"En investigaci¨®n convive lo moderno con lo anacr¨®nico"
El doctor Miguel Beato (Salamanca, 1939) dirige el Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica (CRG) desde su creaci¨®n, en el a?o 2000. "Ha sido un trabajo duro. Cre¨ªa que ven¨ªa a montar un peque?o grupo de investigaci¨®n en Barcelona y que iba a descansar en los ¨²ltimos a?os de mi carrera. Sin embargo, estoy trabajando m¨¢s que nunca, pero muy feliz porque las cosas est¨¢n saliendo bien. Lo que est¨¢ pasando aqu¨ª es impresionante".
Pregunta. ?A qu¨¦ se dedica el Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica?
Respuesta. Su principal objetivo es ser un centro de referencia internacional en investigaci¨®n biom¨¦dica b¨¢sica. Lo m¨¢s importante del genoma, en lo relativo a la funci¨®n de los genes y las prote¨ªnas y a su relaci¨®n con enfermedad y salud, no se halla en los genes, sino en las estructuras gen¨®micas que los regulan.
P. ?C¨®mo se organiza?
R. En seis programas de seis grupos cada uno. Ninguno de ellos est¨¢ funcionando a pleno rendimiento. Los m¨¢s desarrollados son el de Regulaci¨®n G¨¦nica -que dirijo- y el de Genes y Enfermedad -a cargo de Xavier Estivill-. El resto se est¨¢ desarrollando bastante r¨¢pido.
P. ?El CRG surge de una iniciativa pol¨ªtica?
R. Parte de uno de los proyectos que impuls¨® el consejero Andreu Mas Colell hacia el a?o 2000 y que, en cuatro a?os, cambiaron el panorama cient¨ªfico en Barcelona y tambi¨¦n en Catalu?a. Ide¨® un tipo de institutos que escapan del cl¨¢sico mecanismo funcionarial espa?ol, en el que uno llega, se presenta a oposiciones, saca su plaza y, una vez conseguida, si quiere se puede ir a dormir y no pasa nada, porque nadie le controla.
P. ?Cu¨¢l fue la f¨®rmula para romper con la tradici¨®n?
R. Sigui¨® un modelo que hab¨ªa funcionado en otros lugares del mundo: fundaciones privadas con un director con capacidad ejecutiva y en las que los investigadores tienen un contrato. Se han hecho las cosas bien, de un modo distinto a como est¨¢bamos acostumbrados, sin endogamias y con mucha exigencia. Gracias a ello, el CRG est¨¢ causando sensaci¨®n fuera de Espa?a. Nadie, ni yo mismo, se lo esperaba. Ven¨ªa de trabajar durante toda mi vida en Alemania, donde tambi¨¦n dirig¨ªa un instituto cient¨ªfico, y pensaba que lo que se hab¨ªa hecho en Alemania se pod¨ªa reproducir aqu¨ª, aunque quiz¨¢ no me imaginaba un resultado tan espectacular.
P. ?C¨®mo ser¨¢ la Catalu?a cient¨ªfica del futuro?
R. Catalu?a est¨¢ haciendo un gran esfuerzo por colocarse en una situaci¨®n avanzada con relaci¨®n a todos los pa¨ªses del norte de Europa y est¨¢ quemando etapas a gran velocidad. Estos pa¨ªses han llegado a su posici¨®n actual despu¨¦s de muchos a?os, algunos est¨¢n en ello desde principios del siglo XX o desde mucho antes. El problema es que en Catalu?a conviven sistemas de investigaci¨®n y organizaciones anacr¨®nicos: unos corresponden al viejo modelo, y otros, a lo m¨¢s moderno de Europa, con unas estructuras modernas y competitivas.
P. ?Y el CRG del futuro?
R. Empezamos de forma muy modesta en el a?o 2000 con una inversi¨®n de 100 millones de pesetas. Aprovechando una serie de din¨¢micas circunstanciales, hemos ido creciendo a una velocidad incre¨ªble. Nuestra plantilla es de 200 personas, con una red de cient¨ªficos de todo el mundo. Pronto nos trasladaremos al edificio del parque de investigaci¨®n biom¨¦dica, donde vamos a duplicar nuestro tama?o para dar un salto adelante. Para competir internacionalmente, no se trata tan s¨®lo de contar con los mejores cient¨ªficos -que ya los tenemos-, sino con los mejores servicios cient¨ªfico-t¨¦cnicos e instalaciones. En 2008 estaremos a la cabeza, junto con los institutos m¨¢s importantes de Alemania y de Inglaterra. Nuestra meta es ser financiados por recursos europeos dentro de unos a?os para no estar sujetos a las veleidades de los pol¨ªticos. Siempre que la financiaci¨®n sea local existe una cierta incertidumbre, por ejemplo, ahora, con el cambio del Gobierno de la Generalitat.
P. Pero ustedes ya vivieron un cambio de Gobierno.
R. S¨ª, pasamos de un Gobierno conservador -aunque Mas Colell, un economista liberal, tiene unas ideas m¨¢s bien de izquierdas- a uno de izquierdas. Y sin embargo, hemos mantenido la misma l¨ªnea. Parece ser que en la clase pol¨ªtica catalana existe el consenso de que nuestro modelo funciona, es bueno para Catalu?a y hay que apoyarlo. Yo me siento muy seguro, la verdad.
P. ?La receta para el ¨¦xito?
R. Las reglas de funcionamiento del instituto: escoger a los mejores; ofrecerles unos salarios competitivos; brindarles una confianza, una independencia y una libertad totales, y darles recursos. A los cuatro a?os, son evaluados por un comit¨¦ externo de cient¨ªficos con criterios objetivos. Si sus resultados no son satisfactorios, deben dejar su puesto en el plazo de un a?o.
A pesar de todo, nadie se queda m¨¢s de nueve a?os. Potenciamos la movilidad para que el CRG se mantenga joven y se renueve. Aunque parece un tratamiento duro, es el mejor para la ciencia, porque se estimula la participaci¨®n de gente comprometida, creativa y con capacidad de trabajo. Adem¨¢s, el dinero p¨²blico no se puede malgastar.
Datos
El doctor Miguel Beato dirige desde el a?o 2000 el Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica, donde est¨¢ al frente de un equipo de investigadores.
El ¨¦xito del centro radica, en buena medida, en que escapa a la estructura funcionarial cl¨¢sica; lo impulsan fundaciones privadas con un director ejecutivo con plenos poderes e investigadores con contrato.
En el a?o 2008, Catalu?a estar¨¢ junto a la investigaci¨®n europea m¨¢s puntera, que lideran Alemania y el Reino Unido.
Los gobiernos catalanes -primero CiU y luego el tripartito- mantienen el consenso b¨¢sico sobre el modelo del centro.
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