Mas considera que Montilla no es m¨¢s que la continuidad del "fracasado" tripartito de izquierdas

Al d¨ªa siguiente de que el presidente Pasqual Maragall anunciara la fecha de las elecciones, el l¨ªder de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), Artur Mas, present¨® su balance de la legislatura. El tripartito de las izquierdas ha "fracasado" y ha sido un "mal gobierno", sentenci¨®. En cambio, CiU ha demostrado que tambi¨¦n desde la oposici¨®n "sabe servir al pa¨ªs". El resultado de esta ecuaci¨®n es, a su juicio, que ahora CiU est¨¢ en las mejores condiciones para ganar las elecciones. S¨®lo un dato inquieta este optimista augurio. El aspirante socialista a suceder a Pasqual Maragall, Jos¨¦ Montilla, representa un intento de dar continuidad al tripartito, al que s¨®lo podr¨ªa cerrar el paso una holgada victoria de CiU.

Los dirigentes de CiU no ocultan su satisfacci¨®n por la forma en que han llegado al final de su primera legislatura como fuerza de oposici¨®n en Catalu?a. Una de las ilusiones del tripartito de izquierdas que no se han materializado era la que abrigaba Esquerra Republicana (ERC): ocupar el espacio pol¨ªtico electoral de CiU aprovechando las palancas que ofrece el disfrute del poder.

Pero esta sustituci¨®n no se ha producido. Contra lo que muchas voces auguraron al principio de la legislatura, CiU no se ha deshecho tras ser desalojada del Gobierno. Lo que ha sucedido es lo contrario. CiU ha demostrado que pod¨ªa actuar desde la oposici¨®n, y en cambio Esquerra no ha sabido aprovechar la oportunidad de que ha dispuesto como fuerza de gobierno para disputar la hegemon¨ªa a CiU en el campo nacionalista.

El largo proceso del Estatuto de autonom¨ªa es ejemplo particularmente llamativo de la distinta capacidad de CiU y ERC para capitalizar su actuaci¨®n. El proceso se inici¨® con ERC como decidida impulsora y con CiU a remolque. Pero termin¨® con Artur Mas como firmante del pacto con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y con ERC defendiendo un no que puso fin al tripartito y origin¨® el adelanto de las elecciones.

Los m¨¢ximos dirigentes de CiU no ocultan su satisfacci¨®n por este desenlace. Han decidido pasar a la ofensiva y ayer lanzaron la primera oferta a los electores nacionalistas que puedan sentirse desenga?ados por el comportamiento de ERC. Adaptando a su manera una de las formulaciones de la izquierda francesa de hace 20 a?os, Artur Mas present¨® a CiU como "la casa com¨²n del catalanismo", a la que invit¨® a todos los electores que quieran evitar la repetici¨®n, aunque sea con otras caras, de un Gobierno de las izquierdas.

Mas explic¨® ayer que el retorno de ERC a la "equidistancia" entre CiU y el PSC carece de credibilidad. Para que la tuviera tendr¨ªa que incluir, a su juicio, el compromiso de reconocer el triunfo del candidato de la fuerza que quede en primer lugar en las elecciones. Y el de no hacer presidente al candidato que quede en segundo lugar.

Lo que preocupa a CiU es que despu¨¦s de la experiencia presidida por Pasqual Maragall y Josep Llu¨ªs Carod, la izquierda catalana vuelva a intentarlo con Montilla y con Joan Puigcerc¨®s, el secretario general de ERC, a quienes Mas calific¨® ayer como "inventores" del tripartito y propietarios de la correspondiennte patente, con Iniciativa Verds como tercera pata.

Para descalificar esta opci¨®n, CiU carga las tintas en la descalificaci¨®n de los tres a?os del Gobierno de Maragall. Con el eficaz concurso dial¨¦ctico del portavoz en el Parlament, Felip Puig, Mas present¨® ayer lo que CiU denomina "caja negra del tripartito". Se trata de un exhaustivo cat¨¢logo de los "incumplimientos", "desaguisados" y "peleas" que, en opini¨®n de CiU, jalonan los tres a?os del tripartito.