Escalar el muro

Sylvain Cypel, redactor jefe de Le Monde, tan israel¨ª como franc¨¦s, y siempre jud¨ªo a tiempo completo, no es probable que haya o¨ªdo hablar de Eugenio d'Ors -ni muchos espa?oles- pero su excelente trabajo Entre muros de reportaje y antropolog¨ªa hist¨®rica del conflicto por Palestina -por mejor que de- hace realidad la idea central de la fenomenolog¨ªa dorsiana: construir o descubrir la an¨¦cdota o serie de an¨¦cdotas de forma significativa como para llegar a la categor¨ªa. En los libros de historia, y m¨¢s a¨²n en una historia pr¨®xima, abrupta, en movimiento como el contencioso ¨¢rabe-israel¨ª, el primer problema es el de fundir el horizonte, lo lejano, con lo que tenemos ante las narices; lo vivido cuando ello es tan recomendable como en este caso en que visitar el lugar de los hechos se halla al alcance de todos los intelectuales judeocristianos, y lo teorizado. De un lado, el periodista recorre los escenarios de una guerra intermitente pero que nunca cesa, y al mismo tiempo ha de establecer par¨¢metros, conclusiones, y para que las cosas tengan sentido, esa segunda distancia ha de estar impl¨ªcita de alguna manera en la primera; incluso, si hay suerte, ha de fluir de la primera. Hasta aqu¨ª la teor¨ªa, pero los resultados no suelen ser con frecuencia muy alentadores. En muchos casos, nos encontramos con libros de reportajes pespunteados de opiniones del autor, libros de opiniones y hasta de investigaciones muy respetables, salpicados aqu¨ª y all¨¢ de aproximaciones de valor relativo a las cosas para verlas por encima del muro de la teor¨ªa. Cypel, en cambio, es todo teor¨ªa y praxis sin salir de la misma frase. La informaci¨®n rica, precisa, denotativa se establece como plataforma de la reflexi¨®n, y de ah¨ª se despliega en el conocimiento. No faltan por ello los momentos en los que se dir¨ªa que es capaz de responder a todas nuestras preguntas.

El autor, con pesadumbre pe-

ro sin sentimentalidad, hace un balance terriblemente pesimista de 12 a?os de vivir en Israel y sus conquistas. El t¨ªtulo, Entre muros, buena traducci¨®n dentro de una buena traducci¨®n, tiene, sin embargo, algo menos de fuerza que el original franc¨¦s Les Emmur¨¦s (los amurallados), los que no son capaces de salir del armario de unas certezas cada d¨ªa menos convincentes, m¨¢s pilladas a trasmano del mundo con la gloriosa excepci¨®n de Estados Unidos, con cuya venia es siempre posible tomarse todas las libertades geopol¨ªticas que convenga. Cypel puede distribuir justamente responsabilidades entre los dos grandes actores del drama de Oriente Pr¨®ximo, pero a ning¨²n lector se le oculta que en el antiguo mandato hay v¨ªctimas inescapables y verdugos de propia elecci¨®n. Y ese atrincheramiento que en nada alivia la reciente retirada israel¨ª de la franja de Gaza -cap¨ªtulo a?adido a la versi¨®n espa?ola- no apunta ni remotamente a un desenlace positivo. En una cena de amigos en Madrid, el autor completaba su propia cr¨ªtica. Israel se ha perdido en el mismo laberinto que ha creado para no tener que hacer frente a las consecuencias de su comportamiento.