Valle de la innovaci¨®n
"Valle de la innovaci¨®n". As¨ª se presenta el municipio de Gordexola, en las Encartaciones de Vizcaya, desde su p¨¢gina web, una de las m¨¢s completas de las que se pueden encontrar entre los peque?os ayuntamientos vascos. Lo cierto es que los habitantes de este valle, junto al territorio alav¨¦s, recorrido por el r¨ªo Herrer¨ªas, siempre han estado a la ¨²ltima en cada ¨¦poca. Sus ferrer¨ªas tuvieron la mejor consideraci¨®n; a la hora de elaborar pan, en tiempos de escasez, sus hogazas consiguieron una merecida fama, y hoy la localidad mantiene una poblaci¨®n estable gracias a su apoyo al teletrabajo, desde hace m¨¢s de ocho a?os.
Todo ello en un lugar que puede presumir de conservarse casi intacto, escasamente influido por la historia industrial de este ¨²ltimo siglo, rodeado de bosques de robles y hayas, alisos, fresnos y otras especies de la zona. Aunque el paseante tambi¨¦n podr¨¢ disfrutar de ¨¢rboles ex¨®ticos en los jardines de las numerosas casas de indianos levantadas en la ¨²ltima centuria.
Lleg¨® el tiempo en que la producci¨®n de hierro empez¨® a convivir con la elaboraci¨®n del pan
Antes de que se descubriera Am¨¦rica, la vida de los vecinos de Gordexola estaba ligada a la casa torre. En un principio, lugar de residencia que formaba un complejo con el molino y la ferrer¨ªa (en las Encartaciones est¨¢n registradas 88, lo que da idea del potencial de la comarca en la explotaci¨®n del hierro), las guerras banderizas llevaron a estos edificios a convertirse en fortalezas casi inexpugnables. En el valle todav¨ªa se mantienen en pie cuatro, en diferentes grados de conservaci¨®n: desde la torre de Urtusaustegui (en el barrio de Azkarai), gravemente deteriorada, hasta la interesant¨ªsima de Oxirando, que cuenta con un palacio renacentista adosado. De ¨¦l se conserva una logia, galer¨ªa de origen italiano que se?ala el cambio de gusto de los moradores de una edificaci¨®n que se remonta al siglo XIII. Las otras dos son las de Ibarg¨¹en, a la vera de la importante en su tiempo calzada del Pont¨®n, y de Largacha, que ha sobrevivido con un curioso aspecto gracias al caser¨ªo que se construy¨® junto a uno de sus muros.
Y lleg¨® el tiempo en que la producci¨®n de hierro empez¨® a convivir con la elaboraci¨®n del pan. Aqu¨ª vuelve a destacar Gordexola a partir del a?o 1630. Tal fue la producci¨®n en pocos a?os que se lleg¨® a prohibir la venta fuera del concejo, ya que los panaderos, que no ten¨ªan montes propios, arrasaban con los ajenos y comunales con el fin de conseguir le?a para sus hornos.
Al final, este gremio se sali¨® con la suya y, siglo y medio despu¨¦s, el barrio del Molinar, centro neur¨¢lgico del valle, acog¨ªa semanalmente un mercado de trigo para el abastecimiento de los panaderos. Con el pan tambi¨¦n lleg¨® el reloj al pueblo. En ese mismo 1630 se coloc¨® en la torre de la iglesia un reloj de larga vida (dur¨® hasta 1780) para que as¨ª los vecinos del valle no tuvieran excusas a la hora de cumplir con los correspondientes preceptos religiosos.
Como se ve, Gordexola siempre a la ¨²ltima. Tambi¨¦n en arquitectura: ah¨ª est¨¢n los palacios barrocos de Urdanegui, junto al barrio de Errotaiga, espl¨¦ndida casa solar con dos arcos de entrada, o el del Pont¨®n, uno de los ejemplos m¨¢s sobresalientes de cuantos se reparten por el valle.
Y no faltan personajes ilustres, como Juan Garay, natural de la casa noble del mismo apellido en el alto de Berbikiz, fundador de la ciudad de Santa Fe y Sant¨ªsima Trinidad (la actual Buenos Aires) en Argentina a finales del siglo XVI. Otro emigrante famoso fue Jos¨¦ Arechabala Aldama, emigrante a Cuba en 1862, con quince a?os, quien a su regreso edific¨® Villa Carmen, una de las varias casas de indianos que pueblan Gordexola, ahora sede del Ayuntamiento. Cerca de ¨¦sta se puede disfrutar de Villa Cuba y de la casa de la familia Arechavaleta, Villa Alday o Villa Jos¨¦.
Como se ve, un paseo por Gordexola supone un recorrido por la historia del Pa¨ªs Vasco y sus caracter¨ªsticas m¨¢s reconocidas: una geograf¨ªa abrupta, las ferrer¨ªas, las casas fuertes, el fen¨®meno de los indianos... Gordexola, por tener, tiene hasta un futuro santo en la figura del padre Francisco de Ber¨¢scola, nacido en 1564, persona ilustrada e influyente que tom¨® los habitos franciscanos y fue martirizado con 33 a?os por los habitantes de la pen¨ªnsula de la Florida en Norteam¨¦rica. Bien podr¨ªa convertirse en el patr¨®n de los cibernautas.
Descanso tras el paseo en Berbikiz
C¨®mo llegar: El valle de Gordexola, en las Encartaciones, es el m¨¢s cercano al territorio de ?lava. Desde Bilbao se accede por la BI-636 hasta Sodupe, y desde all¨ª en pocos kil¨®metros se llega por la BI-504 a Gordexola. Desde Vitoria, hay que llegar hasta Amurrio (primero por la N-632 y luego por la A-624), desde donde se contin¨²a por la A-624 hasta llegar a Artziniega. De all¨ª sale el desv¨ªo a Gordexola por la A-2604.
Alojamiento: Los establecimientos de agroturismo escasean en esta zona, aunque en la cercana localidad de Zalla est¨¢ el hotel Ibarra (94 6391701) y el Chicote 94 6390178) Y en Balmaseda se puede acudir al Hotel San Roque (94 6102268). En esta localidad, capital de las Encartaciones, se encuentran tambi¨¦n los hostales Bego?a (94 6102326) y Mendia (94 6102258). El agroturismo m¨¢s cercano se encuentra en ?lava: Olabarrieta Beheko, en Okondo (945 898146).
Comer: En Gordexola hay una interesante oferta de restaurantes y tabernas. Destacan el Txelus (94 6799102), las tabernas Carlos (94 6799077) y Aizu (94 6798018) y el bar de las Piscinas (94 6799176). Ya en Balmaseda, la oferta gastron¨®mica se ampl¨ªa con los restaurantes Abellaneda (94 6801674) e Iza (94 6102268).
Actividades: Los alrededores de Gordexola ofrecen lugares atractivos para el descanso despu¨¦s del paseo por el n¨²cleo urbano. El ¨¢rea recreativa de Berbikez se encuentra situada en el alto de la carretera que une Gordexola y Zalla, junto a la ermita de San Juan de Berbikiz. Dispone de 13 mesas, 4 asadores, papeleras y aparcamiento. El ¨¢rea recreativa parece querer descender por la ladera, si no se lo impidiera una barrera de j¨®venes pinos que, adem¨¢s de proteger a Berbikiz del viento, delimitan el ¨¢rea en su zona mas baja.
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