficiales para expulsar al equipo de la carrera

"?Se ha publicado hoy algo nuevo?", preguntan nerviosos los ciclistas en Estrasburgo, ciudad que ma?ana acoge el pr¨®logo del Tour de Francia. O al menos eso est¨¢ previsto. Las horas previas a la salida son todo menos tranquilas. Entre los corredores se respira nerviosismo, miedo a que las investigaciones en Espa?a sobre la Operaci¨®n Puerto afecten a la prueba. Las ¨²ltimas revelaciones aumentan la tensi¨®n mientras se perfila una lista con los sospechosos. El n¨²mero de presuntos implicados creci¨® ayer hasta tal punto que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) anunci¨® que permite la participaci¨®n del Astan¨¢ W¨¹rth en el Tour debido a la falta de pruebas oficiales contra el director Manolo Saiz y sus corredores. El Tour debe ahora hacer juego: mantener el concurso del Astan¨¢ o revocarlo si recibe por parte de las autoridades espa?olas un comunicado oficial de la implicaci¨®n de sus ciclistas. De momento, ayer permiti¨® que el ex equipo de Manolo Saiz pasara el control m¨¦dico habitual previo a la carrera, a las 10.00 de la ma?ana. Antes, a las 7.30, los corredores se hab¨ªan sometido al examen de sangre de la UCI. La carrera francesa dio permiso tambi¨¦n al antiguo Liberty, donde corre, entre otros, Beloki, para participar en la ceremonia de inauguraci¨®n, ayer por la tarde.
La misma losa que amenaza al Astan¨¢ puede tumbar a otros corredores supuestamente envueltos en la trama de dopaje. Entre ellos, Ivan Basso, uno de los favoritos para suceder a Armstrong. Basso, vencedor del Giro de Italia, tercero en el Tour de 2004 y segundo en 2005 -la evoluci¨®n le augura el triunfo en 2006- apareci¨® en el Palacio de la M¨²sica y de Congresos de Estrasburgo con la sonrisa pintada en la cara, con gafas de sol, asediado por los flases de las c¨¢maras y retador. "Mis rivales son Ullrich y Vinok¨²rov. Estoy en una gran condici¨®n para ganar el Tour, me encuentro realmente bien. Despu¨¦s de dos a?os en el podio, es normal que sea el gran favorito. Ser¨ªa algo muy especial ganar el Giro y el Tour en un mismo a?o, y tengo detr¨¢s un gran equipo para conseguirlo. Lo dar¨¦ todo por la victoria aqu¨ª". Minutos despu¨¦s, los flases segu¨ªan disparando contra ¨¦l, pero la sonrisa se transformaba poco a poco en una mueca de enfado al ser preguntado por las investigaciones contra el dopaje en Espa?a. "Yo s¨®lo pienso en la carrera, mi trabajo es correr y estoy centrado al cien por cien en la competici¨®n (...) Eso no es oficial. A m¨ª nadie me ha dicho nada oficialmente, y si me lo dicen ya me defender¨¦", repiti¨® una y otra vez. Perseguido por los pasillos del Palacio de Estrasburgo, alguien le ense?¨® la famosa lista de implicados. Basso se detuvo, baj¨® los ojos y comenz¨® a leerla. Cuando lleg¨® a su nombre, dej¨® de hablar y se encerr¨® furioso en la sala de los controles m¨¦dicos a los corredores. "?Qu¨¦ culpa tengo de haber ganado el Giro?", fue lo ¨²ltimo que se le escuch¨® al italiano, de 28 a?os.
Su director, el dan¨¦s Bjarne Riis, comenz¨® explicando que el objetivo del CSC era "estar entre los mejores" y acab¨® despejando balones. "Es bueno que se investigue a los corredores que est¨¢n implicados y que el Tour pueda expulsar a los que se demuestre que son culpables", dijo Riis antes de conocer la supuesta implicaci¨®n de su l¨ªder. Su rostro de piedra se endureci¨® todav¨ªa m¨¢s cuando relacionaron al italiano con la Operaci¨®n Puerto. "No es nada oficial", se limit¨® entonces a decir.
Mucho m¨¢s tajante se mostr¨® Carlos Sastre, espa?ol del CSC. "No hay ning¨²n tipo de pudor ni respeto hacia los ciclistas, no s¨®lo a la persona a la que est¨¢n acusando, sino a su familia tampoco. Parece que todos los ciclistas somos malos, ladrones y delincuentes, todos nos drogamos y ninguno se entrena. Da la impresi¨®n de que no hacemos nuestro trabajo y todo el mundo te acusa sin antes preguntarte", afirm¨® Sastre. El espa?ol, que participar¨¢ en su sexto Tour, asegur¨® sin embargo que los corredores que han admitido pr¨¢cticas dopantes luchan "con diferentes armas", y que su compa?ero Ivan Basso est¨¢ "tranquilo" tras las acusaciones. "Esta ma?ana nos hemos entrenado juntos y estaba bien. Hoy por hoy, me extra?a que est¨¦ involucrado en una cosa de estas. No puedo hablar de nadie porque yo vivo en mi casa y ¨¦l en la suya, tengo amistad con ¨¦l, pero cada uno somos un mundo. Yo s¨¦ lo que yo hago, no lo que hace ¨¦l. Hasta que no me demuestren lo contrario, yo creo en la inocencia de mi compa?ero", dijo Sastre. El Tour sigue en comp¨¢s de espera a falta de pruebas lo suficientemente claras. Los organizadores de la carrera se reunieron ayer con los directores de todos los equipos para ultimar los detalles de la prueba. Se trataba de una reuni¨®n ya prevista desde mediados de junio, pero en el orden del d¨ªa se instal¨® en cuarto lugar las investigaciones de dopaje en Espa?a. Representantes de la organizaci¨®n aseguraron que el Tour pretende que el ganador en Par¨ªs sea "el m¨¢s limpio de la historia", y que expulsar¨¢n a cualquier corredor del que tengan pruebas de dopaje.
El presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, solicit¨® el mi¨¦rcoles a los equipos participantes en el Tour que todos los ciclistas firmaran una declaraci¨®n en la que negaran cualquier vinculaci¨®n con los casos de dopaje investigados en Espa?a y que se comprometieran a admitir su despido y a indemnizar econ¨®micamente a los equipos si se demostraba lo contrario. La postura del pelot¨®n fue considerar la propuesta como "indignante".

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