Juan Luis Arsuaga: "Somos dioses de la ¨¦poca cl¨¢sica, pero nuestra mente..."
Amparo Moraleda: "Hemos avanzado en superpoderes, pero poco en la evoluci¨®n afectiva"
Amparo. Si pensamos en la importancia que tiene la investigaci¨®n y el desarrollo no apostamos por ello. ?Por qu¨¦ aplazamos la recompensa? ?Vivimos s¨®lo el corto plazo? Como sabemos que nos vamos a morir, ?por eso damos tan poca importancia a estas cosas?
Juan Luis. Esa partida est¨¢ perdida de antemano. La vida es lo ¨²nico que sabemos que no podemos ganar. Tengo una teor¨ªa. Somos dioses, nos hemos convertido en dioses griegos, de la ¨¦poca cl¨¢sica, que eran seres con psicolog¨ªa, pasiones humanas y superpoderes. Pod¨ªan volar, arrasar casas, pero ten¨ªan una mente humana. Nosotros igual, volamos, vivimos bajo el agua, lo tenemos todo, pero...
Amparo. ?T¨² crees que vamos a ser capaces de dominarnos a nosotros mismos?
Juan Luis. Eso es uno de los grandes dramas. La evoluci¨®n tecnol¨®gica es irreversible. Lo que se inventa no se puede desinventar.
Amparo. La tecnolog¨ªa no es ni buena ni mala, depende del uso. El triunfo y la ca¨ªda de muchas civilizaciones nos ense?a que no es suficiente y debe ir acompa?ada de otros valores para poder prevalecer. Los neanderthales dominaban el fuego, pero no fue suficiente.
Juan Luis. Porque no ten¨ªan bandera, que es algo muy ¨²til y al tiempo una tragedia. Llegamos nosotros despu¨¦s y formamos grupos, parentesco, ideolog¨ªa, s¨ªmbolos. Cuanto mayores eran los grupos que se formaban, m¨¢s grandes eran sus cerebros. Pero tambi¨¦n cuanto m¨¢s crec¨ªan, m¨¢s compet¨ªan entre s¨ª.
Amparo. O sea que est¨¢s de acuerdo. La tecnolog¨ªa no basta. Existe la necesidad de valores.
Juan Luis. Eso es tan humano como la tecnolog¨ªa. Pero hay m¨¢s. En la biolog¨ªa hay algo an¨¢logo a las empresas. En la selecci¨®n natural nos diferencia la competencia. A todos los niveles. Las cr¨ªas de la misma camada compiten por la leche materna. Hay una jerarqu¨ªa de la competencia. A nivel de biosfera, con otras especies; a nivel de especie, con otros grupos; a nivel de familia, con individuos. T¨² te lo planteas, para tu vida, tu familia, tu empresa... Pero no es ¨¦sa la cuesti¨®n. La cuesti¨®n es si somos m¨¢s felices ahora que antes, que los de Altamira, que los griegos. Yo creo que la tecnolog¨ªa no nos hace m¨¢s felices. No aporta ni un ¨¢tomo, ni un gramo a la felicidad.
Amparo. Nos da la capacidad de hacer m¨¢s cosas. Forma parte de la necesidad de explorar, de crecer, eso no se detiene nunca. Pero ahora es tan enorme que me hace plantearme otra cosa. Hay una hiperespecializaci¨®n que pone en riesgo seguir avanzando. Me pregunto si eso no nos frena.
Juan Luis. Hay una explosi¨®n de ignorancia por culpa de la especializaci¨®n. Crear es relacionar.
Amparo. En nuestra empresa pensamos que el futuro es innovaci¨®n y para eso hay que combinar.
Juan Luis. Eso es el genio, juntar cosas que a nadie se le hab¨ªa ocurrido antes que se pod¨ªan combinar y de eso surge algo nuevo.
Amparo. Estoy de acuerdo. Y ahora tenemos esa posibilidad m¨¢s abierta que nunca. Conviven actualmente en el mundo el 99% de los cient¨ªficos que han existido en toda la historia de la humanidad. Si somos capaces de poner el conocimiento en juego con las nuevas herramientas, estaremos a las puertas de un nuevo renacimiento.
Juan Luis. El problema es la manipulaci¨®n. Que los s¨ªmbolos nos dominen. Creemos que dominamos nosotros a los s¨ªmbolos, pero a veces es al rev¨¦s. Hay que educar para que no ocurra eso. El fanatismo. La gente me pregunta si de verdad hemos evolucionado y yo respondo que desde luego. E insisten: "Pero si nos matamos". Y yo digo que eso es lo malo. ?sa es la mala noticia. Pero tambi¨¦n es producto de la evoluci¨®n humana. La Cruz Roja y el terrorismo, las dos cosas son nuestras.
Amparo. El autocontrol, poco hemos avanzado en eso. Entender que los fan¨¢ticos no son los dem¨¢s, que uno mismo puede llegar a serlo. No hay m¨¢s que ir a un campo de f¨²tbol. Tampoco hemos avanzado para comunicarnos bien. Tengo una curiosidad, ?aprendimos a hablar como consecuencia de la tecnolog¨ªa o fue al rev¨¦s?
Juan Luis. Lo social fue primero. Tambi¨¦n es importante la comunicaci¨®n no verbal. Damos m¨¢s cr¨¦dito al gesto que a la palabra. Como cuando te hacen un regalo que no te gusta. Se nota, aunque digas que s¨ª. O ahora, t¨² y yo, por tus gestos jurar¨ªa que lo est¨¢s pasando bien.
Amparo. Hemos avanzado en los superpoderes pero muy poco en la evoluci¨®n y la comunicaci¨®n afectiva. ?Hay una forma de comunicaci¨®n femenina?
Juan Luis. Buena pregunta.
Amparo. Nosotras no nos podemos permitir el lujo de contestar.
Juan Luis. En nuestra especie existen los caracteres sexuales secundarios. Todo lo que sirve para distinguir a un hombre de una mujer, mirado de lado, de frente o por detr¨¢s, son caracteres sexuales. Hasta los dedos de los pies.
Amparo. ?Y por dentro?
Juan Luis. Seguro, en los gestos, en la expresi¨®n.
Amparo. ?T¨² ves que habr¨¢ un cambio radical a partir del momento en que podamos dominar mejor la materia?
Juan Luis. ?Cu¨¢ndo seamos sabios? Todav¨ªa no lo somos.
Amparo. Por primera vez tenemos herramientas al servicio de la neurona. Ya hemos descifrado el mapa gen¨¦tico. Empezamos a entender el manejo de la qu¨ªmica...
Juan Luis. No. No somos sabios. Hasta ahora s¨®lo hemos hecho an¨¢lisis, cortar trocitos, una lista de especies. Lo ¨²ltimo, el ADN. Pero eso forma ya parte de sistemas complej¨ªsimos que no sabemos c¨®mo funcionan. Ninguno. Ni el sistema gen¨¦tico. No sabemos nada y lo peor es que no sabemos si llegaremos a comprenderlo.
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