Por acumulaci¨®n
Las obras de Mayra Santos-Febres se integran sin dificultad en el costumbrismo predominante en la literatura hispana de Estados Unidos, un costumbrismo ansioso por documentar los usos de quienes bregan con la presi¨®n de asimilarse a lo anglo. Hasta el momento Santos-Febres ha escrito sobre todo relatos cortos, con la gracia y el brillo de quien domina perfectamente la narraci¨®n oral. Su ¨²ltima obra, Nuestra Se?ora de la Noche, pertenece a un g¨¦nero sin clasificar, quiz¨¢ porque no hay en ella g¨¦nero claro, pero que podr¨ªa definirse como novela por acumulaci¨®n.
Nuestra Se?ora de la Noche est¨¢ ambientada en San Ant¨®n (Puerto Rico), pero tambi¨¦n en Filadelfia y en Panam¨¢. Relata la vida de una mujer negra, Isabel Luberza Oppenheimer, pero tambi¨¦n las del abogado Fernando Fornar¨ªs, su esposa Cristina Rangel, la del hijo de estos, Luis Arsenio, y la del que tuvo Fernando con Isabel fuera del matrimonio, Roberto. Dicho esto, tal vez podr¨ªa hablarse de una novela por acumulaci¨®n de vidas o de una multibiograf¨ªa o, simplemente, de un follet¨ªn, pero sin la claridad narrativa de ¨¦stos. Aqu¨ª los saltos temporales en las vidas de unos y otros se suceden con tanta frecuencia que hasta el propio narrador se pierde en los vericuetos de la historia que cuenta, y tan pronto nos encontramos con la Isabel ni?a, antes de que pusiera el burdel que la har¨ªa famosa, como en la Segunda Guerra Mundial con Luis Arsenio, que un d¨ªa es capit¨¢n y otro teniente.
NUESTRA SE?ORA DE LA NOCHE
Mayra Santos-Febres
Espasa. Madrid, 2006
359 p¨¢ginas. 20,90 euros
Que la historia est¨¢ escrita a
vuelapluma se nota en la cantidad de cabos que quedan sueltos, como por ejemplo la escena inicial en la que coinciden la Madama, Fernando y Cristina, y de la que nunca volvemos a saber. En resumidas cuentas, una novela que a duras penas logra superar la ausencia de un conflicto vertebrador, que d¨¦ pulso y cuerpo a una acumulaci¨®n entretenida de relatos.
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