Esta joya modernista es intocable
La protesta de los vecinos logra paralizar unas obras sin licencia en un edificio protegido
En una de esas callejuelas peatonales del centro de Madrid que al viandante le hacen sentir en un pueblo se esconde el que, seg¨²n los expertos, es uno de los edificios modernistas m¨¢s importantes de la capital. La calle tiene nombre de plaza -plaza de Matute, puente entre Atocha y Huertas- y el inmueble se alza en uno de sus ¨²ltimos portales: el n¨²mero 12. Sus balconadas de hierro forjado, ondeantes al estilo Gaud¨ª, y la decoraci¨®n art noveau llevan en pie desde 1907, cuando salieron de la cabeza del arquitecto madrile?o Eduardo Reynals.
Ahora, los ¨²nicos ocho vecinos del bloque han apelado a la historia para conseguir que el Ayuntamiento paralice unas obras que se realizaban en la planta baja sin licencia.
"?Hasta los tiradores y las bisagras de las puertas tienen 100 a?os!", dice una vecina
La Junta de Centro ha bloqueado los trabajos hasta que se pronuncie Patrimonio
"Este edificio es una joya del urbanismo madrile?o. Las vidrieras [de la hist¨®rica Casa Maum¨¦jean] tienen casi 100 a?os de vida. ?Hasta los tiradores y las bisagras de las puertas, que son los originales! A nosotros, cuando entramos a vivir aqu¨ª, nos dijeron: 'No vais a poder tocar ni las puertas, est¨¢ todo protegido'. Y de repente, hace un par de meses, nos levantamos y nos encontramos a unos se?ores haciendo obras en la planta baja para construir una helader¨ªa. Montamos en c¨®lera", explica Soledad Pellicer, propietaria de la vivienda del primer piso. En Matute 12 hay cuatro viviendas, una por piso. En total, ocho vecinos.
La llamada Casa P¨¦rez Villaamil goza, en efecto, del m¨¢ximo nivel de protecci¨®n urban¨ªstica: est¨¢ declarado Bien de Inter¨¦s Cultural en categor¨ªa de monumento, lo que significa que no se puede tocar ni un ladrillo, "ni de la fachada ni del interior", sin contar antes con un permiso especial del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, seg¨²n explica una portavoz de la Concejal¨ªa de Urbanismo.
Lo que "no est¨¢ documentado", aunque los vecinos sostienen que lo han le¨ªdo en alguna parte, es que el ingeniero franc¨¦s Gustave Eiffel, autor de la torre de Par¨ªs, participara en el proyecto del inmueble.
El local de la planta baja aloj¨® hace a?os unas oficinas "relacionadas con algo de tecnolog¨ªa musical", cuenta Abdona, la portera. Pero llevaba un tiempo cerrado a cal y canto, y sus nuevos due?os han decidido hacer reforma para montar "una helader¨ªa delicatessen, o algo as¨ª". "Empezaron de un d¨ªa para otro, desde dentro, con la chapa bajada y sin avisar. Tuve que llamar a mil sitios hasta que alguien me hizo caso", asegura Pellicer, que avis¨® primero a la polic¨ªa, luego al Ayuntamiento y m¨¢s tarde al PSOE. Este partido fue el que, finalmente, llev¨® el asunto a la Comisi¨®n de Urbanismo en julio.
La Junta Municipal de Centro subraya que los propietarios s¨ª llegaron a pedir la licencia de obras, aunque no la que requiere un edificio de estas caracter¨ªsticas. "Presentaron un acto comunicado diciendo que iban a hacer obras para insonorizar el local. Pero, al ser un edificio protegido, no es suficiente un tr¨¢mite tan sencillo: deben presentar un proyecto, y ¨¦ste tiene que pasar por la comisi¨®n de Patrimonio, en la que est¨¢n el Ayuntamiento y la Comunidad. As¨ª que se les deneg¨® la licencia, y el 12 de julio se mand¨® a la Polic¨ªa Municipal a paralizar las obras. Ahora estamos a la espera de recibir esa documentaci¨®n", se?ala Estrella Ruiz, secretaria t¨¦cnica de Centro.
Soledad Pellicer no se conforma. Ella teme que la insonorizaci¨®n del local sea el preludio para convertirlo en "un bar ruidoso". Y recuerda que por este edificio "han pasado muchos colegios, de visita, y la Escuela de Arquitectura al completo". "Madrid no se puede permitir el lujo de descuidar sus edificios emblem¨¢ticos", concluye.
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