La sonrisa de Jos¨¦phine Baker
Los personajes negros en el teatro estadounidense de entreguerras, eran encarnados por actores blancos pintados como Al Jolson en la pel¨ªcula El cantor de jazz. La segregaci¨®n racial estaba en su apogeo: el p¨²blico no pod¨ªa mezclarse. En Nueva York, ciudad abierta, la gente de color consigui¨® un sitio en el gallinero. Eubie Blake rompi¨® el veto de Broadway a los musicales negros con Shuffle Along: sus melod¨ªas y danzas cautivaron. Mientras las coristas blancas bailaban tiesas, las de Shuffle Along se descoyuntaban. Un cr¨ªtico dio el aviso, y el p¨²blico afluy¨® a chorro. Jos¨¦phine Baker ten¨ªa quince a?os cuando llam¨® a la puerta de los productores de Shuffle Along. Hab¨ªa sido corista c¨®mica con los Dixie Stippers, ped¨ªa una oportunidad y se la dieron. Bail¨® en un extremo de la fila, bizqueando, enred¨¢ndose en sus propios pies, haciendo el payaso. El p¨²blico se qued¨® con ella.
Entretanto, lo negro se hab¨ªa puesto de moda en Par¨ªs. El arte africano modifica decisivamente la obra de Picasso, Derain, Matisse... L¨¨ger, impresionado por una exposici¨®n en el Mus¨¦e des Arts D¨¨coratifs, sugiere a Andr¨¦ Devin, gerente del Th¨¦?tre des Champs Elys¨¦es, que presente un espect¨¢culo hecho por negros. Caroline Dudley, esposa de un cargo de la embajada estadounidense, le propone importar Shuffle Along o, mejor, crear un musical nuevo con artistas de la otra orilla. Con el visto bueno de Davin, la Dudley contrata en Nueva York a la orquesta de Claude Hopkins, a Maud de Forest, cantante de blues; a varios bailarines, la Baker y ocho coristas, y los embarca en el Berengaria. "Cuando la Estatua de la Libertad desapareci¨® en el horizonte, me sent¨ª libre", escribi¨® la que acabar¨ªa siendo estrella del espect¨¢culo. En Par¨ªs se les sum¨® el clarinetista de Nueva Orleans Sidney Bechet, que hab¨ªa llegado cinco a?os antes con la Southern Syncopated Orchestra.
La revista negra se gest¨® en Nueva York en 1925 y se acab¨® de ensayar en Par¨ªs. Jacques Charles, productor del Moulin Rouge, le dio un toque er¨®tico y desplaz¨® el eje del espect¨¢culo de Maud de Forest a Jos¨¦phine Baker. Charles pens¨® que la l¨ªnea de coristas, sim¨¦trica y disciplinada, no era lo que cab¨ªa esperar de una compa?¨ªa negra: faltaba un n¨²mero m¨¢s animal. Se invent¨® una "danza salvaje" y pidi¨® a la Baker que la interpretara vestida s¨®lo con short y un cintur¨®n de plumas. Fue la apoteosis. La revista negra descubri¨® a los europeos el charlest¨®n, pero sobre todo les descubri¨® a la Baker. El p¨²blico jam¨¢s hab¨ªa visto a una mujer bailando al modo africano, con las rodillas dobladas, inflando las mejillas, desarticulando cada miembro, sacudiendo el culo el¨¦ctricamente. Los cr¨ªticos la llamaron serpiente, pantera, jirafa, canguro, colibr¨ª. Sal¨ªa de escena a cuatro patas, con la grupa m¨¢s alta que la cabeza. Subyug¨® y escandaliz¨®. "El trasero existe", contest¨® la Baker a quienes la zahirieron. "No veo motivo para avergonzarse de ¨¦l. Aunque hay traseros tan insignificantes que s¨®lo sirven para sentarse". El esc¨¢ndalo del estreno de La revista negra es equiparable a los de Ub¨² rey, La consagraci¨®n de la primavera y Parade. Algunos creyeron llegado el fin de la cultura europea. En el otro extremo, el compositor y jazzman Will Marion Cook, juzg¨® el espect¨¢culo severamente: "Shuffle Along, The Chocolate Dandies, Dixie to Broadway y esta revista traicionan lo negro, son imitaciones de piezas blancas s¨®rdidas".
Toda Europa quiso ver La re
vista negra. En Berl¨ªn, la Baker se sinti¨® a sus anchas. Max Reinhardt le ofreci¨® trabajar en el Deutsches Theater, pero volvi¨® a Par¨ªs porque ten¨ªa firmado el estreno de La Folie du jour, revista donde, desliz¨¢ndose por el tronco de un ¨¢rbol, irrumpe en el sue?o de un explorador vestida con una faldita de bananas. La animalidad de Jos¨¦phine Baker encuentra su equivalente hoy en la danza igualmente posesa de Julie Dossavi, y su complementario en el butoh hipn¨®tico de la belga blanca P¨¦ Vermeersch, desnuda en Blondes Have no Soul de principio a fin con la naturalidad del reci¨¦n nacido. La Op¨¦ra-Comique y su director, J¨¦r?me Savary, evocan La revista negra en el musical hom¨®nimo estrenado el 1 de julio en Anjou, que visita el Festival de Peralada y Los Veranos de la Villa antes de desembarcar en Par¨ªs.
25 y 26 de julio.
La revista negra. Perpi?¨¢n (Francia), 8 de julio. Festival de Peralada (Girona), 15 de julio. Los Veranos de la Villa (Madrid),
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