Cambio clip rojo por una casa

"Quiero cambiar este clip rojo por algo m¨¢s grande o mejor. Un bol¨ªgrafo, una cuchara o quiz¨¢s una bota. Si prometes hacer trueque conmigo, prometo ir hasta donde est¨¦s. Voy a continuar la cadena de intercambios hasta que consiga una casa. O una isla. O una casa en una isla. Imag¨ªnatelo". Kyle MacDonald, un canadiense de 26 a?os, colg¨® este anuncio en la web craigslist.com hace exactamente un a?o. Hoy recibir¨¢ las llaves de una casa en Kipling (Saskatchewan), un pueblo canadiense de un millar de habitantes cuyo alcalde supo de la enloquecida cadena de trueques que MacDonald estaba realizando y decidi¨® ofrecerle un hogar para que la publicidad del disparatado intercambio le ayudara a poner su pueblo en el mapa internacional.

Y es que hoy, si uno no es noticia gracias a Internet, no es nadie. Y si no tiene ideas para poner en pr¨¢ctica con la ayuda del ciberespacio, tampoco. "Vivo de alquiler, pero siempre quise tener una casa. No ten¨ªa dinero para comprarla, pero ten¨ªa un clip rojo", explica MacDonald en su blog oneredpaperclip.blogspot.com.

La idea surgi¨® de un juego que Kyle sol¨ªa practicar de peque?o en Vancouver: mayor o mejor. Consiste en recorrer el vecindario intentando cambiar cosas. Parad¨®jicamente, la filosof¨ªa que le movi¨® a ponerlo en pr¨¢ctica fue, seg¨²n dice, el practicar m¨¢s el puerta a puerta y menos Internet. "No sab¨ªa lo que podr¨ªa tardar en conseguir la casa, ni siquiera si ser¨ªa posible, pero pens¨¦ que si era persistente, al final la obtendr¨ªa".

Dicho y hecho. MacDonald primero cambi¨® su clip rojo por un bol¨ªgrafo con forma de pez. Despu¨¦s lo que consigui¨® fue un pomo de puerta de cer¨¢mica, que le llev¨® a viajar hasta Seattle para recogerlo personalmente. Cambi¨® un generador rojo por un barril de cerveza, y una moto de nieve que volvi¨® a cambiar por unas vacaciones gratis en Yahk. A medida que los trueques se suced¨ªan, MacDonald iba dejando constancia de ellos en su p¨¢gina web, viajando por Canad¨¢ y Estados Unidos para realizar los intercambios personalmente y haci¨¦ndose fotos con los protagonistas de cada transacci¨®n. Obtuvo un contrato con una discogr¨¢fica, una cena con el cantante Alice Cooper y hasta un papel en una pel¨ªcula que dirigir¨¢ el actor Corbin Bernsen. Eso fue lo que finalmente le llev¨® hasta la casa en la localidad de Kipling.

"Somos una comunidad peque?a y estamos intentando promover el turismo. Qui¨¦n sabe, a lo mejor ahora la gente pensar¨¢ 'este pueblo suena interesante' y decidir¨¢ mudarse aqu¨ª; ser¨ªa maravilloso", explicaba Pat Jackson, alcalde de la localidad, en el diario Daily Mail. ?Y qu¨¦ va a hacer el pueblo con un papel en una pel¨ªcula? Pues convertirlo en el centro de una selecci¨®n de car¨¢cter internacional para encontrar al actor que sustituya a MacDonald.

En Kipling le recibir¨¢n hoy con todos los honores: le entregar¨¢n las llaves de la ciudad, le proclamar¨¢n alcalde por un d¨ªa y ciudadano honorario, le dar¨¢n 200 d¨®lares para que se los gaste en una buena juerga, y adem¨¢s le han prometido que construir¨¢n el clip rojo m¨¢s grande del mundo en homenaje a su proyecto.

MacDonald, que hasta ahora repart¨ªa pizzas y plantaba ¨¢rboles en Montreal para sobrevivir, s¨®lo tiene un plan inmediato: pintar de rojo su nueva casa. Una pregunta pertinente es: ?se acabaron los trueques? "La idea era parar aqu¨ª, pero...", apunta MacDonald.