Las sanciones penales contra menores se han multiplicado por 2,5 en un quinquenio

El n¨²mero de medidas sancionadoras dictadas por los juzgados vascos contra menores de edad se ha multiplicado por 2,5 en el ¨²ltimo quinquenio, pasando de las 411 que ordenaron en 2001 a las 1.054 que fallaron el pasado a?o. Las prestaciones en beneficio de la comunidad se sit¨²an a la cabeza de la lista de penas impuestas. Por detr¨¢s est¨¢n la libertad vigilada y el internamiento. Este ¨²ltimo caso responde, habitualmente, al delito de robo con violencia o intimidaci¨®n, seguido de los casos de violencia familiar, seg¨²n los datos del Departamento de Justicia.

En cinco a?os en Euskadi las medidas penales contra menores han aumentado en m¨¢s del doble. ?Significa esto que ha crecido la delincuencia entre quienes tienen menos de 18 a?os? "No puedo decir ni que s¨ª ni que no", responde el director de Ejecuci¨®n Penal de la consejer¨ªa de Justicia, Xabier Etxebarria, no sin antes subrayar que en Espa?a en general existe "una carencia bastante importante de estudios criminol¨®gicos en comparaci¨®n con los pa¨ªses anglosajones y n¨®rdicos, donde tienen mucha m¨¢s informaci¨®n sobre la realidad de la actividad delictiva".

De todas formas, Etxebarria apunta que una de las causas por las que ha subido el n¨²mero de medidas sancionadoras es el cambio de la edad de responsabilidad penal dentro de la Ley del Menor. Hasta 2001 se situaba entre los 12 y los 16 a?os. A partir de ese momento se estableci¨® entre los 14 y los 18. "La actividad delictiva en sendos tramos de edad no tiene nada que ver. La media de edad de comisi¨®n de un delito est¨¢ en los 16-17 a?os", explica el director de Ejecuci¨®n Penal del Gobierno vasco. "Tambi¨¦n cambia la gravedad del delito, porque el chaval de 14 a?os roba bicicletas y alguna moto, y el de 17 roba coches", a?ade.

Considera tambi¨¦n, por la informaci¨®n que le transmiten los educadores y los t¨¦cnicos, que en los ¨²ltimos tiempos "se judicializan m¨¢s los problemas" relacionados con los menores, es decir, que se denuncia m¨¢s ante los juzgados y la Fiscal¨ªa, lo que se traduce en m¨¢s medidas sancionadoras impuestas. Y pone un ejemplo: "Hace cinco a?os, una pelea en el patio de una escuela igual no se denunciaba, en cambio hoy puede que s¨ª se haga".

Etxebarria realiza estos comentarios con un cuadro de datos delante, que recoge que en 2001 los jueces dictaron 411 medidas sancionadoras, frente a las 1.054 del pasado ejercicio. Durante el primer semestre de este a?o ya han ordenado 702.

Internamientos

La medida m¨¢s aplicada contra los menores delincuentes es la de prestaciones en beneficio de la comunidad. Los jueces recurrieron a ella 506 veces el pasado a?o, frente a 123 hace cinco a?os. En los primeros seis meses de este ejercicio han optado por esta pena en 309 ocasiones.

En segundo lugar los jueces se decantan por la libertad vigilada: 135 sanciones en 2001; 201 en 2005 y 128 en el primer semestre de este a?o.

Le siguen los internamientos, que pueden ser en r¨¦gimen cerrado, semiabierto o abierto. Los jueces dictaron 63 en el a?o 2001, cifra que se duplic¨® ampliamente el a?o pasado (137) y casi lo hace en los primeros seis meses de este ejercicio (118).

Otras medidas adoptadas son la obligaci¨®n de llevar a cabo tareas socio-educativas (95 casos en 2005), la permanencia en un centro de internamiento durante el fin de semana (66), el tratamiento ambulatorio (33), la asistencia a un centro de d¨ªa (12) y el acogimiento (4).

La mayor parte de los menores que cumplen la pena de internamiento ha cometido un delito de robo con fuerza, violencia o intimidaci¨®n. Pero cada vez son m¨¢s los j¨®venes con menos de 18 a?os que han de ingresar en un centro acusados de ejercer la violencia en el seno de la familia. "No dir¨ªa que han crecido estos delitos o que es un fen¨®meno nuevo, pero s¨ª que han aumentado las denuncias en los juzgados", insiste el director de Ejecuci¨®n Penal. "Creo que pasa lo mismo que con la violencia contra las mujeres. Se da una especie de efecto contagio", opina.

Euskadi cuenta con un centro de internamiento de gesti¨®n p¨²blica ubicado en Zum¨¢rraga y con 34 plazas. A ¨¦l hay que a?adir tres centros de gesti¨®n privada que suman 26 plazas y tres pisos tambi¨¦n de gesti¨®n indirecta con 12 plazas. Etxebarria reconoce que los trabajadores del centro p¨²blico disfrutan de mejores condiciones laborales que los de los centros privados, "una diferencia" que el Gobierno vasco trata de "corregir". En cualquier caso, defiende la formaci¨®n y profesionalidad de todos los trabajadores.