Arno Klarsfeld, la coartada de Sarkozy
El mediador en la actual crisis es un joven abogado que acus¨® al colaboracionista Papon
Hijo de Serge y Beate Klarsfeld, los dos principales investigadores de la persecuci¨®n jud¨ªa en Francia, Arno Klarsfeld ha sido nombrado por Sarkozy "mediador de la Rep¨²blica" para que "examine con los prefectos los casos jur¨ªdicamente m¨¢s complejos". Arno es un treinta?ero de buen ver, abogado y popular. Particip¨® en la acusaci¨®n particular contra Maurice Papon, precisamente un prefecto que organiz¨® el traslado de ni?os jud¨ªos franceses hacia campos de exterminio nazis. Eso hace que nadie le pueda imaginar insensible a la suerte de ni?os a los que se fuerza a abandonar Francia.
Arno es tambi¨¦n una presencia constante en las revistas dedicadas al famoseo, ya sea por su costumbre de acudir a los tribunales con toga y patines de ruedas, por sus devaneos con chicas guapas -la modelo y cantante Carla Bruni tuvo un breve romance con ¨¦l-, o por sus participaciones en programas de radio y televisi¨®n. Jud¨ªo y sionista militante -tiene la doble nacionalidad, francesa e israel¨ª, y ha cumplido el servicio militar en Israel-, Klarsfeld habla adem¨¢s un mont¨®n de idiomas -ingl¨¦s, alem¨¢n, ruso, hebreo, etc¨¦tera- y niega servir de coartada a nadie. "Puede que Sarkozy me utilice, pero yo sirvo a mis ideas". Y sus ideas son las de un estudio caso por caso del problema que representa cada ni?o escolarizado en Francia sin permiso de residencia. Es contrario a las regularizaciones masivas y por eso sostuvo que se rechazara la solicitud de Aminata Diallo, una maliense de 18 a?os. "Naci¨® en Francia, pero regres¨® al Mal¨ª de sus padres cuando cumpli¨® los seis. S¨®lo regres¨® a Francia para pasar el examen de selectividad, que suspendi¨®. Su vida, sus v¨ªnculos afectivos est¨¢n en Mal¨ª y no aqu¨ª". En cambio, se ha preocupado por resolver las situaciones legalmente complejas de chavales congole?os o de Costa de Marfil. Eso s¨ª, Arno no se desplaza, de ciudad en ciudad, si no es acompa?ado de una c¨¢mara de televisi¨®n. Quiere que su gesti¨®n tenga un valor pedag¨®gico, que amar a un pa¨ªs no sea una expresi¨®n vana, reivindicar la noci¨®n de patriotismo. Se le imaginaba adicto a la gauche caviar y le descubrimos sarkozysta de pro. Puede que s¨®lo sea por oportunismo, m¨¢s probablemente por vanidad medi¨¢tica y, con casi toda seguridad, por hartazgo del antisemitismo de una parte de la izquierda.
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