Casa Blanca
La primera diferencia que hay entre la Sra. presidenta de La Sexta y el Ala oeste de la Casa Blanca de TVE es la misma que existe entre el b¨®tox de Geena Davis y las arrugas de Martin Sheen. A la Casa Blanca se puede llegar de muchas maneras, incluso habiendo sido borrach¨ªn en Texas o premio Nobel de Econom¨ªa, como Bartlet, incluso siendo negro, como en 24 horas, pero no se puede llegar reci¨¦n salida de una peluquer¨ªa de provincias, con mejillas planchadas y labios de pi?¨®n. La Davis estaba muy bien de copiloto de Susan Sarandon en la road de Ridley Scott (Thelma y Louise), pero patina cuando taconea con falda de tubo por los pasillos del ala oeste.
La segunda diferencia entre ambas series del mismo y muy extendido formato Casa Blanca est¨¢ en los actores de reparto. El equipo del gabinete Bartley es uno de los mejores y m¨¢s veros¨ªmiles cast de la historia de la televisi¨®n, y el ¨¦xito mundial del Ala oeste est¨¢ precisamente en los magn¨ªficos secundarios que ayudan a Martin Sheen. Empezando por el estupendo hura?o Toby Zielgler, director de Comunicaci¨®n (Richard Schiff) y acabando por la portavoz CJ (Allison Janney), sin olvidar a Leo, jefe de Gabinete (John Spencer). Geena Davis carece de staff y sus dos ¨²nicos secundarios son Peter Coyote haciendo de Peter Coyote y Donald Sutherland haciendo de lo de siempre.
Habr¨ªa una tercera gran diferencia, esta vez a favor de La Sexta. La serie se emite en el mejor horario, y conociendo a los tel¨¦filos de la cadena apuesto a que la mantendr¨¢n ah¨ª y al final acabar¨¢ funcionando mucho mejor que el presidente Bartley, sencillamente porque aqu¨ª lo chamuscaron a altas horas de la noche en las parrillas del Ente.
Todas estas nuevas y estupendas ficciones producidas por las televisiones generalistas norteamericanas, incluidas Perdidos, Mujeres desesperadas o CSI, est¨¢n dise?adas para el prime time. Y en eso consisti¨® la ¨²nica revoluci¨®n televisiva de las ¨²ltimas temporadas. Derrotar a los realities invasores, los nuevos b¨¢rbaros, con ficciones de calidad. No hay m¨¢s tendencias que ¨¦sa.
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