Cinco guardias civiles, dos 'mossos' y un polic¨ªa local, implicados en el robo de coca¨ªna
Un informe revela que los agentes dieron cobertura a una banda de narcotraficantes
Al menos cinco guardias civiles, un ex inspector de polic¨ªa, un polic¨ªa local y dos mossos d'esquadra (polic¨ªas auton¨®micos de Catalu?a) forman "parte activa" de la organizaci¨®n criminal de narcotr¨¢fico presunta autora del robo, en enero de 2005, de un contenedor que conten¨ªa 500 kilos de coca¨ªna, en el puerto de Barcelona, seg¨²n se asegura en el informe elaborado el pasado 4 de julio por el ?rea de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil de Catalu?a, y del que inform¨® ayer la cadena SER. El contenedor se encontraba bajo vigilancia policial.
Seg¨²n este informe, "los agentes policiales no s¨®lo participaron en el robo, sino que, adem¨¢s, asesoraron y orquestaron el golpe facilitando a una banda de traficantes la informaci¨®n concreta para perpetrar la acci¨®n". Adem¨¢s, "y con posterioridad, alertaron a los delincuentes acerca de las pesquisas que sobre ellos iban realizando los agentes contra el crimen organizado de la Guardia Civil".
El informe, que consta de 14 p¨¢ginas, detalla los encuentros clandestinos entre los narcotraficantes y los guardias civiles, adem¨¢s del modo en que intentan protegerse los unos a los otros. En una de las conversaciones telef¨®nicas, el narco David Barbam, El Chufo, y Daniel Rivelles, El Bolo, informan a sus amigos, miembros de la polic¨ªa y de la Guardia Civil, sobre la matr¨ªcula de determinados coches que les est¨¢n siguiendo. Dichos agentes verifican que se trata de veh¨ªculos policiales camuflados y les alertan de ello.
Alguno de estos guardias alerta tambi¨¦n a los delincuentes de que no hablen por tel¨¦fono porque "los tienen pinchados".
El d¨ªa 20 de septiembre de 2005, el guardia civil procesado en este caso alerta a un traficante "de que existen tres o cuatro contenedores marcados por la polic¨ªa, por lo que no deben acercase al puerto". Este guardia civil es ex agente de informaci¨®n de tr¨¢fico ahora destinado en el puerto y est¨¢ considerado como cabecilla de la organizaci¨®n.
De las intervenciones telef¨®nicas no s¨®lo se desprenden las conexiones con el narcotr¨¢fico. Dos de estos guardias civiles y dos narcotraficantes sobornaron a un concejal de un ayuntamiento barcelon¨¦s para la concesi¨®n de una licencia de apertura para una discoteca en la que invirtieron dinero conjuntamente. Al concejal le pagaban 3.000 euros a la semana.
El d¨ªa 9 de junio de 2005, un ex inspector de polic¨ªa y un guardia civil hablan de repartirse un "trabajillo" al 50%. El 20 de julio, dos de los narcotraficantes imputados hablan de pagar a este polic¨ªa unos 3.000 euros. La cita y el presunto pago tienen lugar en un restaurante de la calle Par¨ªs de Barcelona. Daniel Rivelles le dice a un presunto camello que si le pillan con droga "d¨¦ el nombre del citado inspector y en el peor de los casos le quitar¨¢n la droga, pero no le detendr¨¢n".
A ra¨ªz de este informe, la juez instructora del caso estudia las medidas judiciales que se deber¨¢n adoptar.
"Mientras haya 'picos' con hipotecas..."
En las decenas de intervenciones telef¨®nicas realizadas, los delincuentes se jactan de la protecci¨®n policial que reciben. Uno de ellos, Javier Segura, Trapero, dice literalmente: "Mientras haya picos y maderos con hipotecas pendientes, nosotros tranquilos".
Seg¨²n las pesquisas llevadas a cabo en los ¨²ltimos 16 meses por agentes de ¨¦lite de la Guardia Civil, se ha producido "un enriquecimiento injustificado por parte de los agentes implicados".
A uno de los agentes se le han descubierto cuentas en Andorra. Otros guardias estar¨ªan relacionados con la promoci¨®n de m¨¢s de 200 pisos en un pueblo cercano a Lugo, poblaci¨®n donde dos de los principales narcotraficantes hab¨ªan montado una promoci¨®n urban¨ªstica.
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