Desde aqu¨ª arriba
Hubo un d¨ªa hace no mucho en el que me hice a la idea de que las tardes de julio me las pasar¨ªa delante de la pantalla -primero, de la del televisor; luego, de la del ordenador-. Inicialmente no era mi idea. Mi idea era estar en Francia esta semana evitando las ca¨ªdas y haciendo lo que se pudiese y escribir luego estas l¨ªneas apresuradamente en los huecos que encontrase entre el final de etapa, el masaje y la cena. Pero no; me toc¨® dejar la estrechez del sill¨ªn y buscar el mullido del sill¨®n. Cambi¨® la comodidad, es cierto, y tambi¨¦n el punto de vista.
Ayer, viendo el tercer sprint triunfal de McEwen, estaba impaciente por volver a cambiar ese punto de vista, ahora por otro bien diferente. En la toma frontal se vio el trabajo perfecto de su lanzador, pero para apreciarlo en toda su grandeza hac¨ªa falta la toma cenital, la del helic¨®ptero. ?Precioso! Muy parecido a lo de ?scar Freire 24 horas antes, s¨®lo que ayer lo de Steegmans fue en sacrificio de su l¨ªder y lo del c¨¢ntabro fue para s¨ª mismo.
Y lo mejor del d¨ªa ha llegado m¨¢s tarde. Me he ido a la p¨¢gina oficial del Tour en el oc¨¦ano de Internet buscando informaci¨®n de la contrarreloj de hoy y all¨ª me he encontrado con una sorpresa que dec¨ªa: tour en google earth. Por supuesto -curiosidad- all¨ª he pinchado y me he encontrado esta vez con un nuevo y sorprendente punto de vista.
A los que no conozcan este programa les dir¨¦ que, en s¨ªntesis, es algo as¨ª como una gran foto de sat¨¦lite de toda la superficie terrestre. Te puedes situar encima de cualquier lugar y hacer zoom sobre ese punto. Seg¨²n la resoluci¨®n de la zona en cuesti¨®n, puedes ver detalles realmente sorprendentes.
As¨ª pude ver c¨®mo hace dos d¨ªas los corredores pasaban en el ¨²ltimo kil¨®metro pegando al hip¨®dromo de Caen. Viendo en los sprints como van de desbocados, no habr¨ªa sido mala idea haberles metido all¨ª directamente. Tambi¨¦n he visto una imagen de la meta de ayer desoladora, sin gente ni coches, en mitad de una carretera que atravesaba una zona industrial. Nada que ver con lo que parec¨ªa en la tele. He visto las largas rectas que atravesar¨¢n el martes en la etapa de las Landas. Largas en el ordenador, as¨ª que c¨®mo ser¨¢n en bici. He visto el Izoard en medio de la nieve, donde s¨®lo aparecen posibles pistas de esqu¨ª, no carreteras. Y, lo mejor de todo, he visto con todo detalle los Campos El¨ªseos. Un poco m¨¢s y se ven las palomas. Yo he visto gracias a la tecnolog¨ªa el final del viaje. A ellos, pobrecillos, a¨²n les quedan m¨¢s de dos semanas.
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