Una tregua urgente, no inmediata
La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, habla de un alto el fuego urgente, pero el presidente Bush matiza que el cese de las hostilidades no ser¨¢ inmediato
La soluci¨®n de la crisis en Oriente Pr¨®ximo se enfrenta a una diferencia de matices en la Casa Blanca. El alto el fuego "urgente" que desde Jerusal¨¦n plante¨® ayer la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, se vio enfriado por las palabras que pocas horas despu¨¦s dijo el presidente de EE UU, George W. Bush, desde Florida, dejando claro que esa tregua no debe ser inmediata y que quiere acabar con Hezbol¨¢ a toda costa. "Vamos a trabajar con nuestros aliados para presentar ante el Consejo de Seguridad una resoluci¨®n que ponga fin a la violencia y siente las bases de una paz duradera", dijo Bush.
Condoleezza Rice se declar¨® convencida de que ser¨¢ posible lograr un consenso de "emergencia" en el seno de Naciones Unidas, compartido por L¨ªbano e Israel, que se sustentar¨ªa sobre tres elementos: un alto el fuego urgente, el pacto de un marco pol¨ªtico para el cese de las hostilidades y el despliegue de una fuerza de estabilizaci¨®n multinacional que vele por la paz. La iniciativa de Rice se asemeja a primera vista al borrador de resoluci¨®n que hizo circular Francia este fin de semana, en el que se pide un cese inmediato de las hostilidades en L¨ªbano y plantea una serie de condiciones para establecer el alto el fuego.
Los asesores de la Casa Blanca esperan que el conflicto sirva para destruir a Hezbol¨¢
La propuesta de la secretaria de Estado incluye la creaci¨®n de una zona de seguridad exenta de milicias armadas y que est¨¦ sujeta a un embargo para la concesi¨®n de armas a grupos independientes del Gobierno liban¨¦s. La futura fuerza internacional de estabilizaci¨®n, seg¨²n Rice, deber¨¢ ayudar al Gobierno liban¨¦s a desarmar a las milicias, como recogen las resoluciones 1559 y 1680.
El bombardeo, la noche del pasado s¨¢bado, de un edificio lleno de civiles en el poblado de Qana, que caus¨® la muerte a 57 personas, 29 de ellos ni?os, est¨¢ tocando el n¨²cleo duro de la pol¨ªtica exterior de Washington en la regi¨®n, donde ejerce como principal aliado de Tel Aviv. Para limitar da?os, el presidente Bush dijo ayer que su Administraci¨®n est¨¢ trabajando para que el Consejo de Seguridad adopte un plan "que corrija las causas profundas del problema". Bush reiter¨® que EE UU quiere una "paz duradera" en la regi¨®n.
Pero aunque desde la Casa Blanca se pide a Israel que sea m¨¢s cuidadosa a la hora de dise?ar su plan de ataque contra las fuerzas de Hezbol¨¢, Washington se niega en rotundo a condenar o a que se haga alguna cr¨ªtica desde la ONU a la acci¨®n militar de Israel en L¨ªbano. El presidente Bush reiter¨® ayer el derecho de los israel¨ªes a defenderse y responder a los ataques, mientras la comunidad internacional califica la acci¨®n de desproporcionada.
Una estrategia que, seg¨²n los analistas, est¨¢ volviendo a aislar a la Casa Blanca en la escena internacional y crea una frustraci¨®n creciente en el mundo ¨¢rabe. Washington se encuentra as¨ª en una situaci¨®n de soledad que no viv¨ªa desde la controvertida invasi¨®n de Irak en marzo de 2003.
El plan planteado por Condoleezza Rice tras su segundo viaje a la regi¨®n se entend¨ªa como un intento para salir adelante en esta ¨²ltima crisis. Bush comparte la idea de un alto el fuego, pero sus asesores esperan que este conflicto sirva para destruir a Hezbol¨¢ y, como consecuencia, restaurar el orden en Oriente Pr¨®ximo.
Por eso, el presidente Bush se resisti¨® ayer a que se aplique un alto el fuego inmediato. "No hay que olvidar que esta crisis la empez¨® Hezbol¨¢", remach¨® el presidente, que no dud¨® en arremeter de nuevo contra Ir¨¢n y Siria por apoyar y suministrar las armas que utiliza la milicia libanesa en sus ataques contra Israel.
La pasada madrugada, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adopt¨® una declaraci¨®n presidencial en la que deplora la matanza en Qana y pide al secretario general que le informe en el plazo de una semana sobre lo sucedido.
"Hubi¨¦ramos preferido un lenguaje m¨¢s duro", dijo el embajador franc¨¦s ante la ONU, Jean-Marc de la Sabliere, pero a rengl¨®n seguido dijo que era un texto "aceptable" en vista de la divisi¨®n que reina en este ¨®rgano. La declaraci¨®n hace un llamamiento al fin de la violencia y a una soluci¨®n permanente de la crisis en Oriente Pr¨®ximo.
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