La m¨¢quina que nos cambi¨® la vida
La historia del ordenador personal comenz¨® un d¨ªa como hoy de 1981. Tras casi cuatro d¨¦cadas entre nosotros, la venta del modelo 5150 de IBM supuso una de las mayores revoluciones tecnol¨®gicas
Este reportaje, publicado el 6 de agosto de 2006, narra el impacto que ha tenido el PC en la vida de la humanidad mediante su venta masiva en los hogares de cientos de millones de personas en el planeta.
El ordenador personal (pec¨¦) cumple 25 a?os. El 12 de agosto de 1981, IBM presentaba su modelo 5150 y abr¨ªa camino a una de las mayores revoluciones tecnol¨®gicas de la historia. Un equipo de 12 personas dirigido por Philip Estriedge hizo el milagro. El sistema operativo era de Microsoft, una empresa dirigida por Bill Gates, un visionario de 25 a?os llamado a convertirse en el hombre m¨¢s rico del mundo.
IBM lo hab¨ªa intentado ya en dos ocasiones, pero hab¨ªan salido unas m¨¢quinas demasiado caras. Esta vez dio con la f¨®rmula para ahorrar tiempo y dinero. En lugar de fabricar su propio software y todo el hardware lo fue a buscar ya hecho, en el mercado. La m¨¢quina era una caja beis, con 16 kilobytes de memoria que costaba 1.565 d¨®lares. En la pantalla se pod¨ªan leer unos caracteres de color verde fosforescente, y, seg¨²n la publicidad de la ¨¦poca, un manual muy f¨¢cil de entender permit¨ªa estar empleando aquella m¨¢quina en apenas unas horas. Otras marcas se hab¨ªan anticipado con ingenios similares. El profesor Michel Dertouzos, cuando hablaba de la historia de los ordenadores personales, siempre pon¨ªa a Xerox y Apple por delante de IBM. Pero IBM no se guard¨® el secreto de su arquitectura. Era abierta, estaba fabricado con componentes gen¨¦ricos, que pod¨ªan obtenerse f¨¢cilmente. Y su comercializaci¨®n se hizo con distribuidores independientes. El procesador lo puso Intel, y el sistema operativo, unos novatos, los chicos de Microsoft, que se hab¨ªan juntado apenas hac¨ªa seis a?os. Cualquier fabricante pod¨ªa hacer su pec¨¦ y encaramarse a la ola de su repentino ¨¦xito. Este ejemplar de IBM r¨¢pidamente fue clonado por otras marcas. El ecosistema del pec¨¦ se impuso. En 1983, la revista Time no proclam¨® un Hombre del a?o, sino la M¨¢quina del a?o, el pec¨¦.
Piezas de museo
Hay unos 1.000 millones de pec¨¦s en el mundo; eso s¨ª, muy mal repartidos. En EE UU hay 70 para cada 100 ciudadanos, y en Brasil, apenas siete. Y eso sin bajar los ¨²ltimos eslabones de la brecha digital. No s¨®lo se han multiplicado, tambi¨¦n han crecido en potencia y habilidades. Es m¨¢s, algunas de las tecnolog¨ªas que llevaba el 5150 hoy pr¨¢cticamente est¨¢n en los museos. Como el disquete (floppy). Un dispositivo de almacenamiento de datos que hace 25 a?os se vend¨ªa opcionalmente junto a la m¨¢quina.
