?C¨®mo los caminos de la 'yihad' pasan por Bombay?
La actividad terrorista en el sur de Asia es muy acusada, incluyendo la que llevan a cabo grupos y organizaciones relacionados con las tramas del terrorismo global. Lo ocurrido en Bombay tiene numerosos antecedentes en esa misma ciudad y en el conjunto de la India, aunque los atentados de esta semana se encuentran entre los tres incidentes terroristas m¨¢s letales perpetrados en dicho pa¨ªs o contra intereses y ciudadanos del mismo a lo largo de los ¨²ltimos veinte a?os. Los otros dos fueron obra de fan¨¢ticos sijs y de islamistas a¨²n no insertos en las redes del actual terrorismo internacional. ?ste es el caso de la serie de explosiones que en marzo de 1993 ocasionaron casi 300 muertos en aquella misma ciudad. Adem¨¢s de semejante episodio, hubo otros dos importantes atentados m¨²ltiples antes de los ocurridos el martes. El ¨²ltimo, el pasado mes de diciembre en Nueva Delhi, donde dos bombas en un mercado y otra tercera en un autob¨²s provocaron cerca de 70 muertos. Tampoco ha sido la primera vez que un tren es blanco del terrorismo en la India, ni siquiera el primer atentado en serie contra ese medio de transporte registrado en el subcontinente.
?Qu¨¦ quiere esto decir? Pues que el terrorismo forma parte del repertorio de violencia insurgente en la India desde hace d¨¦cadas. Como tal repertorio, ha sido utilizado por numerosos actores colectivos, especialmente por fundamentalistas religiosos y m¨¢s en concreto por grupos islamistas agraviados por distintas razones con las autoridades indias. Ahora bien, con el inicio de los a?os noventa, el terrorismo yihadista ha adquirido una especial relevancia como fen¨®meno perturbador de la convivencia en la sociedad india y como amenaza a la seguridad colectiva en dicho pa¨ªs. Una parte de los grupos yihadistas que han ejecutado actos de terrorismo surgieron a partir de la propia poblaci¨®n musulmana india, como el Movimiento Isl¨¢mico de Estudiantes de la India (Students Islamic Movement of India, SIMI). Otros, por el contrario, proceden del conflicto por Cachemira que enfrenta desde sus or¨ªgenes a Pakist¨¢n con la India y se asientan en suelo del primero de esos pa¨ªses, aunque han venido operando en el territorio del segundo. Una parte de esos grupos y organizaciones yihadistas se ha reorientado hacia Al Qaeda y el movimiento de la yihad neosalafista global emanado de dicha estructura terrorista. Entre los que han sido absorbidos o est¨¢n fuertemente influidos por Al Qaeda se encuentran Lashkar e Toiba, Harkat ul Mijahideen, Harkat ul Jihad al Islami y Jaish e Mohammad.
?Lashkar e Toiba? ?El SIMI? Podr¨ªa ser aqu¨¦l. Pero tambi¨¦n este ¨²ltimo podr¨ªa estar detr¨¢s de las recientes explosiones de Bombay, de manera que el grupo habr¨ªa perfeccionado as¨ª la ejecuci¨®n de un anterior atentado m¨²ltiple contra trenes hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, cometi¨¦ndolo ahora con m¨¢s precisi¨®n y letalidad, quiz¨¢ emulando la experiencia de Madrid. Se cree que algunos de sus integrantes han participado junto a otros de Lashkar e Toiba en ciertos atentados y con elementos de Jaish e Mohammed incluso en la colocaci¨®n de una bomba contra un tren de cercan¨ªas en Bombay, en marzo de 2003, cuya deflagraci¨®n produjo 10 muertos y 70 heridos. El hecho de que militantes de uno y otro grupo aparecieran implicados en el acto indicar¨ªa convergencia ideol¨®gica y conveniencia pr¨¢ctica entre ambos. Es sabido que Jaish e Mohammed y Lashkar e Toiba son organizaciones terroristas de orientaci¨®n yihadista con sede en Pakist¨¢n. Durante los a?os noventa, los miembros del SIMI se radicalizaron a partir de posiciones inicialmente islamistas pero no violentas, para terminar adoptando el objetivo del califato mundial y m¨¦todos yihadistas que se manifiestan en terrorismo. Es decir, prop¨®sitos y m¨¦todos con que Al Qaeda ha amalgamado las redes del terrorismo global. Con ¨¦stas est¨¢n relacionados aquellos dos grupos yihadistas basados en la Cachemira paquistan¨ª, por lo que resultar¨ªa muy veros¨ªmil que alguna de las tres aludidas organizaciones, o una combinaci¨®n variable de elementos provenientes de m¨¢s de una, est¨¦n envueltos en la matanza de Bombay.
La implicaci¨®n de Al Qaeda podr¨ªa ser directa o, lo que es m¨¢s probable, indirecta, bien con la intermediaci¨®n de facilitadores, bien a trav¨¦s de grupos asociados o entidades influidas. Desde 2003, Ayman al Zawahiri viene emitiendo mensajes hostiles hacia la India y los hind¨²es, una campa?a propagand¨ªstica que se acentu¨® tras la visita que el presidente estadounidense, George Bush, hizo a la India el pasado mes de marzo. Osama Bin Laden, en un mensaje emitido a trav¨¦s de Al Jazeera el 23 de abril de este a?o, hizo por primera vez una referencia a la India, aludiendo a la supuesta existencia de una "guerra de cruzados, sionistas e hind¨²es contra los musulmanes". Osama Bin Laden tambi¨¦n mencion¨® a Espa?a unos meses antes del 11 de marzo, convirti¨¦ndola as¨ª en blanco declarado de una amenaza que se cumpli¨®. En la India, esa amenaza se habr¨ªa materializado tambi¨¦n a los pocos meses. Que el tipo de atentado perpetrado en Bombay se asemeje a otros cometidos, fuera de zonas en conflicto como la afgana o la iraqu¨ª, por grupos y organizaciones vinculadas al movimiento de la yihad neosalafista global dar¨ªa mayor verosimilitud a esta hip¨®tesis. Pero, dejando a un lado discusiones sobre el grado de participaci¨®n de Al Qaeda, que oscilar¨ªa entre la inspiraci¨®n o designaci¨®n de blancos y la planificaci¨®n o el involucramiento activo, caben pocas dudas de que las casi 200 v¨ªctimas mortales y m¨¢s de 700 heridos en una l¨ªnea ferroviaria de Bombay esta semana son producto del terrorismo yihadista.
Fernando Reinares es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos e investigador principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano.
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