Putin y Bush lanzan un plan com¨²n para atajar la proliferaci¨®n nuclear y el terrorismo

Sobre el tel¨®n de fondo de los problemas creados por los planes nucleares de Ir¨¢n y Corea del Norte, Rusia y EE UU cooperar¨¢n de forma m¨¢s estrecha en el campo de la energ¨ªa at¨®mica de uso civil para salir al paso de la temible combinaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva y terrorismo. Para ello, los presidentes de ambos Estados, Vlad¨ªmir Putin y George W. Bush, proponen una iniciativa de alcance internacional. El primero quiere crear una red de centros de enriquecimiento de uranio bajo control de la ONU, y el segundo se ha pronunciado por un desarrollo seguro de la energ¨ªa nuclear mediante nuevas tecnolog¨ªas y nuevos reactores. Ayer dejaron claro que ambas cosas son compatibles y hasta pueden fusionarse.

"La energ¨ªa nuclear es clave para promover la seguridad energ¨¦tica", se?ala un comunicado conjunto dedicado a esta materia, que se complementa con el anuncio de una iniciativa para combatir el terrorismo nuclear. Los dos pa¨ªses exhortaron a todos los Estados a colaborar para combatir el terrorismo nuclear de forma "decidida y sistem¨¢tica".

La voluntad de impulsar la cooperaci¨®n nuclear fue el resultado m¨¢s notable que Putin y Bush pudieron anunciar tras las reuniones que mantuvieron ayer por la ma?ana y la v¨ªspera por la noche en el complejo residencial de Strelna, a las orillas del golfo de Finlandia, en las inmediaciones de San Petersburgo. En otros temas hubo menos coincidencia. Rusia tendr¨¢ que esperar todav¨ªa antes de ingresar en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), porque las conversaciones con EE UU para allanar los ¨²ltimos obst¨¢culos no dieron resultado.

Putin y Bush trataron sobre el programa nuclear iran¨ª, el lanzamiento de misiles de Corea del Norte y la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo y sobre estos tres temas es de esperar que se formen posiciones conjuntas en la reuni¨®n del G-8 que comenz¨® ayer por la tarde y a la que han sido invitados los l¨ªderes de China e India, entre otros.

En la rueda de prensa conjunta ambos l¨ªderes evidenciaron que, m¨¢s all¨¢ de compartir su preocupaci¨®n por la violencia, discrepan en muchas cosas. Por lo que se refiere al conflicto de Oriente Pr¨®ximo, Bush arremeti¨® contra Hezbol¨¢ y responsabiliz¨® a esta organizaci¨®n de la escalada b¨¦lica por lanzar misiles a Israel desde el L¨ªbano y por capturar a dos soldados israel¨ªes. "Por eso tenemos violencia", dijo Bush. ?ste manifest¨® que mientras el primer ministro israel¨ª hac¨ªa esfuerzos para que los pa¨ªses vecinos le ayudaran a consolidar su visi¨®n basada en la coexistencia de dos democracias, "algunos terroristas empezaron a actuar para parar el avance de la democracia".

Putin adopt¨® una posici¨®n equidistante de ambas partes en conflicto. Consider¨® que las preocupaciones de Israel est¨¢n "justificadas", pero insisti¨® en que el "uso de la fuerza debe ser equilibrado" y el derramamiento de sangre debe interrumpirse cuanto antes con el fin de que pueda crearse un punto de partida para resolver los problemas. Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Sergu¨¦i Ivanov, admiti¨® ayer que Mosc¨² est¨¢ utilizando sus relaciones con Ham¨¢s para tratar de frenar la violencia.

Por lo que se refiere al ingreso de Rusia en la OMC, la falta de acuerdo con EE UU se debe a las divergencias sobre el sistema de control sanitario de las importaciones de carne de vacuno y porcino de EE UU, seg¨²n explic¨® el ministro de desarrollo econ¨®mico, German Gref. Bush dijo que EE UU quiere un acuerdo que pueda ser ratificado por el Congreso norteamericano y Putin manifest¨® que las negociaciones seguir¨¢n. Los representantes rusos, que hab¨ªan esperado encontrarse en la recta final de la OMC, no dramatizaron el evento. Rusia espera que el acuerdo con EE UU sea posible para el mes de octubre y su ingreso en la organizaci¨®n, para el mes de marzo de 2007, seg¨²n afirm¨® Gref.

A los rusos les han surgido nuevos obst¨¢culos de ¨²ltima hora para su entrada en la OMC, y uno de ellos es la oposici¨®n del vecino Estado de Georgia, que ha retirado su firma del protocolo de acuerdo bilateral con Mosc¨². Los juristas rusos analizan ahora la validez de la posici¨®n georgiana, que trata de llamar as¨ª la atenci¨®n sobre los conflictos con Mosc¨² en los territorios secesionistas de Osetia del Norte y Abjasia y sobre el boicoteo comercial de Rusia a los productos georgianos.