Cuba: sue?o y realidad
Imaginemos que Don Quijote y Sancho Panza desembarcan en la ¨ªnsula Barataria. Sancho dir¨ªa: "Qu¨¦ ruina"; Don Quijote replicar¨ªa: "Recuerda, Sancho, que Crist¨®bal Col¨®n dijo: 'Esta es isla m¨¢s bella que vieron ojos humanos'. A pesar de la ruina, la veo renacer espl¨¦ndida".
Escribo en el quinto d¨ªa de silencio, con la isla a¨²n m¨¢s militarizada, con los cubanos preocupados por saber si su jefe de siempre est¨¢ vivo o muerto y por qu¨¦ no habla su heredero. Pero los criollos saben que la crisis actual puede retardar o acelerar el futuro de la isla.
La ruina es total: material, econ¨®mica, agr¨ªcola, social, cultural, espiritual y humana. Bastar¨ªa un recorrido por la isla, con ojos de ver para creer, no de creer para ver, para comprobarlo.
Cuarenta y siete a?os de poder absoluto han producido el reino del terror y de la miseria. Para sobrevivir hay que robar, mentir, ser vago, tener doble cara o incluso prostituirse.
Hace cincuenta a?os, Cuba no era ni el infierno ni el para¨ªso. Ni era una rep¨²blica bananera, el prost¨ªbulo y el pip¨ª de los yanquis. Era un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo, con serios problemas de corrupci¨®n y violencia pol¨ªtica, en la que no se hab¨ªan puesto en pr¨¢ctica las leyes complementarias de la progresista Constituci¨®n de 1940. L¨¦anse las palabras de Fidel Castro el 2 de enero en Santiago de Cuba, o las de Guevara a su regreso de los pa¨ªses socialistas, que confirman todas mis afirmaciones.
V¨¦ase la entrevista a Fidel Castro a la televisi¨®n espa?ola, en los a?os ochenta, respondiendo a la pregunta "?Es Cuba comunista por culpa de Estados Unidos?". "No", contest¨® Castro, "Cuba es comunista por un acto de mi voluntad, del que los Estados Unidos s¨®lo fueron c¨®mplices". O estas palabras suyas sobre el embargo norteamericano publicadas en Granma hace unos a?os: "No necesitamos que nos quiten el embargo, porque las relaciones econ¨®micas con la URSS son mejores". Por repetirlas est¨¢ en prisi¨®n Ramos, el economista independiente.
Son otras las responsabilidades de Estados Unidos con Cuba, como el historiador exiliado Portell Vil¨¢ analiza en un magn¨ªfico libro.
De la lucha de los cubanos por su libertad son prueba estas escalofriantes cifras: m¨¢s de un mill¨®n de presos en diez redadas de terror masivo y condenas de m¨¢s de cuatro millones de a?os de prisi¨®n, miles de fusilados y de desaparecidos en los mares, y m¨¢s de dos millones de exiliados y emigrados. Tambi¨¦n los 75 opositores pac¨ªficos y periodistas independientes condenados a m¨¢s de mil cuatrocientos a?os de c¨¢rcel en el 2003, de los cuales han sido liberados s¨®lo quince, entre ellos, el poeta Ra¨²l Rivero. Una m¨ªnima parte excarcelada por enfermedad o por la presi¨®n internacional en la que particip¨® el Gobierno espa?ol.
Pienso que, a la primera oportunidad propicia, el pueblo cubano reclamar¨¢ profundos cambios que devuelvan a la isla libertad y progreso. Reclamar¨¢ el restablecimiento de un r¨¦gimen democr¨¢tico, elecciones libres, nueva Constituci¨®n, libertad de prensa, sindical, religiosa, econ¨®mica y de mercado, recuperaci¨®n de las riquezas en manos del Estado, que deber¨ªan ser distribuidas y administradas por cooperativas independientes.
Reclamar¨¢ tambi¨¦n garant¨ªas a la inversi¨®n privada, penalizando a las empresas c¨®mplices del apartheid tur¨ªstico, econ¨®mico, comercial y m¨¦dico que han convertido al cubano en un paria en su tierra. Y la toma de medidas que impidan a capitalistas voraces apoderarse de las riquezas de la isla, pagando precios de miseria, incluidos los recientes descubrimientos de yacimientos petrol¨ªferos que, de explotarse bien, cambiar¨ªan la econom¨ªa de Cuba.
Transformar una ruina total en un desarrollo que aumente la producci¨®n agr¨ªcola, alimentaria y de otras necesidades ser¨¢ una tarea descomunal, que reclamar¨¢ junto al esfuerzo propio grandes pr¨¦stamos y ayudas extranjeras, incluidas las de Espa?a, la Uni¨®n Europea y Estados Unidos.
Ser¨¢ necesario crear un Estado independiente, con buenas relaciones con todo el mundo.
Los dos millones de cubanos que viven fuera de la isla ser¨¢n importantes. M¨¢s que para la pol¨ªtica interna, para el turismo, el comercio, el desarrollo econ¨®mico y la reconstrucci¨®n familiar.
La herencia castrista ha convertido a Cuba en una ruina. Ser¨¢ dif¨ªcil, no imposible, de superar. Seg¨²n el sabio historiador Levi Marrero, y el l¨²cido escritor Guillermo Cabrera Infante, Cuba super¨® en el pasado hecatombes descomunales, y deber¨ªa salir adelante el d¨ªa que sea libre.
Propuse y consegu¨ª que en 1960 el primer libro que publicara la Imprenta Nacional fuera El Quijote. Espero que en una Cuba libre sea el primer libro reimpreso.
Carlos Franqui es escritor y periodista cubano, autor entre otros libros de Cuba, la revoluci¨®n: ?mitos o realidad? Fue dirigente en la gestaci¨®n y el periodo inicial de la Revoluci¨®n Cubana de 1959.
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