Sancho Gracia: "Tienes una bonita sonrisa"
Susana Cereceda: "No me gustan los piropos"
Sancho. H¨¢blame de John Reed.
Susana. Era un revolucionario, un periodista fant¨¢stico que se fue a M¨¦xico en plena revoluci¨®n y se coloc¨® al lado de Zapata. Luego se march¨® a Mosc¨². All¨ª est¨¢ enterrado y tiene un mausoleo. Muri¨® de tuberculosis en una c¨¢rcel. Todo un personaje.
Sancho. Montaba a caballo, te lo digo yo.
Susana. A ti, ?el caballo te ha gustado siempre?
Sancho. Es uno de los seres m¨¢s bellos de la tierra en todos los sentidos. ?rabe, espa?ol, percher¨®n: todos tienen su belleza.
Susana. Los hay listos y tontos.
Sancho. Listos, ninguno. Discrepo, no puede ser inteligente un animal que se deja poner 90 kilos encima. El hombre es m¨¢s listo y lo domina.
Susana. Afortunadamente, pero podr¨ªa haber sido al rev¨¦s.
Sancho. Nos har¨ªan de todo o podr¨ªamos haber sido m¨¢s felices. Tienes una linda sonrisa.
Susana. No me gustan los piropos.
Sancho. A m¨ª me lo puedes decir. ?D¨®nde naciste?
Susana. En Madrid. Cuando era peque?a ten¨ªa dos im¨¢genes tuyas en la cabeza. Una como Curro Jim¨¦nez y otra la de tu apoyo a Su¨¢rez en el 79. Y luego al PSOE, tambi¨¦n.
Sancho. Adolfo me dijo que ya le estaba traicionando y yo le respond¨ª que ¨¦l ya sab¨ªa de qu¨¦ pie cojeaba yo. Es que es padrino de mi hijo, Adolfo. Creo que ha sido vital. Luego, algunos me dijeron: "Ah¨ª est¨¢ el bandolero socialista". ?Qu¨¦ edad ten¨ªa yo cuando empec¨¦ Curro Jim¨¦nez?
Susana. ?Treinta?
Sancho. No he parado. ?Y t¨²?
Susana. Yo entr¨¦ en la facultad pensando que me iba a dedicar a la pol¨ªtica activa y me he quedado en la pura teor¨ªa. La universidad consigui¨® alejarme de todos los partidos.
Sancho. Los partidos necesitan un l¨ªder, como los caballos. Tengo tres hernias discales y me duelen, pero sigo montando. Ahora montar¨¦ si puedo en una corrida de toros.
Susana. Nunca he ido a una corrida.
Sancho. ?No te gustan?
Susana. El toro me gusta, las corridas no me dan curiosidad. El toro y el caballo son los animales que m¨¢s me gustan e insisto que algunos caballos tienen ojos distintos.
Sancho. Tiene mucha memoria, pero listo no es. En las pel¨ªculas he tratado mucho con ellos.
Susana. Es miedica. Un animal conservador y asustadizo.
Sancho. ?Conociste a Tierno Galv¨¢n?
Susana. No. He conocido a Su¨¢rez, a Felipe Gonz¨¢lez, a Aznar, no mucho, y a Zapatero, no.
Sancho. Volvamos a los caballos. Si no hubiera sido por ellos no se habr¨ªan abierto caminos en Europa. Ha sido una v¨ªa de civilizaci¨®n total. ?Qu¨¦ pena que no te gusten los toros!
Susana. No deja de ser un festejo cultural duro, extremo.
Sancho. A m¨ª me parece muy bien que no te guste, como a quien no le gusta el f¨²tbol. En una corrida veo belleza, no s¨®lo la valent¨ªa del torero, sino un ballet, como cuando juega Zidane, a pesar del cabezazo.
Susana. Me dio mucha pena, pod¨ªa haber terminado en la gloria.
Sancho. Eso es pol¨ªticamente correcto. Si a m¨ª me dicen lo que le dijeron, le mato. A m¨ª me parece muy bien lo que ha hecho. A m¨ª me toca las narices lo dem¨¢s.
Susana. ?Por qu¨¦ no sancionan el insulto? ?No son agresiones las palabras? En todas partes hay personajes repelentes, en el mundo del caballo, lo ¨²nico decente es el animal tambi¨¦n. T¨², ?por qu¨¦ haces personajes duros, bandoleros, asesinos, complicados, rebeldes, que no se dejan manipular? ?O s¨ª?
Sancho. Depende, me siento c¨®modo en cualquier personaje. A todos les das algo, la mirada, la forma. La pshyque du rol, que dicen los franceses, es muy importante. Busco ¨¢ngulos vitales.
Susana. Yo tambi¨¦n, disfruto de lo que hago. Preparo cada clase como si fuera la ¨²ltima de mi vida. Como galopar el fin de semana.
Sancho. Yo disfruto estando aqu¨ª. Follar me gusta mucho y no puedo, debe de ser la vejez. Montar a caballo, nadar, ir al mar, vivir. Yo no tengo miedo a la muerte, tengo miedo a dejar de vivir. Me falta un pulm¨®n. Fui al m¨¦dico un d¨ªa que ten¨ªa funci¨®n y no me dejaron salir del hospital. Yo me re¨ª del m¨¦dico. ?Qu¨¦ me est¨¢ diciendo usted?
Susana. Yo te vi por primera vez en Pamplona en 2001, en el vest¨ªbulo del hospital. Mi padre estaba en tratamiento.
Sancho. ?Qu¨¦ ten¨ªa?
Susana. Un tumor cerebral. Pero est¨¢ bien.
Sancho. A m¨ª me est¨¢n reba?ando. Yo no quiero dolor, se lo digo al m¨¦dico. Dame lo que quieras, morfina, morfina. No me gusta el dolor, no me gusta el sufrimiento de la gente. Me parece una estupidez.
Susana. En el hospital, con mi padre, hab¨ªa algunos con m¨¢s miedo o m¨¢s entereza, pero aguantaban el tir¨®n hasta que aparec¨ªa el dolor. El dolor te hunde. Lo que m¨¢s me choc¨® era eso, a mi padre le pasaba lo mismo. Es lo que acaba con tu voluntad.
Sancho. Perder la voluntad es peor todav¨ªa. Con la fortaleza que yo he tenido, estar ah¨ª tumbado y esperar a que te levanten. Yo soy un gran golfo, pero soy un gran familiero y lo que he notado con esto es que hay gente que me quiere.
Susana. Eso ayuda.
Sancho. ?Joder, claro que ayuda! Ayuda a querer vivir m¨¢s.
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