Espa?a, Reino Unido y Gibraltar ultiman el acuerdo del aeropuerto

El director general para Europa, Jos¨¦ Pons, intentar¨¢ cerrar hoy en Londres el acuerdo tripartito sobre el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar, que marcar¨ªa un hito en las relaciones entre los dos lados de la verja y conllevar¨ªa el cierre de los otros compromisos sobre pensiones y comunicaciones telef¨®nicas que se vienen negociando desde hace dos a?os. Todo esto gira ahora en torno a un punto central: c¨®mo se efectuar¨¢ el control de los pasajeros que aterricen en el aeropuerto conjunto.

Aunque la discreci¨®n del tr¨ªo negociador, que completan Anthony Smith, hom¨®logo brit¨¢nico de Pons, y el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, impide confirmar cualquier extremo, hace semanas que se da por resuelto el gran escollo que impidi¨® al Gobierno del PP cerrar el acuerdo sobre el aeropuerto: la organizaci¨®n de la terminal.

Todas las partes han hecho ver que se ha avanzado mucho y parece aceptado, esta vez, que la terminal sea ¨²nica y que est¨¦, l¨®gicamente, en el propio aeropuerto. El aeropuerto de Gibraltar est¨¢ construido sobre un istmo que Espa?a considera de soberan¨ªa propia, porque no est¨¢ cubierto por el Tratado de Utrecht y fue anexionado al Pe?¨®n el siglo pasado. La suspicacia gibraltare?a hacia la presencia de polic¨ªas y aduaneros espa?oles de su lado de la verja determin¨® el fracaso de las conversaciones anteriores sobre este asunto.

Pero los problemas no concluyen ah¨ª. Uno fundamental es c¨®mo se organizan los controles, de modo que las dos autoridades queden satisfechas y los pasajeros puedan circular sin excesivas trabas.

La parte espa?ola sostiene que los que vuelen de una ciudad espa?ola a Gibraltar para pasar a La L¨ªnea no tienen por qu¨¦ ser controlados por los gibraltare?os. Y tampoco parece razonable que lo sean los viajeros que utilicen ese aeropuerto para venir a Espa?a desde otro pa¨ªs del sistema Schengen, al que Gibraltar no pertenece.

Resueltos estos puntos, el resto de los temas a debate caer¨ªan por su propio peso. La actualizaci¨®n de las pensiones de los espa?oles que perdieron sus trabajos en el Pe?¨®n tras el cierre de la Verja, en 1969, depende de la constituci¨®n de un fondo que Londres se ha dicho dispuesto a financiar y en el que Espa?a tambi¨¦n podr¨ªa colaborar para saldar incluso gastos sanitarios del pasado y el futuro.

La concesi¨®n por Espa?a de nuevas l¨ªneas telef¨®nicas a la colonia, el tercer gran tema de la negociaci¨®n, es m¨¢s sencillo y hasta podr¨ªa resolverse por el procedimiento de que los tel¨¦fonos gibraltare?os sigan siendo accesibles, como ahora, tanto a trav¨¦s del c¨®digo internacional como del prefijo provincial 9567 que deben marcar los espa?oles,

El optimismo se explica porque el marco pol¨ªtico de la negociaci¨®n se considera resuelto. Madrid est¨¢ satisfecha de todas las garant¨ªas dadas por Londres de que Gibraltar no ser¨¢ jam¨¢s independiente sin su consentimiento. Tambi¨¦n de las promesas de que incidentes como el del submarino nuclear HMS Tyreless no volver¨¢ a repetirse. La presencia en el Pe?¨®n del HMS Superb puede ser, sin embargo, suficiente para que el viernes no se anuncie la reuni¨®n ministerial que deber¨ªa formalizar el acuerdo, antes de agosto. El anuncio se har¨ªa cuando el submarino brit¨¢nico se haya ido, para evitar problemas de imagen.