El pacto de residuos acaba en la basura

El pacto para desbloquear la gesti¨®n de los residuos entre los dos partidos mayoritarios ha acabado en la basura un a?o despu¨¦s de que lo firmaran el presidente del Consell, Francisco Camps, y el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, animados por el consenso en torno al nuevo Estatut d'Autonomia. El consenso es precisamente el compromiso clave sobre el que se ciment¨® un acuerdo que pretend¨ªa poner fin a partir del 7 de julio de 2005 a los conflictos sociales y al largo enfrentamiento pol¨ªtico por la planificaci¨®n de los vertederos y las plantas necesarias para tratar la basura de los valencianos.

Y consenso es tambi¨¦n lo que ha faltado para mantener un pacto que comenz¨® a resquebrajarse nada m¨¢s arrancar con la decisi¨®n del Consell de impulsar una incineradora en la localidad castellonense de Vall d'Alba. La misma instalaci¨®n que ha paralizado el PP esta semana ante el rechazo vecinal y de sus alcaldes, que han achacado esa resistencia a "una salvaje campa?a de mentiras" de los socialistas. A estas declaraciones sigui¨® el jueves el anuncio de Pla de que su partido daba por "roto" el pacto de residuos.

La incineradora ha sido la guinda a una pol¨ªtica del Consell al margen del acuerdo

"La utilizaci¨®n pol¨ªtica de los residuos que ha hecho Camps es indecente y nos ha obligado a romper definitivamente un acuerdo que el PP ha hecho inviable desde el primer d¨ªa", resume el secretario de Medio Ambiente socialista, Francesc Signes. "No tiene justificaci¨®n, se quer¨ªa romper desde el principio y hab¨ªa que buscar una excusa", asegura el director general de Calidad Ambiental, Jorge Lamparero.

El pacto no se estanc¨® desde el principio, pero casi. El PSPV ya advirti¨® en septiembre de 2005 que la participaci¨®n de la Generalitat en una incineradora de basuras no prevista en ning¨²n plan pod¨ªa llevar a la ruptura del acuerdo de dos meses antes. Los socialistas, que rechazan esta t¨¦cnica de eliminaci¨®n, acusaron al entonces consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, de incumplir como poco el esp¨ªritu del pacto, que preside la voluntad de acordar las nuevas instalaciones en los consorcios de municipios creados para cubrir las necesidades de cada zona, y facilitar la participaci¨®n social. Pese a ello, Blasco cre¨® la empresa T¨¦cnicas y Tratamientos Energ¨¦ticos de Residuos SA, junto con Lubasa e Inversiones y Estudios Caaz, SL, y la sociedad p¨²blica Vaersa. El consejero se situ¨® como presidente y mantuvo su apuesta hasta que la alarma empez¨® a agitar a los vecinos de Vall d'Alba, gobernada por el PP, y a municipios cercanos que se han atribuido el logro de la paralizaci¨®n.

La incineradora ha sido la guinda de una pol¨ªtica de la Generalitat en Castell¨®n al margen del pacto de residuos y de las previsiones de plantas de tratamiento de los planes zonales en que est¨¢ dividida la Comunidad Valenciana. Blasco aval¨® otros tres proyectos, fuera de consenso, para otras tantas plantas de residuos t¨®xicos y peligrosos en un radio de 50 kil¨®metros, que convertir¨ªa esta ¨¢rea entre Fanzara, Les Coves de Vinrom¨¤ y La Salzadella, en destino del 28% de las basuras de este tipo del pa¨ªs. A las protestas de las plataformas ciudadanas se ha unido un Ayuntamiento del PP, el de Sant Mateu. Otros empiezan a posicionarse, y los colectivos de protesta, conscientes de que la cercan¨ªa de las elecciones juega a su favor, creen demostrado que el rechazo "es una cuesti¨®n de l¨®gica, no de partidos".

A las fricciones entre socialistas y populares por los proyectos de Castell¨®n se une una larga lista de desencuentros en torno a los vertederos en Dos Aguas, la ampliaci¨®n de la planta de Guadassuar, la ausencia de consejos sociales de participaci¨®n en los consorcios, la creaci¨®n aplazada de la Entidad de Residuos, la revisi¨®n del Plan Integral de Residuos (PIR)... Asuntos a encauzar por una comisi¨®n de seguimiento que quedan sobre la mesa.

El acuerdo deb¨ªa "sacar los residuos del debate pol¨ªtico" y dar paso "al di¨¢logo", apunta Signes, que considera que la gesti¨®n de la basura sigue sumada en un caos. "Incluso los alcaldes del PP han plantado cara a Camps", destaca. "El proceso de concertaci¨®n no es tal, las cosas importantes no se hablan en la comisi¨®n de seguimiento", se queja Dami¨¤ Oliver, responsable de pol¨ªtica institucional del Bloc, que se uni¨® al pacto en septiembre de 2005 y que ahora "revisar¨¢" su postura.

El sindicato CC OO-PV se acerc¨® al pacto, pero quer¨ªa ver cumplidos antes "unos requisitos" sobre la revisi¨®n del PIR y una amplia participaci¨®n social en la gesti¨®n de residuos que no se han dado, constata Juan Mart¨ªnez, secretario de salud laboral y de medio ambiente. Esc¨¦pticos de principio a fin se manifestaron UGT y EU-L'Entesa. "La Generalitat, de alguna manera, buscaba una ventaja pol¨ªtica", critica Miguel Llanos, responsable de medio ambiente de la ejecutiva de UGT-PV, que no ha visto voluntad de "implicar" a toda la sociedad. Ambos sindicatos, adem¨¢s, reprochan al Consell que no haya dado pasos para el PIR industrial. Ante este "fracaso", subraya el diputado verde Carles Arnal, no queda otra v¨ªa que incidir "en un aut¨¦ntico pacto" que consens¨²e "de verdad, sin imponer", una pol¨ªtica sostenible.

El PP rebate las cr¨ªticas. "El pacto desde la Administraci¨®n del PP se ha cumplido a rajatabla", dice Lamparero, y ha "impregnado el comportamiento de los municipios de distinto signo en los consorcios", que se han constituido, aprobado estatutos y lanzan los proyectos de instalaciones con amplio acuerdo. La ruptura de socialistas y PP pondr¨¢ a prueba el desarrollo de estas plantas y vertederos tan necesarios desde hace a?os como el consenso social.