Godard y el arte

El ¨¦xtasis del pintor ante su obra, seguido del espanto al comprobar que en realidad hab¨ªa retratado "la vida misma", es la base del relato de Edgar Allan Poe El retrato oval. Una teor¨ªa que no por casualidad utiliz¨® Jean-Luc Godard para su pel¨ªcula Vivre sa vie (Vivir su vida), dirigida por el autor franc¨¦s en 1962, en pleno ¨¦xtasis de la nouvelle vague, y que ahora se repone en los cines espa?oles para regocijo de sus fan¨¢ticos y como oportunidad para las nuevas generaciones de cin¨¦filos de saborear un cine radicalmente opuesto a lo acostumbrado.

La imparable voluntad de b¨²squeda, de huida de lo ya realizado, llev¨® a Godard a esta aventura intelectual disfrazada de seguimiento a sol y a sombra de su entonces esposa Anna Karina, que interpreta a una dependienta de una tienda de discos que acaba en el mundo de la prostituci¨®n.

Con su sofisticaci¨®n de siempre y a trav¨¦s de un lenguaje que igual se adentra en el aspecto semidocumental de ciertas im¨¢genes de los bulevares repletos de putas que en los c¨®digos de la teatralidad m¨¢s brechtiana, Godard aprovecha para ilustrar sus im¨¢genes con sus teor¨ªas sobre el arte.

Como es habitual en el cine de un hombre que pas¨® de ejercer el oficio de la cr¨ªtica a construir pel¨ªculas en las que introduc¨ªa una dimensi¨®n cr¨ªtica, las referencias cin¨¦filas son constantes y se atreve a establecer un paralelismo entre el primer plano de Maria Falconetti en La pasi¨®n de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer, y las l¨¢grimas de su criatura Karina en Vivre sa vie.

A pesar de dividir su pel¨ªcula en 12 cuadros bien diferenciados, Godard huye de la narraci¨®n lineal y de los planteamientos expositivos habituales.

Lo que verdaderamente le interesa es manifestar sus conjeturas y abrir el campo del di¨¢logo, aunque sea a trav¨¦s de conceptos basados en la supresi¨®n de ¨¦ste: "?Por qu¨¦ hay que hablar siempre? Creo que a veces uno deber¨ªa vivir en silencio. Cuanto m¨¢s se habla, menos dicen las palabras", afirma la protagonista en un bar en presencia del fil¨®sofo Brice Parain, que se interpreta a s¨ª mismo.

Poe, Bertolt Brecht, Dreyer, Parain, Godard. Vivre sa vie los une a todos ellos. Hablamos de una cinta que no est¨¢ a la venta en DVD en Espa?a, por lo que, como ya ocurri¨® hace unos meses con la reposici¨®n de La chinoise, tambi¨¦n de Godard, estamos ante una generosa oportunidad para poder indagar en el cine transgresor y controvertido, no apto para todos los p¨²blicos, del director de Al final de la escapada.