Envejecer
El problema de la tele, al contrario del cine, es que naci¨® hu¨¦rfana de teor¨ªas. Vale que despu¨¦s, cuando super¨® la adolescencia, los te¨®ricos se ensa?aron con la pantalla bastarda hasta convertirla en el pimpampum de todas sus apocal¨ªpticas y desfasadas teor¨ªas de tarima; porque al contrario del cine, los muy tard¨ªos te¨®ricos televisivos no s¨®lo odiaban el medio sino que lo inculparon de todas las vilezas ideol¨®gicas de la era del consumo, lo cual impidi¨® la normalidad cat¨®dica y su natural evoluci¨®n a imagen y semejanza del cine.
Es que durante esta semana de guardia, a falta de novedades, ech¨¦ de menos en mi zapeo por nuestras cadenas una teor¨ªa sobre el arte televisivo de envejecer, g¨¦nero del que el cine est¨¢ sobrado y ha logrado reconvertir en toda una industria, la de la nostalgia, que ahora ocupa tanto espacio en la pantalla casera y no s¨®lo en sus canales tem¨¢ticos. ?C¨®mo envejece la tele y m¨¢s concretamente sus series m¨ªticas? ?Existe aqu¨ª algo parecido al potente g¨¦nero de la nostalgia cin¨¦fila?
A falta de teor¨ªas y s¨®lo agarrado al mando a distancia, ¨¦stas son mis primeras conclusiones ante la oleada de reposiciones veraniegas. La primera regla es que aqu¨ª no hay reglas. El doctor Grissom de CSI (Las Vegas) sigue manteniendo el inter¨¦s fuera de temporada a pesar de que en estos cap¨ªtulos antiguos de Tele 5, luego del broche Tarantino, se le ve demasiado joven, inexperto y blandengue. Es lo mismo que le pasa al doctor Frasier, que todav¨ªa consigue hacernos sonre¨ªr aunque sepamos de memoria sus gags, y al doctor House, con sus antip¨¢ticas y archisabidas man¨ªas, o la enorme resistencia de las pandillas de Seinfeld, Friends, Sexo en Nueva York y, sobre todo, Los Simpson.
En cambio, y esto es muy curioso, no hay manera de soportar redifusiones de joyas como Los Soprano, A dos metros bajo tierra, El ala oeste y Perdidos; excuso decir Anatom¨ªa de Grey, 24 o Mujeres desesperadas. Vistas una vez, vistas para siempre. ?Ser¨ªa mucho pedir que nos teorizaran esta extra?a regla televisiva sobre el envejecimiento en televisi¨®n?
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