El concierto que empez¨® con 70 a?os de retraso

Con 70 a?os de retraso, un concierto que tuvo que ser suspendido debido al estallido de la Guerra Civil tuvo lugar, por fin, anoche en Barcelona, en un acto cargado de emotividad. El concierto original estaba previsto para las seis de la tarde del domingo 19 de julio de 1936 en el teatre Grec de Montju?c -donde se celebr¨® ayer-, y la entrada val¨ªa tres pesetas. La Orquesta Pau Casals y el Orfe¨® Gracienc iban a interpretar la Novena Sinfon¨ªa de Beethoven, que ya entonces era considerada universalmente un s¨ªmbolo de paz. Y el director iba a ser el propio Casals.

La lluvia estuvo a punto de obligar a suspender anoche lo que suspendieron las balas golpistas hace 70 a?os. Pero el concierto pudo comenzar, con 55 minutos de retraso, en un teatre Grec abarrotado por un p¨²blico que esper¨® paciente la mejora del tiempo. En palabras del director del Grec, Borja Sitj¨¤, "no se trataba de que la lluvia arruinara lo que Franco arruin¨® hace 70 a?os".

El concierto del 19 de julio de 1936 clausuraba una Semana contra la Guerra que hab¨ªa tenido lugar en Barcelona como preludio de una Olimpiada Popular que deb¨ªa empezar el 22 de julio. Estos juegos ol¨ªmpicos paralelos eran, de alg¨²n modo, la respuesta y la alternativa obrera a los oficiales que aquel verano ten¨ªan lugar en Berl¨ªn y que Hitler hab¨ªa convertido en escaparate internacional del nacionalsocialismo.

En la tarde del 18 de julio, Pau Casals dirig¨ªa la orquesta que llevaba su nombre y el Orfe¨® Gracienc en el ¨²ltimo ensayo de la obra antes del estreno del d¨ªa siguiente. Gran parte de la obra ya hab¨ªa sido ensayada y s¨®lo faltaba repasar el ¨²ltimo movimiento, que incluye el c¨¦lebre Himno a la alegr¨ªa. Fue entonces cuando un emisario venido directamente del Palau de la Generalitat entreg¨® a Casals un mensaje del consejero de Cultura, Ventura Gassol, en el que ¨¦ste comunicaba al m¨²sico el alzamiento militar contra la Rep¨²blica y le instaba a suspender el ensayo y el concierto pues se tem¨ªa que la violencia estallara de un momento a otro en la calle.

Casals, intuyendo que lo que acababa de suceder iba a tener grav¨ªsimas consecuencias, se dirigi¨® a los m¨²sicos y cantantes dici¨¦ndoles: "Queridos amigos, no s¨¦ cu¨¢ndo podremos volver a estar juntos, propongo que antes de separarnos terminemos la obra". Todo el mundo estuvo de acuerdo y as¨ª ocurri¨® que, mientras en el Palau de la M¨²sica se cantaba "Y todos los hombres ser¨¢n hermanos" en las calles se estaban empezando a preparar las barricadas. Casals confes¨® a?os m¨¢s tarde a sus bi¨®grafos que en aquellos momentos las l¨¢grimas no le dejaban ver la partitura.

Para rendir homenaje a ese concierto hist¨®rico y al esp¨ªritu y a las personas que lo impulsaron, anoche, en el mismo escenario de entonces, convocaron a las Jeunesses Musicales World Orchestra, la Coral Carmina y el Orfe¨® Gracienc, el mismo que ten¨ªa que cantar en 1936, dirigidos por el israel¨ª Yaron Traub, para que finalmente pudiera ser posible lo que entonces no lo fue.

Por razones obvias -la desaparici¨®n de Casals y muchos de los protagonistas de aquella velada-, el de anoche no pudo ser una copia exacta de aquel concierto. Pero dio fin a un silencio de 70 a?os e hizo justicia. Y as¨ª lo entendi¨® el p¨²blico.