En el futuro llegar¨¢ el ordenador definitivo, el cu¨¢ntico, y la bi¨®nica quiz¨¢ conseguir¨¢ cierta fusi¨®n entre mente y m¨¢quina, el cableado del cerebro
Mateo Valero dirige el centro de supercomputaci¨®n de Barcelona, que trabaja con una m¨¢quina gigante, el Mare Nostrum, precisamente de IBM. Valero suministra unas sencillas cifras para que se comprenda el salto de la inform¨¢tica desde aquel mes de agosto. "Un ordenador personal de ahora trabaja 100.000 veces m¨¢s r¨¢pido y en una hora hace las operaciones que aquella m¨¢quina tardar¨ªa entre 12 y 15 a?os". El avance no est¨¢ s¨®lo en la velocidad de procesamiento. Tambi¨¦n en la capacidad de almacenaje, de memoria. Y la progresi¨®n es imparable. "Dentro de 10 a?os, los pec¨¦s ser¨¢n 100 veces m¨¢s r¨¢pidos que los actuales". Y se conseguir¨¢ no tanto por un incremento de la velocidad del procesador, sino porque un mismo chip albergar¨¢ muchos procesadores. Ya ahora, para el mercado dom¨¦stico, hay procesadores de doble n¨²cleo. Valero suscribe plenamente que el ordenador, junto a la conexi¨®n con otros, Internet en definitiva, ha sido la herramienta que m¨¢s ha cambiado nuestra forma de trabajar y vivir.
El profesor de la Polit¨¦cnica de Catalu?a Miquel Barcel¨®, en aquella ¨¦poca era ingeniero de Honneywell Bull. Cuando vi¨® aquel IBM pens¨® que hab¨ªan sacado algo que ¨¦l ya ten¨ªa hac¨ªa dos a?os. "Bull hab¨ªa adquirido la empresa REE de un vietnamita que fabric¨® el que se considera el primer microprocesador de la historia, un Micral. Lleg¨® uno a Bull Espa?a en 1979 y nadie lo quiso. Los inform¨¢ticos serios no cre¨ªan entonces en los ordenadores personales; pensaban que eran una tonter¨ªa, que lo importante eran los grandes ordenadores de bancos y cajas de ahorros, donde estaba el dinero". Se qued¨® aquel Micral. "Me gan¨¦ una cierta fama porque fui el primero en la empresa que escrib¨ªa yo mismo mis informes en el ordenador, con el WordStar, en vez de pedirle a la secretaria que los pasase a m¨¢quina. En general, los ordenadores personales entonces eran muy caros. Casi nadie ten¨ªa".
A Alberto Lozano, consultor de telecomunicaciones, la aparici¨®n del pec¨¦ lo dej¨® indiferente. "En aquellos tiempos yo ten¨ªa una peque?a empresa de software llamada Nanosoft, con ocho programadores, en la que hac¨ªamos aplicaciones para Apple y m¨¢quinas CP/M como Xerox y Sanyo. Cuando nos lleg¨® el primer pec¨¦ y me puse a destriparlo mi impresi¨®n fue la de tener delante una especie de hierro pesado". "De hecho, actualmente sigo siendo contrario a la idea de que el pec¨¦ supuso un cambio radical en la sociedad. Lo que hizo ese cambio fue la comunicaci¨®n, Internet. Si IBM no hubiese decidido lanzar el pec¨¦, ni Microsoft el sistema operativo, no habr¨ªa importado, hoy en d¨ªa tendr¨ªamos Internet igualmente usando otros hierros y, qui¨¦n sabe, quiz¨¢ m¨¢s revolucionados".
Jos¨¦ A. Ma?as, profesor de la Polit¨¦cnica de Madrid, duda de que cuando aparecieron los primeros microprocesadores se pensara en convertirlos en un ordenador dom¨¦stico. "Hay que reconocer la visi¨®n de usuario de Gates, que fue capaz de intuir la utilidad de aquello para las personas normales e impulsar su empresa, a veces por delante de lo que la tecnolog¨ªa era capaz de soportar. Es curioso c¨®mo en vez de responder a una tecnolog¨ªa disponible o a una necesidad del mercado, la microinform¨¢tica se alimenta de imaginar lo que los usuarios apreciar¨¢n".
