"Sientes impotencia ante las llamas"

Hasta el pasado viernes, el verano transcurr¨ªa con relativa tranquilidad para Ismael N¨²?ez, jefe de Protecci¨®n Civil del municipio coru?¨¦s de Bri¨®n. Ese d¨ªa, a primera hora de la tarde recibi¨® el aviso a trav¨¦s del m¨®vil de que hab¨ªa un incendio en una zona boscosa y desde entonces su tel¨¦fono no ha parado de sonar. Los avisos de nuevos focos de fuego son constantes y las jornadas de trabajo a pie de incendio se suceden en turnos interminables de 24 horas de duraci¨®n, sin dormir y sin probar bocado. "Lo peor de todo es la impotencia que sientes ante las llamas porque sabes que no puedes hacer nada para impedir su avance. Hay parroquias que han quedado totalmente arrasadas", explica Ismael N¨²?ez, que lleva diez a?os trabajando en servicios de emergencia y nunca hab¨ªa afrontado una situaci¨®n tan complicada.

"Los que provocan los incendios los originan en lugares clave y cerca de las casas"

Bri¨®n es una peque?a localidad de unos 5.000 habitantes que se encuentra situada a unos 15 kil¨®metros de Santiago. En los ¨²ltimos a?os, muchas familias de esta ciudad se han desplazado a vivir a este pueblo, que tiene una geograf¨ªa muy representativa del medio rural gallego. Un peque?o n¨²cleo de casas da nombre a un municipio formado por multitud de aldeas dispersas, chal¨¦s y urbanizaciones rodeadas por una importante masa forestal. Los constantes incendios ponen continuamente en peligro a viviendas rodeadas por ¨¢rboles y situadas en zonas de dif¨ªcil acceso para los medios de extinci¨®n.

Durante los ¨²ltimos seis d¨ªas la tormenta de fuego y humo que se ha desatado sobre la comarca ha obligado a las 15 personas que trabajan en labores de extinci¨®n en Bri¨®n a dejar en segundo plano los da?os que se produzcan en los bosques y centrar su tarea en impedir que el fuego llegue a las casas.

Ismael N¨²?ez considera "totalmente insuficientes" los medios con los que cuenta su equipo -dos camiones motobomba- para hacer frente a la multitud de focos que amenazan el municipio: "Nos dedicamos a proteger las viviendas porque el monte hay que dejarlo ya por imposible. Apenas hemos contado con apoyo a¨¦reo desde que empez¨® esto y tampoco tenemos ayuda de personal de otros ayuntamientos porque est¨¢n desbordados". Los municipios vecinos de Ames y Rois han sido tambi¨¦n pasto de las llamas en los ¨²ltimos d¨ªas.

Los momentos duros han sido muchos pero a Ismael se le han quedado grabadas las escenas que vivi¨® durante el desalojo de una aldea, con ancianos que se negaban a abandonar sus casas mientras el fuego se aproximaba. Sin embargo, el mayor peligro lleg¨® cuando el fuego se acerc¨® a un dep¨®sito de gas situado cerca de un invernadero. La parte buena de la cat¨¢strofe es la colaboraci¨®n de los vecinos que han contribuido a que finalmente apenas se hayan quemado casas. En algunas aldeas, cuenta, se han establecido turnos d¨ªa y noche para luchar contra el fuego, con la ayuda de cisternas de agua desplazadas mediante tractores. Cuando el fuego se acerca a las casas cualquier mano y utensilio que sirva para llevar agua es bienvenido.

Los que combaten en primera l¨ªnea de fuego no tienen mucho tiempo para reflexionar sobre las causas de los incendios, pero Ismael tiene muy claro que la intencionalidad est¨¢ detr¨¢s de muchos de ellos: "Creo que la mayor¨ªa son provocados y por gente que sabe muy bien lo que hace porque los focos se originan en lugares clave donde va a empezar a soplar el viento y cerca de las casas". En su opini¨®n, la colaboraci¨®n vecinal puede resultar clave para lograr la detenci¨®n de los incendiarios.

Ismael coincide con la opini¨®n mayoritaria en estos d¨ªas de que no es apropiado dedicar ingentes recursos a las labores de extinci¨®n y olvidarse de realizar trabajos preventivos en los montes durante el invierno: "Actualmente, los montes no est¨¢n preparados porque las cuadrillas que contrata la Xunta s¨®lo trabajan en verano y nosotros tenemos que dedicarnos a otros servicios de emergencia. Es fundamental realizar tareas de limpieza y de desbroce en los montes y tambi¨¦n mentalizar a los vecinos para que no hagan cosas que est¨¢n prohibidas, como las quemas incontroladas que tambi¨¦n originan incendios".

Tras veinte minutos de conversaci¨®n, Ismael N¨²?ez apura el refresco que se ha tomado y vuelve al tajo. Un nuevo incendio le espera.