El artista brit¨¢nico Phil Collins indaga en las promesas y las traiciones de los 'reality shows'
La muestra de la sala Rekalde es la primera que se expone en Espa?a de este artista
El artista brit¨¢nico Phil Collins indaga, a trav¨¦s de de una instalaci¨®n de v¨ªdeo y fotograf¨ªa, en las promesas y traiciones de los reality shows a partir de los testimonios de algunas personas que han participado en ese tipo de programas de televisi¨®n. La muestra, la primera que se expone en Espa?a de este joven creador, se exhibe, desde ayer hasta el pr¨®ximo 1 de octubre, en la sala Rekalde de Bilbao. Durante este tiempo, y de forma paralela, Collins iniciar¨¢ un nuevo proyecto, Los realities arruinaron mi vida, en el que reunir¨¢ a participantes de programas de testimonio de toda Espa?a.
?Ha sufrido tu vida graves trastornos despu¨¦s de aparecer en un reality o en un programa de testimonios? Si es as¨ª, Phil Collins quiere conocerte. Como ya ha hecho en El retorno de lo real, la instalaci¨®n que se exhibe en la sala Rekalde de Bilbao, el artista brit¨¢nico pretende abrir un espacio en el que la gente pueda relatar con detalle su experiencia en los programas de testimonios de la televisi¨®n espa?ola. Este nuevo proyecto se desarrollar¨¢ como investigaci¨®n a lo largo del tiempo de exhibici¨®n (hasta el pr¨®ximo 1 de octubre) y comenzar¨¢ su producci¨®n el pr¨®ximo a?o.
Para esta iniciativa se ha abierto una p¨¢gina web (www.losrealitisarruinaronmivida.com) con informaci¨®n general y un foro en el que los interesados pueden exponer sus historias.
El retorno de lo real se inici¨® en 2004 en Estambul. All¨ª vivi¨® Phil Collins tres meses, tiempo suficiente para darse cuenta de que en Turqu¨ªa, al igual que en Inglaterra, los reality shows estaban a la orden del d¨ªa. Por ello decidi¨® convocar una conferencia de prensa y una sesi¨®n fotogr¨¢fica en el hotel m¨¢s emblem¨¢tico de la capital turca, The Marmara. All¨ª los personajes pudieron hablar de sus experiencias ante los medios de comunicaci¨®n. Adem¨¢s, Collins contrat¨® al director de un programa turco para conducir una serie de entrevistas de una hora en un estudio de televisi¨®n. Una selecci¨®n de estas entrevistas es la que se presenta ahora en la sala Rekalde.
Las entrevistas, en las que los personajes repasan sus biograf¨ªas, exponen sus quejas y, en definitiva, vuelven a ser explotados, se disponen de tal forma que el espectador se siente absorbido por una instalaci¨®n que reproduce el ambiente de una sala de producci¨®n de TV.
Phil Collins, que ha sido nominado para el premio Turner 2006 que otorga la Tate Modern Gallery de Londres, cree que la gente accede a participar en su proyecto por una raz¨®n tan "simple" como la de "volver a la c¨¢mara para contar sus malas experiencias a otra c¨¢mara". En ning¨²n caso "existe cura alguna o posible redenci¨®n", a?ade.
En una ¨¦poca con tantos conflictos b¨¦licos, Collins, que pertenece a una generaci¨®n de artistas en cuya obra es decisiva la implicaci¨®n con personas y lugares, advierte de las consecuencias emocionales que sufrir¨¢n muchas personas cuando, dentro de 50 a?os, "echen la mirada atr¨¢s y comprueben que la gente est¨¢ pegada a la tele viendo a otra gente que no hace nada".
Al mismo tiempo, El retorno de lo real denuncia la progresiva erosi¨®n de la distinci¨®n entre esfera p¨²blica y privada, entre persona particular y celebridad, y entre los medios y el espacio social.
Mediante el empleo del v¨ªdeo, la fotograf¨ªa, la instalaci¨®n y las actuaciones en vivo, Phil Collins cuestiona la generosidad de las pr¨¢cticas socialmente comprometidas y califica su obra como "pura explotaci¨®n y curiosa amalgama de consuelo y amor". En los ¨²ltimos a?os, ha trabajado en regiones pol¨ªticamente sensibles como Belfast, Belgrado, Ramala y Bogot¨¢, o incluso en San Sebasti¨¢n. A menudo, convocando a la participaci¨®n de particulares con la intenci¨®n de abrir un debate cr¨ªtico sobre la asimilaci¨®n de im¨¢genes.
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