El ¨²ltimo senador en pie

Desde hoy est¨¢ de vacaciones, y las pasar¨¢ en Galicia, pero Manuel Fraga, de 83 a?os, puede decir que ha sostenido la honra del Senado en el mes de julio. En una ¨¦poca en que encontrarse servidores p¨²blicos por los pasillos de las Cortes es m¨¢s dif¨ªcil que dormir fresquito, Fraga ha seguido acudiendo cada d¨ªa a las nueve menos cuarto al despacho n¨²mero 21058 de la primera planta del Senado.

La actividad del Senado es pr¨¢cticamente nula en julio. Sin compromisos en el edificio, las tareas se desplazan fuera, a cursos de verano, viajes, o actividades en las respectivas comunidades de los representantes auton¨®micos. La oficina de Correos y la biblioteca de la C¨¢mara pr¨¢cticamente han tenido un solo cliente estos 31 d¨ªas, Fraga.

Saca de la biblioteca decenas de libros, todos sobre la reforma del Senado

Es el senador que m¨¢s correo genera. Recorta art¨ªculos y los env¨ªa por carta

"No soy el ¨²nico en el Senado", dice el senador, presidente fundador del PP y ex presidente de la Xunta de Galicia. Aclara que, adem¨¢s de ¨¦l, "hay funcionarios y algunos compa?eros. Y el restaurante sigue abierto". La raz¨®n de que siga acudiendo a diario a su despacho es que vive "en un piso muy peque?o" y el Senado le resulta m¨¢s c¨®modo para su actividad social. "Aqu¨ª yo recibo bastante gente, periodistas, compa?eros, gente que quiere conocerme", explica. "?ste es un sitio tranquilo, ahora m¨¢s tranquilo que nunca". Adem¨¢s, "aqu¨ª es m¨¢s f¨¢cil aparcar" para las visitas.

Dice Fraga que a la plaza de la Marina Espa?ola tambi¨¦n suelen acudir en verano los populares Juan Jos¨¦ Lucas (ex presidente y actual vicepresidente de la C¨¢mara alta) y "alg¨²n otro colega, como Elorriaga padre". Se refiere al senador Gabriel Elorriaga, que es padre del diputado Gabriel Elorriaga, secretario de comunicaci¨®n del PP. Entre los socialistas, Juan Barranco y Juan Jos¨¦ Laborda tambi¨¦n han sido habituales en julio.

Fuentes del grupo popular explican que el senador Fraga tiene toda la agenda de julio milimetrada, igual que el resto del a?o. "Lleva 50 a?os siguiendo una agenda hecha por protocolo, no puede prescindir de eso". En ella est¨¢n detalladas visitas, salidas, almuerzos o charlas a diario que no han cesado en julio. "Tenga en cuenta que llevo m¨¢s de medio siglo de servicio p¨²blico", dice Fraga, que repite varias veces esta frase en la entrevista, "y he conocido a mucha gente".

Los d¨ªas que no ha acudido a alg¨²n acto p¨²blico, el ex presidente de la Xunta se levanta "muy temprano", como para desayunar de siete a siete y media. "Salgo de casa a las ocho y media para llegar aqu¨ª antes de las nueve". En la cafeter¨ªa del Senado, donde se concentra todo el debate pol¨ªtico de la C¨¢mara en julio, pr¨¢cticamente no lo conocen: "Vengo desayunado de casa, como es natural", dice. "Y ya no tomo nada hasta mediod¨ªa, como es natural". Entre horas, s¨®lo la botella de agua mineral que hay sobre su mesa, junto a un humidificador del aire. Al servicio m¨¦dico no ha bajado nunca. "Gracias a Dios, la salud la tengo bastante bien".

A primera hora escucha la radio. "Todas las emisoras, seg¨²n el d¨ªa", asegura. "Pero tengo una especial tendencia, porque me suenan m¨¢s, a las cosas que dicen Onda Cero y la Cope, algunas veces exagerando un poco". Cuando llega al Senado, lee toda la prensa de Madrid y despu¨¦s el International Herald Tribune. Su primer peri¨®dico de la ma?ana es La Voz de Galicia, y el ¨²ltimo, el Faro de Vigo, "porque llega a ¨²ltima hora". A veces reclama fotocopias de otros peri¨®dicos. La televisi¨®n, s¨®lo un poco despu¨¦s de comer y de cenar.

En la oficina de Correos del Senado confirman que Fraga, aunque no es de los que m¨¢s correo reciben, es el senador que m¨¢s correo produce. Entre 10 y 30 cartas todos los d¨ªas durante el mes de julio. "Sobres grandes", detallan los funcionarios. La explicaci¨®n es que Fraga, cada vez que lee un art¨ªculo que le parece que puede interesar a alg¨²n conocido suyo, lo recorta y se lo env¨ªa. En la mesa de su despacho no hay ordenador, y s¨ª p¨¢ginas de peri¨®dicos unidas con un clip y subrayadas de arriba abajo. "En principio sigo fiel a leerme los papeles y a subrayarlos yo mismo", aclara.

De la biblioteca ha sacado alrededor de 20 libros este mes. "Estoy trabajando en mi preparaci¨®n sobre un tema que me ha dado que pensar mucho toda mi vida, la reforma del Senado", explica. Los t¨ªtulos abordan todos este asunto. De un vistazo: The role of regions and sub-national actors in Europe (Stephen Weatherhill y Ulf Benitz), Ante el futuro del Senado (Institut d'Estudis Auton¨°mics de la Generalitat de Catalunya), La reforma constitucional del Senado (Eliseo Aja, Enoch Albert¨ª, Juan Jos¨¦ Ruiz), El Senado, c¨¢mara de representaci¨®n territorial (coordinado por Francesc Pau i Vall). "Los libros le duran diez minutos", aseguran en su entorno.

Est¨¢ leyendo sobre la reforma del Senado en espa?ol, ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano y alem¨¢n. "Mi padre, que en paz descanse, gran tipo, era un emigrante a Cuba que se cas¨® all¨ª con una vasca", relata cuando se le pregunta por su conocimiento de estos idiomas. "En mi casa se hablaba: castellano con acento cubano, que se lo fue quitando mi pobre padre; castellano perfecto, tirando a repipi, de la m¨¢s joven de sus hermanas, mi famosa t¨ªa Amadora; mi pobre abuela hablaba s¨®lo gallego, perfecto. Y mi madre nos hablaba en franc¨¦s para que lo aprendi¨¦ramos, y de vez en cuando se le escapaba una frase en vasco, sobre todo si era algo fuerte". Con este panorama, "estaba acostumbrado a la convivencia de varios idiomas".

Aparte, "el portugu¨¦s no es problema para un gallego". El alem¨¢n y el italiano, los estudi¨® "muy seriamente". "El italiano ha sido el gran modelo literario de Espa?a desde Dante, Petrarca y Boccaccio". Sobre el ingl¨¦s, "fui embajador en Londres", a?ade.

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, anunci¨® que en septiembre abrir¨¢ una ronda de consultas con los partidos para evaluar si existe posibilidad de consenso sobre la reforma del Senado, la m¨¢s importante de las cuatro reformas constitucionales previstas. En Fraga encontrar¨¢ un entusiasta del tema "Es un problema que se plantea en todas las segundas c¨¢maras, hasta la C¨¢mara de los Lores ha sido reformada dos veces el siglo pasado", afirma. Lleva meses prepar¨¢ndose.