Varios m¨¦dicos apoyan a la doctora acusada de matar pacientes tras el Katrina
Cuatro enfermos recibieron dosis letales de morfina y sedantes
Los cuatro pacientes presuntamente asesinados por una doctora y dos enfermeras tras el hurac¨¢n Katrina recibieron inyecciones con dosis mortales de morfina y un sedante, seg¨²n muestras recogidas por los investigadores. Los forenses encontraron en el organismo de los fallecidos medicamentos "que no deber¨ªan haberse administrado" en esos casos. Las tres acusadas, mientras tanto, est¨¢n recibiendo manifestaciones de respaldo de profesionales de la medicina.
El responsable de Justicia de Luisiana (EE UU), Charles C. Foti, asegura en su acusaci¨®n que la doctora Anna Pou y las enfermeras Lori Budo y Cheri Landry recorrieron las habitaciones del centro hospitalario de Nueva Orleans "con jeringuillas y viales, inyectando al menos a cuatro enfermos con la intenci¨®n de matarles". "No se trata de eutanasia, sino de simple y claro homicidio", dice Foti, quien mantiene que las tres acusadas "jugaron a ser Dios" con los pacientes, que "habr¨ªan sobrevivido al hurac¨¢n" sin el c¨®ctel mortal. Los fallecidos se encontraban en la s¨¦ptima planta, dedicada a cuidados intensivos, y ten¨ªan 62, 66, 89 y 90 a?os, respectivamente.
La acusaci¨®n se apoya tambi¨¦n en las declaraciones juradas de varios miembros del Memorial Medical Center. Seg¨²n algunos empleados, la doctora Pou hablaba de "los enfermos que probablemente no sobrevivir¨¢n" y de proporcionarles "dosis mortales de morfina". Las tres mujeres fueron detenidas el martes por asesinato y puestas en libertad bajo fianza, a la espera de que el abogado del distrito presente los cargos.
Frente a las acusaciones formales se han levantado tambi¨¦n voces en defensa. Seg¨²n publicaba ayer The New York Times, quienes apoyan a la doctora Pou aseguran que fue una de las pocas que se mantuvo al lado de los enfermos hasta que terminaron las evacuaciones, en el infierno de los d¨ªas que siguieron a uno de los mayores desastres naturales de Estados Unidos. Sin electricidad, con temperaturas de m¨¢s de 38 grados y con grav¨ªsimas dificultades de evacuaci¨®n, la m¨¦dica se mantuvo al cargo de pacientes que ni tan siquiera conoc¨ªa.
Pero, ?cruz¨® la l¨ªnea empleando medios il¨ªcitos para matar a pacientes en extrema gravedad? ?Perdi¨® la profesionalidad en medio del caos generalizado? No, seg¨²n Peter Deblieux, uno de sus colegas, que cree que "se trata de una profesional de prestigio" que se ha destacado por la defensa a ultranza de sus pacientes.
Tambi¨¦n hay m¨¢s voces discrepantes que cita The New York Times, de m¨¦dicos contrarios a la acusaci¨®n criminal de Foti. En sus quejas alegan la anomal¨ªa de las circunstancias bajo las que tuvieron que trabajar en esos d¨ªas, en los que 34 pacientes perdieron la vida. Seg¨²n el doctor Richard Touro, "este caso puede tener un gran impacto... nadie va a querer estar en una situaci¨®n similar".
El abogado de Pou, Richard Simmons, dijo a la CNN que "su actuaci¨®n fue excelente" y que los cuatro fallecidos son "v¨ªctimas de un hurac¨¢n, no de un homicidio". Peggy Perino y Michael Pou, hermanos de la detenida, aseguraron que Anna es una m¨¦dica comprometida, y elogiaron la manera en la que trat¨® la situaci¨®n en medio del horror, "con un control total de la situaci¨®n, haciendo todo lo que una persona pod¨ªa hacer", exclam¨® Peggy a la CNN. Otros expertos interrogados por The New York Times dibujaron un escenario diferente. R. Alta Charo, profesor de bio¨¦tica, se pregunta si esos calmantes se administraron a petici¨®n de los propios enfermos. Si fuera as¨ª, dice, "la doctora habr¨ªa actuado de forma leg¨ªtima".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.