Los clarines del pensamiento

Ayer fue un gran d¨ªa para un joven torero que tom¨® la alternativa: atiende al nombre de Santiago Ambel Posada. Esa efem¨¦rides la recordar¨¢ toda la vida. Se trata de acercarse al instante supremo que tantas veces so?ara desde que decidi¨® ser torero. Todo ello bajo la ¨²ltima emoci¨®n de una historia hecha realidad. Desde hoy, ese torero ha entrado en el privilegiado mundo de los toros. Mundo que defini¨® en tres versos Manuel Machado: "La hermosa fiesta brav¨ªa / de terror y de alegr¨ªa / de este viejo pueblo fiero...".

De ah¨ª que el toricantano se fuera, una vez que el padrino le cedi¨® los trastos -El Juli, con Miguel ?ngel Perera como testigo-, con su muleta ardiendo de deseos hacia el toro. Y tore¨® con un ritmo acelerado. Apunt¨® detalles, como, por ejemplo, que posee un notable juego de mu?ecas. Eso en su primero. En su segundo, sexto de la tarde, dibuj¨® un excelente derechazo con la mano muy baja. Ten¨ªa ese pase un eco delicioso. Sigui¨® acelerado. Le falt¨® una mejor colocaci¨®n en sus dos toros. Para colmo, en un momento de la faena de su segundo toro, el joven crey¨® que le abroncaban a ¨¦l, cuando la trifulca proven¨ªa de una andanada del sol de unos mozos contra otros. No obstante, todo se le debe perdonar en una tarde como aqu¨¦lla. Todo menos que se tirara a matar con una estocada alevosa. Eso no tiene disculpa.

El Juli demostr¨® dominio y una excelente colocaci¨®n en su primero. No alcanz¨® a dominar a su toro segundo. No lo entendi¨® y puso de relieve bastantes dudas.

Miguel ?ngel Perera tore¨® a su primero con cierta prestancia por las dos manos. Dej¨® en su haber pases templados, largos, con aguante. Pero le falt¨® profundidad, magia, duende. En su segundo toro estuvo muy encimista. Se hinch¨® a dar pases sin criterio riguroso. Era un dar por dar. En su muleta hubo mucho ice cream relleno de sosa nader¨ªa.

Recapitulando y viendo los toros que llevamos corridos hasta ayer, uno se debe a su memoria. A esa memoria que viene de otro tiempo y data ganader¨ªas como Conde de la Corte, Pablo Romero, Graciliano, Urquijo, Tulio e Isa¨ªas V¨¢zquez, Villamarta y un largo etc¨¦tera. Pegados a esos toros vienen al recuerdo los toreros y sus gestas inolvidables. Memoro a los Pepe Luis V¨¢zquez, El Andaluz, Rafael Ortega, Parrita, Antonio Ord¨®?ez, Camino y otro largo etc¨¦tera.

Los recuerdos son un don extraordinario que no se gasta con el uso. Adem¨¢s, viene Victor Hugo con su inmejorable apunte: "Sonad, sonad siempre, clarines del pensamiento".