Tres millones de espa?oles han hecho alguna compra en l¨ªnea. Las empresas de alta tecnolog¨ªa emplean al 7,4% de los trabajadores. Un 26,5% son mujeres
Ma?as destaca c¨®mo ha cambiado el empleo de la potencia de c¨¢lculo: "Antiguamente s¨®lo se empleaba para obtener m¨¢s y m¨¢s transacciones por segundo. Ahora mismo, los aumentos de potencia se invierten en interfaz de usuario, buscando la productividad de las personas antes que el tratamiento de datos de negocio".
Ma?as admite que, desde el punto de vista de la seguridad, los pec¨¦ son "una pesadilla". "Es dif¨ªcil, o imposible, saber d¨®nde hay copias de los datos (adi¨®s a los secretos) o qu¨¦ copia es la buena (adi¨®s a la integridad). En este sentido, la inform¨¢tica nos ha desbordado y es una fiera de la que no sabemos muy bien c¨®mo mantenernos protegidos y razonablemente seguros para no ser despiezados. Es contradictorio disponer de una herramienta con la que se pueden hacer tant¨ªsimas cosas, en manos de tant¨ªsima gente, profesional o aficionada, y totalmente conectados en un mundo donde los errores (o ataques) en un lado del planeta se globalizan en fracciones de segundo". Sin embargo, "hay que ver los problemas como oportunidades", los pec¨¦ son "un terrible problema de seguridad y una excelente oportunidad de trabajar en otra dimensi¨®n".
Para los usuarios, el ordenador ha supuesto "democracia" y "comodidad", comenta Emilio M¨¢rquez, de Marqueze Telecom. Democracia porque "las casas fabricantes daban la oportunidad a sus consumidores de acceder a una tecnolog¨ªa barata, en constante evoluci¨®n, con m¨²ltiples posibilidades". Una inform¨¢tica que antes "s¨®lo estaba disponible para unos pocos administradores de sistemas en determinados sitios". "Comodidad" porque constantemente se trabaja para dar m¨¢s servicios con menos manejos esot¨¦ricos. Desde el punto de vista econ¨®mico, adem¨¢s del salto en el rendimiento que permiten las herramientas digitales en cualquier organizaci¨®n, "la evoluci¨®n del pec¨¦ se distingui¨® por ser una de las mayores ventanas de oportunidad para miles de empresas, a las que les resultaba relativamente sencillo adaptarse a sus est¨¢ndares fijos y abiertos. As¨ª, miles de estas empresas pod¨ªan participar en la cadena de productos que se ofrec¨ªa a los clientes, con sus propias versiones de hardware y software, en un est¨¢ndar abierto a todos".
Descubrimiento personal
A veces, descubrir las ventajas de lo nuevo cuesta. Montse Boix, periodista y coordinadora de Mujeres en Red, empez¨® a usar el ordenador en 1993 como sustituto de la m¨¢quina de escribir. "Lo que me cost¨® m¨¢s aprender fue conectarlo a Internet y usar el correo electr¨®nico. Ya ten¨ªamos el fax, que era como un peque?o milagro, y no ve¨ªa qu¨¦ m¨¢s me pod¨ªa aportar el correo electr¨®nico. No fue hasta 1995, cuando coorganic¨¦ la Conferencia Alternativa del Mediterr¨¢neo y algunos compa?eros nos mostraron c¨®mo interconectar a la gente mediante ordenadores, que me di cuenta de que era algo m¨¢gico. Tanto con Internet como con el pec¨¦, hasta que estuve dentro, no me di cuenta de lo que me perd¨ªa. Ha cambiado la vida. Valoro mucho poderme conectar por todo el mundo, a bajo coste, con acceso abierto y total al conocimiento. Me ha ayudado mucho a posicionarme de cara al futuro y forma parte total de mi vida cotidiana. El avance para m¨ª m¨¢s significativo, donde hay un antes y un despu¨¦s, ha sido el software libre, no propietario, por los programas en s¨ª y tambi¨¦n como concepto social del mundo, al permitir una conexi¨®n entre la din¨¢mica social y la tecnol¨®gica, y ser una puerta abierta al conocimiento libre. Sin el software libre, el mundo de los ordenadores habr¨ªa acabado siendo aburrido y cerrado".
