'Jibones tecnofrikis'

Seis programadores inform¨¢ticos de videojuegos, cuyos apellidos comienzan por j, trabajan en unos cub¨ªculos (pods) apodados jPod dentro de una compa?¨ªa dise?adora de software de Vancouver especializada en ocio electr¨®nico. De entre este grupo de personajes de vida opaca y sin atisbo de personalidad, "tarados emocionales" como se autocalifican ellos mismos, predomina Ethan Jarlewski, un treinta?ero que no sabe muy bien cu¨¢l es su funci¨®n dentro de la empresa pero que tiene como objetivo escalar posiciones, aunque le retendr¨¢n, a su manera, una madre soci¨®pata, un hermano traficante de inmigrantes, un padre aspirante a un papel de actor con di¨¢logo y una serie de incidentes absurdos en los que se ve involucrado al estilo de un Charlie Chan canadiense. El t¨ªtulo de la novela hace referencia al iPod (reproductor de m¨²sica, im¨¢genes, v¨ªdeo) como al Jpop (pop japon¨¦s), por el que Douglas Coupland (canadiense nacido en 1961) ha demostrado cierta inclinaci¨®n en sus otros libros y se compone b¨¢sicamente por un entramado de textos aleatorios con ¨ªnfulas de caligrama, publicidad, correo electr¨®nico y correo basura, s¨ªmbolos gr¨¢ficos, listado de acr¨®nimos, esl¨®ganes, perfiles personales de los personajes, todo tipo de tics de la actual cultura internauta seguidora de las novedades tecnol¨®gicas, una importante dosis de autorreferencias al propio autor, la incorporaci¨®n de China a la globalizaci¨®n, as¨ª como m¨¢s de medio centenar de p¨¢ginas de combinaciones num¨¦ricas que sirven de relleno seudoexperimental a este superlativo descomedimiento narrativo.

La gratuidad que salpica el conjunto le imprime un aire de reencarnaci¨®n literaria de los dibujos animados South Park, aunque vaya a saber qui¨¦n es el huevo y qui¨¦n la gallina, ya que en un pasaje se sugiere que los productores de Melrose Place (Aaron Spelling) "fusilaron" a los personajes de otra novela de Coupland, Generaci¨®n X (1991), una s¨¢tira minimalista sobre tres miembros de la generaci¨®n que se independiz¨® en los a?os ochenta que deciden irse a vivir al desierto de California para descubrirse a s¨ª mismos y huir del consumismo.

De todas formas, es obvio

que jPod imita el formato de los reality shows televisivos al llevar al lector-espectador una historia banal aderezada de eventos extraordinarios, definitivamente manipulados y si bien todo puede llevar a pensar que es una actualizaci¨®n de Microsiervos (1995), aquel libro de Coupland en el que relataba c¨®mo un grupo de amigos que trabajan para Microsoft comienzan su propia empresa, seg¨²n su autor se trata antes de una reflexi¨®n sobre el tiempo que le toca vivir que una enciclopedia compiladora de modismos de tribus urbanas.La novela no transmite valores para la redenci¨®n social ni tampoco valores literarios apreciables, ya que es una sinopsis de an¨¦cdotas e incidencias vitales expandidas por bromas imaginarias, destacando quiz¨¢ las pormenorizadas descripciones de reuniones empresariales o de toda clase de juegos multimedia. Pero ah¨ª se queda, en un intento parcheado, a ratos gracioso, a ratos deshinchado, del que poco se puede extraer si no se est¨¢ en sinton¨ªa con la filosof¨ªa de los modernizados jibones tecnofrikis adictos a Google, Ebay y a los festivales de m¨²sica electr¨®nica avanzada.