Una exposici¨®n de la Sala Kubo eleva el libro a la categor¨ªa de objeto escult¨®rico

El d¨ªa que Eduardo Chillida escuch¨® al ceramista Hans Spinner golpeando en el suelo bloques de arcilla sinti¨® curiosidad por el barro, material que nunca le hab¨ªa gustado. Ah¨ª est¨¢ el origen de sus lurras y de otras piezas que realiz¨® en Grasse (Francia), en el taller de este artesano que ha contagiado su inter¨¦s por los libros a distintos creadores. Tapi¨¨s, Anthony Caro, Jan Voss o Pierre Alechinsky han trabajado con ¨¦l. La Sala Kubo de Kutxa presenta ahora en San Sebasti¨¢n algunos de estos trabajos en El cincel y la palabra, una exposici¨®n de 48 esculturas de piedra, terracota o metal, en la que 17 artistas muestran el libro como objeto creado no para ser le¨ªdo, sino para ser visto.

El cincel y la palabra, organizada con motivo de la celebraci¨®n del XXV aniversario de los Cursos de Verano de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, refleja con esculturas y textos que los libros, m¨¢s all¨¢ de su esencia literaria, han inspirado a grandes artistas del siglo XX en sus construcciones escult¨®ricas. Lo explicaba ayer de forma muy gr¨¢fica Koldobika Jauregi, el ¨²nico creador que se acerc¨® a la Sala Kubo y pos¨® ante sus tres piezas de madera y tinta china: "Cuando tienes afici¨®n por la literatura, vas acumulando libros, se crean diferentes vol¨²menes. Y esa representaci¨®n como objeto es ya para nosotros una escultura".

El germen de la muestra, que permanecer¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 10 de septiembre, hay que buscarlo en la intensa actividad creadora generada en el taller de Spinner, seg¨²n cont¨® la comisaria de la exposici¨®n Sally Radic y confirman las cifras. Porque 26 de los 48 libros expuestos en la sala han nacido de la colaboraci¨®n entre el ceramista y diferentes artistas. "Este hombre siempre ha tenido una obsesi¨®n por los libros y ha ido pidiendo obras relacionadas con este tema". Tapi¨¨s trabaj¨® con ¨¦l, pero ha preferido enviar sus libros en bronce. La idea de la exposici¨®n era mostrar la variedad de materiales y tipos de obras art¨ªsticas que han inspirado los libros, as¨ª que la propuesta fue aceptada de buena gana por los organizadores.

Hay propuestas de lo m¨¢s variadas en est¨¦tica -esmaltadas, pintadas, grabadas...-, pero tambi¨¦n en contenido. Lo mismo puede encontrarse una inspirada en c¨®mics (Jan Voss), que otras de tintes pol¨ªticos. Gottfried Honegger presenta, por ejemplo, un libro atado con cadenas y un candado con el s¨ªmbolo nazi. Es una referencia a la quema de libros que se dio en aquella ¨¦poca. "Como un poeta, estos artistas dirigen al espectador a trav¨¦s de sus miradas", dijo Radic.

La exposici¨®n, que presenta en su sala central obras de Pierre Alechinsky, la poetisa Salma El Mousfi, Miquel Navarro, Peter Klasen o Anthony Caro, tiene dos grandes hitos. El primero, en su sala de entrada, consagrada a la obra de Xavier Mascar¨® y a Manolo Vald¨¦s, artista que presenta una impresionante librer¨ªa y una mesa con libros y figura, a modo de bodeg¨®n escult¨®rico. El segundo lugar destacado est¨¢ subiendo las escaleras y muestra un libro de grabados al aguafuerte de Jorge Oteiza y varias piezas de Chillida: dos de tierra cocida muy similares a sus lurras y dos dos libros de aguafuertes, uno de ellos en homenaje a Bach.