El ordenador es ya tan cotidiano como el coche. Hay 1.000 millones de pec¨¦s en el mundo. En Espa?a lo usan 72 de cada 100 ni?os de 10 a 14 a?os
Marcos G¨®mez, subdirector de Confianza del Instituto Nacional de Tecnolog¨ªas de la Comunicaci¨®n, resume la evoluci¨®n de la inform¨¢tica dom¨¦stica: "Todo comenz¨® a hacerse m¨¢s peque?o y r¨¢pido". Los pec¨¦s, junto al acceso a Internet, hacen que hoy podamos disfrutar "de microordenadores de bolsillo e incluso una oficina de bolsillo en nuestras manos". "Ha sido un fascinante medio de vida, una forma distinta de enfocar el presente y el futuro, un mundo que afronto con ilusi¨®n, pues queda mucho por andar y ver. Si parpadeamos nos perderemos muchas cosas; si nos dormimos... nos perderemos una nueva evoluci¨®n".
En Espa?a, hoy d¨ªa, tres millones de personas ya han hecho algunas compras en l¨ªnea. Las empresas de alta tecnolog¨ªa emplean 1.327.700 personas, un 7,4% del total, y, de ellas, un 26,5% son mujeres. En las infinitas encuestas que se han hecho sobre c¨®mo ha cambiado nuestras vidas la tecnolog¨ªa e Internet, se ve c¨®mo apenas queda ning¨²n rinc¨®n virgen al cambio digital, aunque todav¨ªa persisten muchas barreras educativas y econ¨®micas. Desde la madre sordomuda a quien el tel¨¦fono tradicional no le sirve para nada y ahora chatea con su hija en Canad¨¢ al industrial que aplica la telefon¨ªa m¨®vil al control del curado de jamones. Un encuestado explicaba que desde su ordenador hab¨ªa encontrado trabajo, universidad y piso. Otro a?ad¨ªa: "Y yo, novia".
Es tanta la capacidad de procesamiento que tiene un ciudadano en su casa que hay distintas organizaciones, con diferentes prop¨®sitos, que la piden prestada. El voluntario se descarga un programa y cuando su ordenador descansa, aquella organizaci¨®n lo emplea para analizar prote¨ªnas o buscar se?ales de otras galaxias.
En Espa?a, un 72% de los ni?os de 10 a 14 a?os emplean un ordenador. Para ellos es un electrodom¨¦stico muy h¨¢bil. La nevera o la lavadora est¨¢n dedicados a una ¨²nica tarea. Con el pec¨¦, en cambio, se juega, se chatea, se estudia. El 51,9% de los hogares espa?oles dispone de alg¨²n tipo de ordenador. Hace 46 a?os, la feria madrile?a SIMO se llamaba as¨ª porque era un sal¨®n internacional del mobiliario de oficina. Sigue llam¨¢ndose SIMO, pero ha cambiado el subt¨ªtulo: es la feria de inform¨¢tica, multimedia y comunicaciones. Una se?al de que el ajuar ofim¨¢tico est¨¢ lleno de otros enseres tan imprescindibles como las mesas.
?Qu¨¦ ser¨ªa de todos sin las tareas que ejecutan los ordenadores personales? Seguramente, la mayor¨ªa de aquellos ni?os ni tan siquiera han pensado en un eventual apag¨®n inform¨¢tico que los dejara sin enciclopedia virtual o sin jugar a los sims. Ni el oficinista se imagina regresando al ¨¢baco.
