Un accidente, cuatro billetes

Junto al dolor por las v¨ªctimas, la indignaci¨®n era ayer la t¨®nica en Torrent, una peque?a localidad al sur de Valencia en la que finaliza la l¨ªnea 1 y a la que se dirig¨ªan 16 de las 41 v¨ªctimas del convoy mortal. Irritaci¨®n con las administraciones, con la compa?¨ªa Metro Valencia, con la prensa, con todo el mundo. Al pie de la estaci¨®n, Francisco Barat era uno de los m¨¢s enojados. Rememoraba el accidente que sufri¨® el 10 de diciembre de 2003. Ni siquiera es el siniestro m¨¢s reciente: en 2005 chocaron tambi¨¦n dos convoyes entre Torrent y Picanya, dos de las estaciones de la l¨ªnea 1. Barat llevaba en sus manos dos grandes fotocopias con peri¨®dicos del d¨ªa de su accidente, y una carta con sello oficial. "Me enviaron disculpas por lo ocurrido y cuatro billetes de metro como compensaci¨®n. S¨®lo he podido volver a subir una vez. Por el miedo", asegura.

La sombra de un atentado, totalmente descartada por las autoridades y los cuerpos policiales, estaba tambi¨¦n presente en la mayor¨ªa de las conversaciones. Es tambi¨¦n habitual en este tipo de siniestros, algo que el intelectual italiano Umberto Eco ha bautizado como la teor¨ªa de la conspiraci¨®n. "Ma?ana nos dir¨¢n que es un atentado", dec¨ªa uno de los pocos viajeros del trayecto entre Torrent y Valencia Sud. "Cualquier cosa es posible".