Otra vez el avispero
Cuanto peor, mejor. As¨ª parece haber pensado el grupo islamista proiran¨ª de Hezbol¨¢ con el secuestro ayer de dos soldados israel¨ªes y la muerte de otros siete en una acci¨®n en el sur de L¨ªbano. El hecho se present¨® como represalia de un intento frustrado israel¨ª de acabar en Gaza con la vida de un dirigente de uno de los brazos armados de Ham¨¢s, que desde hace cinco meses dirige el Gobierno palestino tras su victoria en las legislativas del pasado enero. La respuesta, obviamente, no se ha hecho esperar. El Ej¨¦rcito hebreo ha emprendido una ofensiva a¨¦rea contra L¨ªbano, pa¨ªs al que el primer ministro, Ehud Olmert, culpa de la acci¨®n guerrillera.
Seg¨²n el jefe del Gobierno de coalici¨®n israel¨ª, "es un acto de guerra, y no una acci¨®n terrorista, de un Estado soberano (L¨ªbano) contra Israel sin raz¨®n y sin provocaci¨®n". Pero no s¨®lo L¨ªbano, del que Israel se retir¨® en 2000, est¨¢ ahora en el punto de mira hebreo. Tambi¨¦n Siria, a quien las autoridades israel¨ªes acusan de abortar las negociaciones para la liberaci¨®n del cabo Gilad Shalit, capturado el pasado 25 de junio por una partida de Ham¨¢s no controlada por el Ejecutivo palestino.
Emerge de nuevo con fuerza como en los peores tiempos el avispero de Oriente Pr¨®ximo, extendi¨¦ndose m¨¢s all¨¢ del conflicto palestino-israel¨ª en los territorios ocupados. La situaci¨®n en Gaza, donde carros de combate del Tsahal volvieron a entrar ayer, dividiendo el territorio en dos, y causando al menos 18 muertos, es de tal gravedad que el territorio puede estar a las puertas de una cat¨¢strofe humanitaria sin precedentes tras la destrucci¨®n de infraestructuras, la escasez de agua y electricidad y el bloqueo de mercanc¨ªas que impide la llegada de la ayuda humanitaria. Con la llegada al poder de Ham¨¢s, la Uni¨®n Europea suspendi¨® todo tipo de ayuda excepto la humanitaria, que intenta hacer llegar a trav¨¦s de canales distintos a los del Gobierno islamista.
Todo ahora parece estar una vez m¨¢s en el aire, o simplemente ha estallado en a?icos: el intento frustrado del presidente egipcio Mubarak para negociar el canje del cabo Shalit por presos palestinos; las buenas intenciones del presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, para persuadir al Gobierno de Ham¨¢s a reconocer a Israel y renunciar al terrorismo a cambio de que ¨¦ste se retire hasta las fronteras anteriores a la guerra de 1967; y el compromiso de Olmert de evacuar la mayor parte de asentamientos en Cisjordania. El Gobierno de Ham¨¢s est¨¢ actuando de una manera irresponsable, tanto como lo est¨¢ haciendo el de Olmert. De nuevo es momento de que la comunidad internacional, y especialmente EE UU y la Uni¨®n Europea, act¨²en con medidas mucho m¨¢s dr¨¢sticas que los simples llamamientos a la calma.
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