Aquellos primeros pec¨¦s no eran muy amigables. Las ¨®rdenes deb¨ªan d¨¢rseles por escrito y la gesti¨®n de los comandos no era intuitiva. Apple lo resolvi¨® con un sistema de ventanas e iconos sobre los que se clicaba. Mucho m¨¢s fraternal. Pero para emplear el sistema Apple hab¨ªa que comprar una m¨¢quina Apple. Esta t¨¢ctica de encerrar al cliente fue nociva para su negocio. Microsoft lo imit¨® con una diferencia. Como no era fabricante de m¨¢quinas, s¨®lo de programas, no tuvo inconveniente en licenciar su Windows a cualquiera. Ah¨ª empez¨® su reinado.
Poco a poco, los inform¨¢ticos logran mejorar la cordialidad de las m¨¢quinas. Pero todav¨ªa falta un largo trecho. Los fabricantes de ordenadores son envidiados por sus colegas de otros ramos. Tienen un cliente que se siente culpable. Cuando se estropea la nevera, todo el mundo piensa que le han vendido un cacharro. Cuando el ordenador peta, lo primero que se pregunta es: ?qu¨¦ habr¨¦ hecho?
Militantes de la simplicidad como Donald A. Norman han escrito libros en los que reclaman ordenadores menos complicados. "?Deseamos usar ordenadores? Por supuesto que no". "El sentido com¨²n, escribe en El ordenador invisible, nos dice que queremos escribir una carta... no emplear un procesador de textos. No quiero usar un ordenador, sino lograr algo. No quiero un programa inform¨¢tico extra?o y complejo capaz de hacer m¨¢s cosas de las que deseo aprender. Quiero que la inform¨¢tica se adapte a mis necesidades. Quiero que la tecnolog¨ªa est¨¦ oculta, que no se vea".
El futuro cu¨¢ntico
?ste es el camino, la inteligencia de los ordenadores va progresivamente embebida, disimulada, en centenares de artefactos. Tel¨¦fonos m¨®viles, agendas y pizarras electr¨®nicas, v¨ªdeos con disco duro... Son tambi¨¦n ordenadores. No pasar¨¢n muchos a?os para que hablemos con las m¨¢quinas y entiendan ¡ªquiz¨¢ s¨®lo en ingl¨¦s y chino¡ª nuestras ¨®rdenes. Michio Kaku hace un c¨¢culo inquietante: en el a?o 2050 esas m¨¢quinas pueden tener conciencia de s¨ª mismas. Y m¨¢s all¨¢, llegar¨¢ el "ordenador definitivo", el cu¨¢ntico. En lugar de cables y circuitos usar¨¢ ondas cu¨¢nticas y tendr¨¢ un tama?o de ¨¢tomos. En un futuro lejano, la bi¨®nica quiz¨¢ conseguir¨¢ cierta fusi¨®n entre mente y m¨¢quina, el cableado del cerebro. Quiz¨¢. Los abuelos que han visto c¨®mo un chip de silicio de unos pocos mil¨ªmetros, que hay que coger con pinzas, tiene hoy m¨¢s capacidad de c¨¢lculo que el ENIAC, un mastododonte inform¨¢tico de los a?os cuarenta que ocupaba toda una habitaci¨®n, empiezan a cre¨¦rselo.
Cronolog¨ªa elaborada por Adolfo Estalella.
Los 80: el desarrollo del pec¨¦
1981. El ordenador port¨¢til. El mismo a?o en el que IBM comercializa su pec¨¦ sale a la venta el que puede pasar por el primer ordenador port¨¢til. Se llama Osborne I, como su fabricante, Adam Osborne, y pesa 11 kilos. Tiene forma de maleta, y queda lejos del kilo y pico que pesan los port¨¢tiles ultraportables de hoy en d¨ªa.
- 1984. El rat¨®n, la interfaz gr¨¢fica y el 'ciberespacio'. Apple era una empresa l¨ªder en inform¨¢tica y ese a?o presenta el Macintosh. Adi¨®s a la l¨ªnea de comandos. Se acab¨® el enter. El Mac es el primer ordenador con interfaz gr¨¢fica (con ventanas) y que se maneja moviendo la mano: con un rat¨®n. Apple lo presenta a lo grande en un anuncio de la SuperBowl, inspirado en la novela dist¨®pica de Georges Orwell, 1984.
