Victoria de los Kal¨¢shnikov

Las armas no callaron mientras la ONU deliberaba: durante las dos ¨²ltimas semanas en que se desarroll¨® la Conferencia sobre armas ligeras, en Nueva York, murieron 12.000 personas en el mundo por culpa del tr¨¢fico il¨ªcito de este tipo de armamento, que el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, calific¨® de "destrucci¨®n masiva". La intransigencia de una minor¨ªa de pa¨ªses y la pasividad del resto fueron la raz¨®n del fracaso. Y la voz de las ONG fue insuficiente para alentar a que se lograra un consenso sobre una declaraci¨®n pol¨ªtica que permitiera reforzar los controles en las transferencias y establecer principios para un tratado internacional que regule el comercio de armas.

La reuni¨®n arranc¨® el pasado 26 de junio en el marco de las Naciones Unidas con unas expectativas limitadas. La conferencia ten¨ªa como objetivo primordial revisar los progresos realizados en el marco del Plan de Acci¨®n para la prevenci¨®n, el combate y la erradicaci¨®n del tr¨¢fico il¨ªcito de las armas peque?as y ligeras, adoptado en 2001, y establecer nuevos mecanismos de control para evitar que estas armas entren en las redes clandestinas. La ONU estima que de los 4.000 millones de d¨®lares que se mueven al a?o en este mercado, 1.000 millones van al tr¨¢fico il¨ªcito. Esto explica que un millar de personas mueran al d¨ªa en todo el mundo por estas armas ligeras o de peque?o calibre. La m¨¢s popular es el fusil de asalto Kal¨¢shnikov, seg¨²n las ONG Interm¨®n Oxfam y Amnist¨ªa Internacional.

Las ONG hicieron presi¨®n durante la reuni¨®n en cinco cuestiones principales: reforzar los controles en las transferencias de armas ligeras para evitar que se desv¨ªen hacia redes il¨ªcitas; incluir la munici¨®n en el plan; regular la posesi¨®n civil; establecer principios b¨¢sicos para un tratado que regule el comercio de armas; y ligar estos principios al desarrollo. Pero su voz y los n¨²meros que se pusieron sobre la mesa durante la conferencia fueron insuficientes para forjar un consenso.

Una vez m¨¢s, como suele ocurrir en las conferencias de la ONU, se impusieron los intereses de un restringido grupo de pa¨ªses sobre la posici¨®n de la mayor¨ªa. "Algo parec¨ªa que iba a salir. Al menos un texto descafeinado. Pero es que no hay acuerdo formal en nada", se lamentaba tras el cierre de la reuni¨®n. La negociaci¨®n se top¨® con la oposici¨®n de un pu?ado de pa¨ªs en los cinco temas principales a debate, a lo que se sum¨® la pasividad de la mayor¨ªa y una posici¨®n d¨¦bil del presidente de la conferencia, Prasad Kariyawasam.

Ir¨¢n, Cuba, India y Pakist¨¢n fueron inflexibles en el control de las transferencias, mientras que EE UU se neg¨® a que se dieran pasos en el ¨¢mbito de la posesi¨®n civil. Venezuela y Egipto hac¨ªan de las suyas en la cuesti¨®n de los nuevos principios para un futuro convenio internacional y los pa¨ªses del Caribe se negaban a vincular el desarrollo y el control de las armas ligeras. China y Rusia se mantuvieron a la sombra en las negociaciones. Y ante todo esto, los pa¨ªses de la UE, ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina se convirtieron en "rehenes de la minor¨ªa", como dice la ONU.

"La comunidad internacional ha perdido una oportunidad de oro por no ponerse de acuerdo en un tema trascendental para la seguridad y la estabilidad en muchos pa¨ªses pobres", lamenta Ricardo Mag¨¢n, responsable de la compa?a Armas bajo control de Interm¨®n Oxfam. "Esto a quien le afecta es a los millones de personas que viven cada d¨ªa bajo la amenaza y los efectos de estas armas de destrucci¨®n masiva. Mucha gente estaba interesada en que saliera algo de la conferencia", remacha, a la vez que culpa a todos los pa¨ªses en su conjunto por el fracaso. Julios Arile, atleta superviviente del conflicto en Kenia, no ocult¨® su decepci¨®n por el resultado de la conferencia. "El mundo no ha hecho nada por ayudarme ni a m¨ª ni a un mill¨®n de personas como yo", dijo el keniano, que entreg¨® a Kofi Annan una petici¨®n firmada por un mill¨®n de v¨ªctimas como ¨¦l en 160 pa¨ªses.

La incertidumbre se cierne sobre el futuro del Plan de Acci¨®n. Las revisiones futuras est¨¢n en el aire, porque el mecanismo adoptado en 2001 no contempla un sistema de supervisi¨®n. Pero los expertos en la ONU explican que el acuerdo sigue vivo en la teor¨ªa. El presidente Kariyawasam dice que, a pesar del resultado, el Plan de Acci¨®n sigue siendo un instrumento central para hacer frente a las actividades il¨ªcitas de tr¨¢fico de armas. Es m¨¢s, el diplom¨¢tico de Sri Lanka se da por satisfecho con que esta conferencia haya atra¨ªdo la atenci¨®n internacional hacia la cuesti¨®n, lo que lleg¨® a calificar de "¨¦xito".

Los representantes de la sociedad civil se echan las manos a la cabeza con esta afirmaci¨®n. "Es un ¨¦xito de mala negociaci¨®n", dicen muchos. La Asamblea General debe decidir en octubre que hacer, cuando arranque el debate sobre el pol¨¦mico Tratado Internacional para el tr¨¢fico de armas.