El legado de Mister 5%
La Fundaci¨®n Gulbenkian de Lisboa, creada por el art¨ªfice de la industria petrolera del golfo P¨¦rsico, cumple 50 a?os
Armenio de nacimiento e ingl¨¦s de nacionalidad, diplom¨¢tico en Par¨ªs y Londres, ingeniero y petrolero visionario, fil¨¢ntropo entregado y coleccionista de antig¨¹edades, libros y arte, Calouste Sarkis Gulbenkian acab¨® pasando a la historia, sobre todo, por su obra p¨®stuma. La Fundaci¨®n Gulbenkian de Lisboa, que ¨¦l mand¨® crear y a la que leg¨® gran parte de sus bienes antes de morir (incluidas las acciones del petr¨®leo), cumple hoy 50 a?os de vida rebosante de salud econ¨®mica (casi 3.000 millones de euros en activos) y convertida en lo que ¨¦l so?¨®: una especie de para¨ªso para la cultura, la educaci¨®n, la ciencia y la caridad. Gulbenkian ser¨¢ recordado hoy con un acto presidido por el jefe del Estado, Cavaco Silva, y un ambicioso programa de exposiciones: El gusto del coleccionador. Calouste S. Gulbenkian (1869-1955), De Paris a Tokio. Arte del Libro en la Colecci¨®n Gulbenkian; y una individual del fot¨®grafo brit¨¢nico Craigie Horsfield.
Dej¨® escritas las bases que deb¨ªan regir la fundaci¨®n: "portuguesa, perpetua y en Lisboa"
Su mano traz¨® la c¨¦lebre l¨ªnea roja sobre el mapa del Imperio Otomano
Gulbenkian inici¨® su colecci¨®n a los 14 a?os comprando unas monedas antiguas en un bazar de Estambul. Un total de 30 a?os despu¨¦s, ten¨ªa en su poder m¨¢s de 6.000 obras de arte y uno de los fondos particulares m¨¢s importantes del mundo, con piezas que cubren desde la Antig¨¹edad hasta el principio del siglo XX. Pintura, escultura, objetos, libros... Todo lo que fuera bello atra¨ªa a Gulbenkian, que aprovechaba sus viajes como magnate del petr¨®leo para negociar directamente con anticuarios y peritos de medio mundo.
Hab¨ªa nacido en Scutari, Estambul, en 1869, en el seno de una principesca familia armenia que proced¨ªa del siglo IV. El joven Calouste Sarkis Gulbenkian se diplom¨® como ingeniero en el King's Collage de Londres en 1887. A los 22 a?os tuvo su primer contacto con el petr¨®leo. Fue durante un viaje a Baku, en el C¨¢ucaso.
En una ¨¦poca en que la importancia econ¨®mica de Oriente Pr¨®ximo era desconocida, Gulbenkian anticip¨® el valor de sus reservas de petr¨®leo y moviliz¨® a inversores internacionales y al Gobierno otomano para organizar una explotaci¨®n racional: cofundador de la Shell, ¨¦l fue el primer impulsor de la industria petrol¨ªfera del Golfo P¨¦rsico que hoy mantiene en vilo al mundo.
Despu¨¦s de la I Guerra Mundial, cuando ya ten¨ªa la nacionalidad brit¨¢nica, Gulbenkian fue nombrado representante comercial y diplom¨¢tico de Persia en Par¨ªs. Permaneci¨® en el cargo 24 a?os. Antes, en 1912, se hab¨ªa creado, con su ayuda, la Turkish Petroleum Company para explotar las ingentes reservas de crudo de Irak. Gulbenkian ten¨ªa un 15%, pero entre 1913 y 1914 la TPC fue reorganizada y ¨¦l redujo su participaci¨®n al 5%.
Al acabar la guerra, con la ca¨ªda del Imperio Otomano y la entrada de los estadounidenses en el negocio del crudo de Oriente Pr¨®ximo, Gulbenkian jug¨® un papel crucial para ultimar un consenso entre americanos, ingleses, persas, holandeses y franceses: su mano traz¨® la c¨¦lebre l¨ªnea roja sobre el mapa del Imperio Otomano, y Gulbenkian pas¨® a controlar el 5% de la nueva compa?¨ªa, la Irak Petroleum Co. Ltd.
Su capacidad negociadora y su habilidad para mantener siempre una parte del pastel le confirieron su apodo m¨¢s duradero: "Mister 5%".
Pero al mismo tiempo iba amasando su ecl¨¦ctica y maravillosa colecci¨®n de arte egipcio (que por seguridad fue depositada primero en el British Museum y la National Gallery de Londres, y despu¨¦s en Washington), de pintura cl¨¢sica europea (Van der Weyden, Rubens, Van Dyck, Frans Hals, Rembrandt, Gainsborough, Lawrence, Corot, Renoir, Manet, Degas, Monet...), y de escultura (con el original en m¨¢rmol de la Diana de Houdon, que perteneci¨® a Catarina de Rusia y que Gulbenkian compr¨® al Ermitage en 1930).
En abril de 1942, ya cansado, mayor y multimillonario, Gulbenkian lleg¨® a la neutral Lisboa salazarista huyendo de la guerra. Ven¨ªa de paso para Nueva York, pero se fue quedando y ya no se fue m¨¢s, aunque no mont¨® casa: se instal¨® en el hotel Aviz (hoy el Sheraton, cerca de la plaza del Marqu¨¦s de Pombal) y all¨ª vivi¨® hasta su muerte, en julio de 1955, a los 86 a?os. Dijo que nunca hab¨ªa sentido una hospitalidad tan generosa como la de los portugueses.
En agradecimiento, y para cumplir de paso su sue?o de reunir todos sus tesoros bajo un mismo techo, dej¨® escritas en su testamento (1953) las bases que deb¨ªan regir a su muerte la Fundaci¨®n Gulbenkian, "portuguesa, perpetua y con sede en Lisboa". Su mejor amigo de Lisboa, el abogado Jos¨¦ de Azeredo Perdig?o, ser¨ªa el primer presidente. El 18 de julio de 1956, hace hoy medio siglo, el Estado luso registr¨® los estatutos de la fundaci¨®n, que hoy es la 12? m¨¢s grande del mundo. Despu¨¦s de arduas negociaciones con el Gobierno franc¨¦s y la Nacional Gallery de Washington, la colecci¨®n completa lleg¨® a Portugal en 1960 y se expuso en el Palacio de los Marqueses de Pombal entre 1965 y 1969. Ese a?o, 14 despu¨¦s de su muerte, su ¨²ltimo deseo se cumpli¨®: el museo abri¨® sus puertas.
Gulbenkian lo dej¨® todo atado con tanta precisi¨®n que en su testamento lleg¨® a escribir: "Para solucionar los problemas financieros de mayor importancia, deber¨¢n consultar con un banco americano de primera categor¨ªa, como, por ejemplo, el Chase National Bank". Lastima que en los asuntos del petr¨®leo ya no pudiera tener tanta influencia.
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