Una multinacional al servicio de Landis
El Phonak lo componen nueve corredores de otros tantos pa¨ªses, entre ellos el ¨²nico africano
A V¨ªctor Hugo Pe?a, colombiano del Phonak, le gusta la salsa, el merengue y el vallenato, ritmos movidos para entrar en calor antes de cada etapa. Su compa?ero y l¨ªder, Floyd Landis, estadounidense, prefiere el rock y el heavy metal. Al alem¨¢n, Bert Grabsch, la m¨²sica electr¨®nica. Y Miguel ?ngel Mart¨ªn Perdiguero, el bromista, se decanta por Bunbury. Con tantas peticiones, el conductor del autob¨²s ha cerrado el equipo de m¨²sica. Que cada uno se apa?e con su ipod o su mp3. No hay m¨¢s remedio con nueve corredores de nueve nacionalidades, un caso ¨²nico que protagonizan tambi¨¦n el franc¨¦s, Nicolas Jalabert, hermano de Laurent; el belga Axel Merckx, hijo de Eddy; el holand¨¦s Koos Moenhout; el suizo Alexandre Moos y el surafricano Robert Hunter. Una multinacional al servicio de Landis. En el lado opuesto est¨¢ el Bouygues Telecom: nueve franceses. Local contra global.
El Phonak, suizo, es una bola del mundo en miniatura. "Es un c¨®ctel de culturas que supone vivir en un ambiente muy particular", explica John Lelangue, un m¨¢nager pol¨ªglota. Por la radio suena el ingl¨¦s para dar las ¨®rdenes, pero en los pasillos se barre para casa. Perdiguero y Pe?a completan la colonia latina con mec¨¢nicos y masajistas espa?oles. "?Problemas de convivencia? Ninguno. Hablamos en varios idiomas y cuando la situaci¨®n es cr¨ªtica cada uno recurre a su lengua y punto", resume Juan Fern¨¢ndez, el director. "El ciclismo es una cultura en s¨ª: se come lo mismo, se habla de lo mismo y la disciplina es la misma. Da igual el pa¨ªs. Llegas al ciclismo y tienes que acostumbrarte a una forma de vida", simplifica Pe?a.
El liderazgo de Landis ha unido m¨¢s la torre de Babel. "Es un t¨ªo superabierto, supersimp¨¢tico, superloco. Se pasa el d¨ªa gastando bromas, hablando con nosotros y cantando temas de Bruce Springsteen. Es el l¨ªder ideal. Muy divertido y comunicativo. La relaci¨®n con ¨¦l es muy buena", resalta Perdiguero, con quien ha hecho buenas migas. Ser¨¢ por el car¨¢cter extravertido de ambos. "Somos gente majilla", contin¨²a Perdi; "no hay ninguno que vaya crecido. Como hay un l¨ªder claro, todo est¨¢ definido y no hay problemas. Lo pasamos genial, sin roces. Los espa?oles somos gente m¨¢s abierta, caliente y dicharachera. El alem¨¢n, el suizo y el holand¨¦s son m¨¢s callados".
El ambiente multicultural facilita las bromas. Durante el Mundial de f¨²tbol hubo cachondeo con Grabsch cuando Alemania qued¨® eliminada. Y Jalabert tuvo que aguantar la rabia por la derrota de Francia.
Para los rezagados con el idioma, el Phonak reparti¨® un manual con las oraciones m¨¢s utilizadas en ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n e italiano. ?rdenes como "hay que tirar", "dame agua", "ponte a rueda" o "viene viento de costado". "Cada uno se preocupa por hacerse entender. Adem¨¢s, nos conoc¨ªamos de otros a?os", agrega Pe?a.
La composici¨®n internacional fue una casualidad, seg¨²n Lelangue: "Fichamos a los que cre¨ªamos los mejores. Luego, miramos la lista y eran de pa¨ªses distintos. Es bueno. Cada uno aporta su mentalidad y coge cosas de los dem¨¢s".
La nota ex¨®tica la pone Robert Hunter, ¨²nico africano en la carrera. Hijo de un contable y de una ama de casa, naci¨® en Johannesburgo y vivi¨® en Sur¨¢frica hasta los 18 a?os, cuando empez¨® su peregrinaje por Italia, B¨¦lgica, Suiza, de donde es su esposa, y M¨®naco, donde reside. Pese al traj¨ªn, siempre encuentra "tres o cuatro meses" al a?o para visitar a su familia en Sur¨¢frica.
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