Contra los fantasmas

Hay muchas cosas que las dos finalistas de Wimbledon querr¨¢n olvidar cuando hoy (Canal +, 15.00) salten a la pista central para disputar el t¨ªtulo m¨¢s preciado del tenis. Ni la francesa Amelie Mauresmo, la n¨²mero uno, ni la belga Justine Henin, la tres, han ganado nunca en la catedral, que sigue siendo su asignatura pendiente. Sin embargo, m¨¢s que el triunfo en s¨ª, las dos buscar¨¢n enterrar sus fantasmas para sentir la completa satisfacci¨®n que supone levantar la bandeja de plata.

Mauresmo alcanz¨® la final tras superar a la rusa Mar¨ªa Sharapova en un partido que se le complic¨® en una segunda manga que tuvo pr¨¢cticamente ganada y que se le escap¨®. Aqu¨¦lla fue la imagen de una tenista perdedora que, por fin, parece haber superado el estado de shock que le produc¨ªa la tensi¨®n de tener que cerrar un partido. "Todas notan los nervios en estas situaciones", se defiende ella. Pero por su cabeza debieron de pasar en aquellos momentos las fotograf¨ªas de los partidos que pudo ganar en las semifinales de 2004 y 2005 y que acab¨® perdiendo, impotente para reaccionar: derrotas ante las estadounidenses Serena Williams por 6-7, 7-5 y 6-4 y Lindsay Davenport, el a?o pasado, por 6-7, 7-6 y 6-4.

Contra toda esa inestabilidad debi¨® luchar Mauresmo desde que en 1999 alcanz¨®, de forma impensable, la final del Open de Australia. El mundo descubri¨® all¨ª a una tenista con un potencial tremendo y un rev¨¦s impresionante, llamada a remover las mismas entra?as de su deporte. Sin embargo, el resplandor se fue diluyendo cuando empezaron a aparecer historias sobre su vida privada que la afectaron y se convirti¨® en una jugadora con una mentalidad muy fr¨¢gil. Tuvo que esperar hasta finales de 2005 para que su nombre figurara en un palmar¨¦s importante: el del Masters. Y en enero pasado sum¨® su primer grand slam, precisamente el Open de Australia. Pero gan¨® a una Henin lesionada.

Ahora, en Wimbledon, volver¨¢ a enfrentarse a la belga. "Ella fue capaz de controlar sus emociones en la pista siendo mucho m¨¢s joven que yo", confiesa Mauresmo; "pero yo lo sigo intentando".

Tambi¨¦n Henin tiene fantasmas por enterrar en Wimbledon. Cuando disput¨® su primera final, en 2001, se enter¨® tras perder contra la norteamericana Venus Williams de que su abuelo, con quien manten¨ªa una excelente relaci¨®n, hab¨ªa fallecido. Fueron dos golpes consecutivos, que tambi¨¦n hoy intentar¨¢ olvidar.

Ruano, finalista en dobles

Virginia Ruano y la argentina Paola Su¨¢rez se clasificaron para la final de dobles al vencer por 6-4 y 6-3 a las ucranias Yuliana Fedak y Tatiana Perenibis.