Los 'cebadas gago' rompen el mito

El cuarto encierro de las fiestas de San Ferm¨ªn se sald¨® con un herido por asta de toro a lo largo de una carrera tranquila y muy espectacular, con cinco de los toros de Cebada Gago a la cabeza desde el inicio del recorrido. Las estad¨ªsticas se?alaban que la ganader¨ªa de Medina Sidonia ha resultado hist¨®ricamente la m¨¢s peligrosa y salvaje, con 37 corneados a lo largo de sus participaciones en los ¨²ltimos 20 a?os. Sin embargo, pese a la prevenci¨®n de los corredores, los animales se comportaron con una gran nobleza y s¨®lo derrotaron en un par de ocasiones. En una de ellas, el corredor pamplon¨¦s F. J. P. B. sufri¨® una cornada en el muslo izquierdo mientras corr¨ªa en Estafeta, por lo que tuvo que ser intervenido quir¨²rgicamente y se encuentra en estado grave. El otro trasladado, que ya ha sido dado de alta, fue el madrile?o J. D. E., de 21 a?os, que sufri¨® un traumatismo craneal leve tras una ca¨ªda durante su carrera.

Tras el cohete lanzado en los corrales de Santo Domingo, cinco de los burracos dejaron atr¨¢s a los bueyes y se abrieron ligeramente, permitiendo a los corredores coger cuerno y lucirse en la cuesta de Santo Domingo y en la entrada al Ayuntamiento. El grupo sigui¨® estirado hasta la curva de Mercaderes y Estafeta, donde los cinco cebadas chocaron contra la protecci¨®n. Mientras un cabestro tomaba la cabeza, uno de los toros casta?os cambi¨® de rumbo y barri¨® la parte derecha de la calle, provocando la ¨²nica cogida de la ma?ana, aunque inmediatamente volvi¨® al centro del adoquinado.

En Estafeta, los cinco hermanos de camada mantuvieron una carrera m¨¢s lenta y con grandes posibilidades de lucimiento para los mozos, que llevaron a los toros con limpieza y, en el caso de un par de expertos corredores, pudieron mantener el ritmo m¨¢s de cien metros. Sin problemas en el callej¨®n, los animales entraron en los corrales de la plaza. S¨®lo faltaba el rezagado, un burraco casta?o que realiz¨® la carrera en solitario, pero sin causar da?os.

Pese a la limpieza de las dos ¨²ltimas carreras, en los hospitales de Pamplona permanecen seis personas. El caso m¨¢s grave es el del neoyorquino Ray Duchrane, de 31 a?os y que sufre una paraplejia tras ser violentamente golpeado por una vaquilla y que ayer tuvo que ser entubado por complicaciones pulmonares. El resto de corredores evoluciona favorablemente y se espera su alta en las pr¨®ximas horas.

Para hoy, la ganader¨ªa de Osborne ser¨¢ la encargada de mantener el riesgo en los 850 metros del recorrido del encierro, un encaste que tambi¨¦n destaca por su propensi¨®n a derrotar y a completar carreras complejas y con bastantes heridos.