Ese mismo a?o, Williman Gibson acu?a el t¨¦rmino ciberespacio: "Una alucinaci¨®n consensuada", dice en su novela Neuromancer.
- 1985. La primera versi¨®n de Windows. En noviembre de 1985, Microsoft comienza a comercializar su primera versi¨®n del Windows. La interfaz gr¨¢fica del sistema es similar a la del Mac. Cuatro a?os m¨¢s tarde, en 1989, la empresa ya factura 1.000 millones de d¨®lares anuales.
Los 90: Internet es popular
- 1990. Los CD-ROM de serie. El CD- ROM, desarrollado en 1982, se incluye de serie en muchos ordenadores. Frente a los disquetes de 3,5 pulgadas (120 megabytes de capacidad), los CD-ROM tienen 700 megabytes. Los altavoces son otro perif¨¦rico habitual. Llega el multimedia.
- 1992. Nace la World Wide Web. Los ordenadores conectados a Internet superan el mill¨®n. La World Wide Web (www), el interfaz dise?ado por Tim Berners-Lee, se convertir¨¢ en sin¨®nimo de Internet.
- 1993. Las im¨¢genes en Internet. La WWW era puro texto hasta que se introdujo el primer navegador gr¨¢fico: el NCSA Mosaic. Al a?o siguiente, Netscape lanza su primer navegador. Unos a?os despu¨¦s, el Explorer de Microsoft lo arrincona.
- 1994. Linux. Se publica la primera versi¨®n de Linux, un sistema operativo desarrollado por programadores independientes, repartidos por todo el mundo y que colaboran a trav¨¦s de Internet. Linux se ha convertido en la ense?a del software libre, basado en la cooperaci¨®n y la libre distribuci¨®n del conocimiento.
- 1995. Llega el puerto USB. El USB (Universal Serial Bus) debuta en los ordenadores, un sistema que permite conectar f¨¢cilmente perif¨¦ricos (c¨¢maras, impresoras...).
- 1999. Napster, Google... El uso social de la Red se extiende. Un joven de 19 a?os crea el sistema de intercambio de archivos Naspter. Una nueva pr¨¢ctica masiva llega a Internet: el intercambio de m¨²sica. A?os despu¨¦s se extiende a las pel¨ªculas. Es el a?o en el que dos estudiantes de Stanford, Sergey Brin y Larry Page, reciben la financiaci¨®n para desarrollar su empresa, Google. Si los ochenta fueron de IBM y los noventa de Microsoft, a partir de 2000 Google ser¨¢ la referencia inmediata del imaginario tecnol¨®gico.
Desde 2000: la tecnolog¨ªa se hace social
- 2000. 'Wi-fi '. El wi-fi se populariza. Los ciudadanos comienzan a instalar sus propias redes inal¨¢mbricas. Los PC y los port¨¢tiles han comenzado a traer de serie las tarjetas wi-fi. Internet est¨¢ en el aire, en todas partes.
- 2004. IBM abandona el PC. La empresa que dio nombre al ordenador personal (PC) abandona el negocio y lo vende a un fabricante chino, Lenovo, por 1.250 millones de d¨®lares. Estamos en la ¨¦poca de la globalizaci¨®n, en la que un iPod se fabrica con componentes que llegan desde una docena de pa¨ªses diferentes.
- 2006. El 'software social'. Internet se ha convertido en el espacio para lo social. La aparici¨®n de los blogs, el desarrollo de servicios para compartir abiertamente contenidos como Flickr (fotos), YouTube (v¨ªdeo), la emergencia de sistemas para etiquetar la informaci¨®n (folksonom¨ªas), etc¨¦tera, ha convertido a los ordenadores conectados en dispositivos para lo social, y no m¨¢quinas para ordenar lo personal
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