Corrupci¨®n municipal

Resulta desalentador comprobar c¨®mo en muchos municipios la especulaci¨®n inmobiliaria, cuando no la corrupci¨®n, est¨¢ promovida desde los propios ayuntamientos. Sese?a, Lardero, Marbella, Morata de Taju?a son nombres que aparecen pr¨¢cticamente a diario en los peri¨®dicos y emisoras de radio por corrupci¨®n municipal y vemos que da lo mismo que el alcalde o alcaldesa sea de un partido u otro.

Antes se financiaban los partidos con estas cosas del ladrillo, y seguramente lo siguen haciendo, pero ahora asistimos con asombro a la extraordinaria capacidad de nuestros gobernantes municipales para convertirse en expertos inmobiliarios de la noche a la ma?ana: de carpintero a constructor; de pocero a promotor inmobiliario, etc¨¦tera, y todos ellos, c¨®mo no, de pobres a ricos.

Estos hechos, m¨¢s los que ir¨¢n saliendo, deber¨ªan hacernos reflexionar si no va siendo hora de impedir a los ayuntamientos la capacidad de gestionar los terrenos p¨²blicos, o lo que es lo mismo, una ley del suelo que impida casos como los que se est¨¢n dando en las localidades mencionadas, as¨ª como saber qu¨¦ tipo de ciudades queremos construir para evitar saltos mortales como pasar de 3.000 habitantes a 30.000.