Cat¨®licos discrepantes con los fastos
Religiosos y fieles de base censuran el gasto de la visita y la exaltaci¨®n de la familia tradicional
No todos los cat¨®licos participan de la misma forma ante la visita de Benedicto XVI a Valencia. Los hay que engalanan sus balcones, se han desplazado con sus hijos desde la otra punta del mundo, alojan a peregrinos en casa o se han apuntado como voluntarios a la organizaci¨®n del V Encuentro Mundial de las Familias. Pero tambi¨¦n se puede ser cat¨®lico y ver con recelo la visita del Papa a Valencia. E incluso ser sacerdote y ser cr¨ªtico.
Es el caso de Julio Ciges, p¨¢rroco de la iglesia de Vera, en la Malva-rosa, un barrio popular del distrito mar¨ªtimo de la ciudad. "Tal y como se han desbordado las cosas, este viaje me causa preocupaci¨®n y, por el gran amor que tengo a la Iglesia, me hace sufrir mucho", comenta. Ciges es la voz del Grup de rectors del dissabte (grupo de sacerdotes del s¨¢bado), un colectivo de unos 30 religiosos de barrios obreros de la ciudad. Un tapiz de Juan XXIII recibe a los visitantes que entran en su casa, adosada a la iglesia. "Que conste que como creyente y sacerdote me gusta que el obispo de Roma viste a las comunidades cristianas", insiste en aclarar. Otra cosa es c¨®mo se ha desarrollado el viaje, que ha despertado cr¨ªticas en sectores de la sociedad valenciana que consideran desmesurado el gasto y acusan al PP de manipular el programa de actos en beneficio propio.
"Estos actos se acercan a un espect¨¢culo con el peligro de 'papolatr¨ªa" , dice un sacerdote
"Desde Juan Pablo II", estos actos "m¨¢s bien se aproximan a un espect¨¢culo que da salida a las efervescencias pasionales por el Papa, con el peligro de caer en la papolatr¨ªa". Pero adem¨¢s, considera preocupante la "utilizaci¨®n pol¨ªtica y partidista" del encuentro. "La patrimonializaci¨®n que se ha consentido que tenga la derecha con la visita, en contra de la izquierda gobernante, que tambi¨¦n quiere aprovecharla, es realmente preocupante y est¨¢ dividiendo mucho a la ciudadan¨ªa". Por eso no le extra?a que haya fieles que no ven con demasiados buenos ojos la visita, que entienden demasiado fastuosa, especialmente en los barrios perif¨¦ricos: "Es gente con una sensibilidad mucho m¨¢s social".
Julio Ciges es la cara amable de la disidencia cat¨®lica junto a grupos como la comunidad de vida cristiana Ignacio Ellacur¨ªa. Recientemente, sus integrantes advirtieron del peligro de que el encuentro "fuera rentabilizado por poderes pol¨ªticos y empresariales, adem¨¢s de estar invisibilizando cuestiones medulares sobre el papel que la familia tiene en la sociedad". Integrado por un centenar de personas, es una de las tres comunidades que hay en Valencia impulsadas por jesuitas para que los laicos participen de forma activa en la Iglesia. En sus manifestaciones, defienden la validez de modelos familiares diferentes al tradicional y recuerdan la generalizaci¨®n de nuevas f¨®rmulas de convivencia, sobre las que reclaman la atenci¨®n de la Iglesia al apelar a "acoger los nuevos modos de acoger y proyectar un amor sincero" adem¨¢s de "tender una mirada optimista en un futuro que incluya de verdad a todos".
M¨¢s cr¨ªticos son otros grupos de cat¨®licos integrados en la plataforma Jo no t'espere. Entre ellos, se encuentra Cat¨®licas por el derecho a decidir, Som Esgl¨¦sia o las Comunitats Cristianes Populars. "No es que no queramos que venga, es que no nos gusta c¨®mo se ha planteado la visita", comenta el portavoz de las comunidades Demetrio Orte, un sacerdote de 59 a?os que ejerce en comunidades de base, casado "sin pedir dispensa y por lo civil" hace 22 a?os y tiene una hija. "Estamos en contra de esta parafernalia, del gasto sin medida de la Administraci¨®n p¨²blica que no ha regateado un duro". Pero tambi¨¦n contra esta "religiosidad masiva, aparatosa, que suena a tiempos del Nacional Catolicismo", comenta. "La eucarist¨ªa no es un espect¨¢culo medi¨¢tico". Esta asociaci¨®n pone el acento en el hecho de que todas las familias importan. "No se puede imponer un ¨²nico y tradicional modelo". "?Por qu¨¦ tanta hipocres¨ªa y castigo de la jerarqu¨ªa hacia las familias homoparentales, casadas en segundas nupcias, formadas por sacerdotes secularizados o inmigrantes a quienes se impide la reagrupaci¨®n familias?".
Junto a estos grupos cat¨®licos, Jo no t'espere recibi¨® la semana pasada el aval de dos te¨®logos del peso de Juan Jos¨¦ Tamayo y Jos¨¦ Mar¨ªa del Castillo. El propio Tamayo se opone al viaje de Benedicto XVI "tal y como ha sido programado" por la ambig¨¹edad de la vista. "Viene como Jefe de Estado y se relaciona con autoridades del estado a su mismo poder, lo que est¨¢ en abierta contradicci¨®n con el principio evang¨¦lico del servicio", apunta. "Pero por otra parte, viene como l¨ªder religioso de los cat¨®licos que ni ha sido elegido democr¨¢ticamente, por tanto no los representa, ni su mensaje representa el sentir com¨²n de los cat¨®licos, ya que hay muchos que no comparten sus planteamientos sobre la familia".
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